Jessica Torrijos vuelve al teatro presencial para reírse de la menopausia

La actriz y humorista recrea personajes insólitos y entabla la complicidad con el público a través de sus monólogos, desde el teatro Plaza.

Jessica Torrijos vuelve al teatro presencial para reírse de la menopausia
Esta noche la actriz y humorista Jessica Torrijos sube al Plaza para reírse de la menopausia.

Después de casi diez meses sin aparecer en las tablas, Jessica Torrijos vuelve con su nueva obra “Menospausas”, que se presenta hoy a las 21, en el Teatro Plaza, Godoy Cruz.

Una de las exponentes femeninas -si no la única, la más conocida- del café concert, explota el humor desde su condición de mujer, con una mirada aguda y autocrítica que invariablemente detona carcajadas. En esta oportunidad, el foco está puesto en la mujer que atraviesa la menopausia, con lo que ello implica, en una sociedad que intenta salirse del encorsetamiento y los rótulos etarios pero que aún arrastra conceptos estigmatizantes de larga data.

A lo largo de su carrera, Jessica ha sido merecedora de diversos premios y reconocimientos. Entre ellos se destacan los premios “Mejor Actriz de Humor” y “Mejor Espectáculo de Humor”, otorgados en el marco de los Premios Escenario del Diario Uno y ganados en cuatro oportunidades consecutivas. En los años 2007 y 2008 fue por su obra “Mentira”, en 2009 fue gracias a “Separadas” y en 2010 por “Pecado Jamás”. Además, gracias a su gran trayectoria obtuvo el apoyo del Gobierno de Mendoza para llevar una de sus obras a Estados Unidos junto a Adrián Sorrentino.

- ¿Es fácil hacer humor con la menopausia?

- Por supuesto. Hace bastante tiempo que venía pensando en hacer sobre este tema. El 12 de marzo, sin enterarme que venía la pandemia, hice un pequeño estreno sin prensa y tuve una sola función. Entonces ahora, como la obra la tuve que frenar, para mí es un estreno. Tiene bastantes cambios e integré algunas cosas por esto de la pandemia. En realidad un personaje lo trabajé encerrado en la casa con la pandemia así que me sirvió.

-¿La obra tiene varios personajes?

-Sí, son tres mujeres en diferentes situaciones pero con algo en común que es la menopausia. Al final hago un monólogo en el que voy tratando todos los mitos del hombre y las comparaciones con la mujer. Ese monólogo tiene que ver con la envidia que le tenemos a los varones. No es feminismo sino que es envidia (se ríe).

-¿Cómo fue tu año desde el 12 de marzo hasta acá?

- Bastante bien, en un momento me llamó Gabriel Canci y me dijo de este proyecto. Me gustó mucho porque hago los guiones y la parte del humor. Fue como mi salvavidas psicológico, además nunca había hecho televisión así, permanente. Es un trabajo distinto pero me gusta muchísimo. Nunca había trabajado con Gabriel y me encantó su profesionalismo, nos divertimos muchísimo, ha sido algo muy bueno y aparte con este estreno me ha dado una mano súper grande.

- En tus redes todos los comentarios que te hacen son positivos

- A gente le gusta mucho, porque también el humor provoca que proyectes alegría a la gente y que en estos momentos es lo más necesario. Porque necesitan relajarse, reírse, hemos estado mucho tiempo así y todavía hay gente que estaba muy asustada. Nosotros de alguna forma aportamos un gran grano de arena.

- ¿A qué recursos apelás vos para pasar los malos momentos?

- Cuando yo me vine a Argentina con una beca a estudiar, tuve que apelar a todo: la valentía de vivir, estudiar, agarrar una bicicleta que me regalaron para poder andar porque no me alcanzaba ni para el micro, trabajar para comer. Yo era muy pendejita cuando llegué acá y la pasé muy mal los primeros años. Vivía en una pensión, me cagué mucho de hambre y nunca renuncié. Mi papá me decía que me volviera (a Chile) que me iba a poner una peluquería, como diciendo “estúpida! cómo vas a querer ser artista”. Creo que ahora cuando empecé a ver que esto venía para largo, había quedado en mi memoria emotiva eso de la valentía, salir de mi zona de confort.

Yo acá solamente tengo a mi hijo que vive conmigo, así que apelé a mis dotes de pintora, empecé a vender cuadros, vendí aceiteras, aceite de oliva, barbijos, hice mil cosas. Pero también conocés a la gente que te quiere de verdad y a los que no te quieren mucho, que sólo les gustaba que estuviera todo bien pero cuando está todo mal, desaparecieron. Me pasaron cosas como esta: una señora me llamó y me dijo que se reía tanto conmigo, que le gustaba tanto lo que hacía, que fuera a su casa porque me iba a regalar algo. Cuando fui me dieron una caja de mercadería, vinos, aceites. Es gente que no conozco y que me ayudó.

- ¿Te sirve el humor para salir de tus malos momentos?

- Por supuesto, soy una convencida de que los buenos humoristas canalizamos todo en el humor. Yo canalizo mi vida, mis problemas, y creo que eso me cura. Pero me cura también cuando veo que la gente se ríe de lo que me pasa a mí. Es terapéutico.

Las entradas se consiguen en el teatro Plaza, todos los días de 9 a 14 . El día de la función se venden hasta las 19 y por internet www.teatroenlanube1.com.

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