Beethoven sigue sonando en Mendoza. Los 250 años de su nacimiento (una celebración frustrada por la pandemia en 2020) se extiende y ya excede a sí misma: Beethoven es un compositor para festejar todos los años, siempre, y que tiene un público que nunca se termina.
Es ese el espíritu de “+ Beethoven”, un ciclo que llega de los mismos creadores de “Beethoven 250 + 1″, seis espectáculos que se realizaron el año pasado y que combinó a la perfección lo pocas veces interpretado con el repertorio infalible (es decir, los clásicos del compositor). Ahora, en la apertura que se dará hoy en el Teatro Independencia a las 21 (tickets en entradaweb.com.ar), el programa es un tanque beethoveniano.
Los protagonistas son Leonardo Pittella Lahoz, pianista mendocino de mucha actividad en la escena local, el violinista venezolano afincado en nuestra provincia Igor Lara, y la Orquesta Barroca de Mendoza dirigida por Mariano Peralta.
Abrirá con la “Sonata a Kreutzer”, o Sonata para violín n.º 9, una extensa y emotiva pieza para ese instrumento y acompañamiento de piano. Además, de enorme trascendencia en la cultura popular: el mismo Tolstói escribió una novela inspirada en ella, y que se llama igual.
Y finalizará con el plato fuerte de la noche, que es el quinto y último Concierto para Piano del genio de Bonn, llamado “Emperador”. Desde el despliegue triunfal del primer movimiento, pasando por el inolvidable lirismo del segundo, hasta el impulso romántico del tercero, un duelo entre el virtuosismo del piano y la orquesta, es uno de los conciertos más interpretados en todo el mundo.
Pittella Lahoz, por su parte, tiene en su historia enormes desafíos pianísticos, como ambos conciertos de Chopin y el segundo de Liszt, que interpretó junto a la Sinfónica de la UNCuyo en 2018. Ahora va por éste del padre del romanticismo musical, una expansión del repertorio que va en sintonía con la Orquesta Barroca de Mendoza, que desde 2020 viene mostrándose más interesada en el repertorio sinfónico beethoveniano, y también el de sus conciertos.
Desde la reapertura post-pandemia, el grupo que dirige Mariano Peralta ha llegado a ser uno de los más activos, con el agregado de que es una orquesta independiente que tuvo mayor facilidad de adaptación para la “nueva normalidad”.
El no haber sido afectados completamente por las restricciones, porque es un grupo más pequeño que las grandes orquestas provinciales, les favoreció a la hora de seguir actuando y agregando repertorio nuevo según los preceptos del director y la gran oportunidad de los 250 años de Beethoven: tocar las fronteras del romanticismo musical con rigurosidad y una interpretación que se inspira en el historicismo, pero no abandonar la identidad raíz del ensamble que es el barroco y el clasicismo.
El concierto de hoy es una ocasión para volver a escuchar en vivo dos obras fundamentales de Beethoven, y por un grupo de artistas que buscan llevar la música clásica a nuevos públicos y de manera independiente.