Un sabor amargo es lo que deja para Marcelo Tinelli y Laflia, su productora, esta edición pandémica de ShowMatch (Eltrece), apodada La Academia en un inútil intento de reconversión. Hoy cierra su año apenas arañando los dos dígitos de rating y manteniendo la estabilidad después de que, a lo largo de los meses,varios tropezones hicieran hasta poner en duda la continuidad del otrora programa más visto de la televisión argentina.
Recordemos. Después de un 2020 en el que los planes se echaron por el suelo a causa de las restricciones y el distanciamiento obligatorio, y en el que solo pudo probar una muy olvidable edición del Cantando, el conductor quiso refrescar su formato de acuerdo a los nuevos tiempos. Por eso, ante la incertidumbre en torno a las posibilidades de hacer un certamen completamente bailado, empezó a cobrar forma la idea de una Academia que le diera cabida a todas las disciplinas del musical. Ello apuntalado con el humor, que alguna vez fue el fuerte del show tinellesco.
Pero justamente el humor terminó siendo el primer fracaso del ciclo. Pensado como un segmento especial los días viernes, tenía la misión de desempolvar la nostalgia del lejano Videomatch, que data de aquellos tiempos donde Tinelli marcaba el pulso de la televisión y éste era el medio más popular entre la gente.
La producción, sin embargo, no tuvo en cuenta que el humor también evoluciona con los años y que episodios que levantaban el rating a lo loco antaño, como el “Gran Cuñado”, hoy son fósiles insípidos. Por eso “Politichef” fue dado de baja. Tinelli, repitiendo la fórmula de mezclar la sátira política con el reality show más visto del momento, quiso poner a varios personajes a cocinar. Fue simpático al principio, pero desastroso e insostenible en el tiempo, pese a que convocó a excelentes comediantes: Fredy Villareal, Fátima Flórez e Iván Ramírez se repartían las imitaciones.
El jurado tampoco sobresalió. Históricamente, era en el ida y vuelta entre participantes y evaluadores donde se salpimentaba la emisión. Ni Carolina “Pampita” Ardohain (tímida, diplomática e hipersensible), ni Guillermina Valdés, ni J Mena, ni Hernán Piquín, e incluso ni Ángel de Brito, apático como siempre, pudieron darle al ciclo el calor que merecía. Y esa incapacidad de marcar agenda en la industria del chisme jugó en contra también, no hay dudas.
Otro tanto corresponde a la mala suerte de tener que competir con tanques de Telefe como “MasterChef Celebrity”, “Bake Off”, “La voz argentina” y “Por el mundo”. Esto propició que a lo largo de los meses el ciclo haya tenido que cambiar de horario y reducir su duración.
De todas esas turbulencias se hicieron eco los números. A lo largo de los meses, el ciclo empezó con promisorios 8,4 puntos de rating, para después alcanzar una meseta de 6,1 promedio y terminar, en los últimos meses, con pisos que bajaron de los 5 puntos.
Llegando al final
Esta noche desde las 22.30 competirán en la pista los finalistas: por un lado Noelia Marzol y Jony Lazarte, quienes se impusieron el miércoles a Celeste Muriega y Maxi Diorio; por el otro, la pareja que surja del duelo entre Cachete Sierra y Fiorella Giménez y Cande Ruggeri y Nicolás Fleitas, que se produjo anoche después del cierre de esta edición.
Pero son los números artísticos y los invitados especiales las principales apuestas de los productores. El propio Marcelo Tinelli anunció, arrancando esta última semana, que actuarían Flor Vigna, Chano y Laurita Fernández. Y como sexto jurado, L-Gante, quien pondrá la onda “420″ y que quizás otorgue alguna sorpresa a los televidentes.
Así llega al final un año clave para ShowMatch, ese formato que viene repitiéndose año tras año desde hace casi dos décadas. Esta vez, es el público el que le ha dado la espalda, motivado en gran parte quizás por la sobreoferta de entretenimiento que existe en multitud de plataformas audiovisuales. Es muy probable que, al planear volver en 2022, Tinelli se arriesgue a algo totalmente nuevo. Y de ser así habríamos cerrado una era televisiva.
