Julieta Venegas llegó a Buenos Aires en 2017 porque se enamoró. Su hija y el papá de su hija convencieron a esta mexicana, una de las cantautoras latinoamericanas más importantes, de que en las calles porteñas había otro destino posible. Y ella lo tomó, pues desde ese año ha sido una argentina más, que en los veranos se va de vacaciones al sur (el año pasado dio emotivos conciertos en el “Camping Musical” de Bariloche) y que, el resto del año, le presta su voz a las causas que se lo pidan, como cuando el año pasado improvisó un show en la Plaza de Mayo, para que las personas en situación de calle tuvieran, en medio del frío de julio, el calor de sus canciones.
Así Venegas, de 49 años, pasa sus días en la gran ciudad. Cuando no cuida de su hija, canta; y cuando no canta, se dedica a leer, a actuar y a conectar con todas esas cosas que su vida anterior de súper estrella latinoamericana no le permitía tener.
Es que al momento de abandonar todo y empezar de cero (priorizando afectos y salud mental) ella estaba en la cima de la ola: llevaba publicados siete discos de estudio, siete premios Grammy, unos cuantos millones de discos vendidos e innumerables designaciones y reconocimientos, entre ellos la que la consagra como em
bajadora de UNICEF.
Hoy, mientras se enfoca en los últimos preparativos para su primer show streaming (mañana), está totalmente agradecida de haber salido de la vorágine a tiempo.
¿Extraña algo de esos días? “Creo que no hay algo puntual que extrañe de esa vida -apuntó al diario Clarín-. Trabajar con una disquera grande, por ejemplo, te lleva a otro nivel, con otra estructura detrás y todo eso. Pero no puedo decir que lo extraño. Creo que en este momento estoy justamente buscando ese punto: dónde quiero seguir. Y eso necesito hacerlo a mi ritmo. No sé si estoy dispuesta a que me jaloneen, a que me digan lo que hacer. No es que haya sido así tampoco, pero todo ese ritmo te lleva a estar así. Para tomarme una pausa debía planearlo con tiempo, y era para dedicarme a escribir para hacer otro disco para volver a salir de gira. Ahora, quiero lograr una cosa más natural. Que no tenga que, forzadamente, meter mi vida en medio de huequitos entre los cuales desaparecía de gira, sin poder disfrutar a mi hija, de mi casa, ver amigas, ir a cumpleaños… Cosas que a mí me parecen importantes”. Así vivía Julieta en la Argentina, hasta que un día llegó el Covid-19.
En estos meses, ella viene transitando “varias cuarentenas distintas”, dijo. “He pasado por varias, la ‘dark’, la filosófica, la triste; todo esto también me afectó emocionalmente y además tengo una hija de 10 años, pero como todos los músicos del mundo, estoy buscando la manera de seguir”, ahondó.
Por eso, y según su mirada, el mundo está frente a “un cambio de paradigma sin saber qué viene después”. “Me gusta pensar que esto no se trata de una pausa sino algo que nos invita a pensar qué hacemos, porque el mundo no estaba increíble antes de esto”, se explayó.
Y no dejó de remarcar tampoco el rol que tiene la cultura en todo esto, porque “la cultura debe tener su cuidado como bien esencial”, dijo. “Es una necesidad expresar lo que estamos viviendo de otras maneras, más creativas, no todo es necesidad material, y la expresión cultural es parte de lo que nos va a ayudar a salir adelante”.
“Todos estamos aprendiendo en el proceso -remarcó sobre el futuro de la industria de la música- y como no sabemos cuánto tiempo va a durar la pandemia, nos toca encontrar creativamente salidas para seguir haciendo lo que hacemos y tratar de no dejar que la incertidumbre defina nuestros días”. “Cuando esto pase también habrá que luchar contra el miedo ya que no podremos encerrarnos para siempre”, lanzó con reflexión.
Una canción, una caricia
Lo de mañana será un show acústico en el que Venegas se paseará por los éxitos de su repertorio, tocándolos con los instrumentos que ella toca: piano, cuatro, guitarra y acordeón.
Asegura que la interacción, que empezará a las 22, irá guiando la lista de temas, por lo que los fans podrán pedirle ahí mismo lo que quieran escuchar. Todo en tiempo real.
“Julieta Venegas Íntimo Live Streaming”, que así se llama este debut, ya tiene en venta sus tickets en www.julietavenegas.live y www.ticketek.com.ar.
En el escenario estará ella sola, por lo que será un show íntimo: “Será una experiencia para todos -aventuró- y espero lograr que se emocionen y sientan cosas con lo que voy a cantar: quiero pensar que aunque no podemos vernos, podemos sentir”.
Siguiendo la tendencia del Cosquín Rock, en el que ella también participó, tendrá total cuidado técnico para que la transmisión sea en óptima calidad, diferenciándose de los “live” más caseros que inundaron las redes al principio de la pandemia.
Con una gira por Chile fracasada por el Covid-19, Venegas anticipó que balanceará el repertorio con clásicos y temas nuevos, de su última etapa creativa. Y el sentido de todo es elegir un ramillete de canciones que ante todo “expresen emotividad”.