A primera vista los nombres de Paul Sorvino, Bob Rafelson y David Warner no tienen mucho en común más que sus vínculos con el cine, el hecho de dejar este mundo en tres días consecutivos y algunas otras coincidencias poco felices, como la causa de muerte de dos de ellos. Por eso, más que en la partida, haremos un repaso de lo que nos dejaron, de sus trabajos realizados -a veces- tras bambalinas y la fuerza de sus roles como antagonistas.
Robert Rafelson fue director de filmes como ”Mi vida es mi vida”, el clásico ”El cartero llama dos veces”, y el videoclip de ”All Night Long”, de Lionel Ritchie. Falleció el sábado 23 a los 89 años en su casa de Aspen, Colorado.
Si bien sus comienzos se remontan a la década del ‘60, el largometraje ”Mi vida es mi vida” (Five Easy Pieces,1970) lo catapultó como un nombre relevante entre los creadores prestigiosos de su generación. Protagonizado por Jack Nicholson en el papel de Bobby Dupea, el filme fue una road movie centrada en los personajes que refleja la visión de Rafelson de un extraño que sufre un dolor profundo y no revelado.
El filme, nominado a cuatro premios Oscar, incluida la de mejor película, y ganador del New York Film Critics Circle, también anunció la llegada de Nicholson como una estrella importante, lo que le valió su primera nominación a mejor actor. Rafelson también trabajaría con Nicholson como guionista o director en películas como ”El cartero llama dos veces”, en 1981, y ”Sangre y vino”, en 1996.
Rafelson creo la BBS Produtions, una compañía que se convertiría en emblema de un nuevo estilo cinematográfico con películas como ”Buscando mi destino” (Easy Rider) de Dennis Hopper, ”The Last Picture Show” (La última película) de Peter Bogdanovich y el documental premiado con un Oscar ”Hearts and Minds”.
El siguiente proyecto de Rafelson sería ”El rey de Marvin Gardens” (1972), donde vuelve a contar con Jack Nicholson junto a Bruce Dern y Ellen Burstyn, y vuelve a ahondar en el nuevo estilo que ya impuso a principios de los 70 en el cine norteamericano. En 1976, ”Quiero seguir hambriento” sería su siguiente proyecto, una película menor a excepción de hacer debutar a jóvenes actores como Jeff Bridges, Sally Field y Arnold Schwarzenegger.
Después llegaría el thriller psicológico ”El caso de la viuda negra”, con Debra Winger y Theresa Russell; ”Las montañas de la luna” (1990), basada en las experiencias de los exploradores del Siglo XIX Sir Richard Francis Burton y John Hanning Speke en busca de las fuentes del Nilo; y ”Ella nunca se niega” (1992) protagonizada por Jack Nicholson y Ellen Barkin.
En televisión, entre 1966 y 1968 estuvo al frente del equipo de dirección de la popular serie de NBC, ”Monkees”, alrededor de un grupo de rock inventado que se había inspirado en el fenómeno mundial de los Beatles. Esta serie le valió a Rafelson un Emmy por serie de comedia en 1967.
Pese al éxito detrás de escena, no fue una vida fácil la de Rafelson. Se casó con Toby Carr, que trabajó en el diseño de producción de varios de sus filmes. Tuvieron dos hijos, pero desgraciadamente Julie, de 11 años, murió a raíz de una explosión de gas.
Toby tuvo un cáncer del que se recuperó, y la pareja se divorció. Con Gabrielle Taurek, segunda esposa de Rafelson, tuvo otros dos. Se informó que el notable realizador murió de un cáncer de pulmón. Jolene Wolff, quien trabajó con Rafelson durante 38 años en su propia productora, declaró a los medios que el cineasta ”murió en paz y rodeado de su familia”.
David Warner, el malo en de todas las películas
Hubiera cumplido 81 años dentro tres días. Nació en la ciudad de Mánchester, Inglaterra, de una relación fuera del matrimonio, el 29 de julio de 1941. A los 20 años ya estaba debutando como actor en un pequeño papel en la obra de Shakespeare ”Sueño de una noche de verano”, dirigida por Tony Richardson para la English Stage Company.
Posteriormente se unió a la prestigiosa Royal Shakespeare Company, donde fue aclamado por sus papeles en ”Hamlet” y ”Enrique VI”. En 1963 debutó en el cine en la película ”Tom Jones”, y en 1965 interpretó al rey en la producción de la BBC ”Henry VI of England”, del ciclo de Shakespeare ”La guerra de las rosas”.
De más está decir que su trayectoria es extensísima. Trabajó en al menos una película por año, -si no más- excepto en 1968 cuando participó de cinco films simultáneamente. Durante sus más de 60 años de carrera, actuó en películas como ”Perros de paja” (1971), ”La Profecía” (1976); ”Titanic” (1997) o ”El regreso de Mary Poppins” en el papel del Almirante Bloom (2018). David Warner ha sido un actor de cine, teatro, voz radiofónica y televisión muy respetado, para algunos directores llegó a ser un actor de culto, como en el caso del estadounidense Sam Peckinpah, quien contó con él para películas como la citada Perros de paja, La balada de Cable Hogue (1970) y La cruz de hierro (1976).
Warner enfrentó una grave cáncer y murió en la madrugada del pasado domingo 24 de julio en Denvinlle Hall, una conocida residencia de retiro para artistas en Londres. ”Durante los últimos 18 meses se enfrentó a su diagnóstico con su característica elegancia y dignidad”, explicaron sus allegados en la nota.
”Será muy añorado por su familia y sus amigos, y recordado como un hombre, compañero y padre de gran corazón, generoso y compasivo, cuyo legado de trabajo extraordinario ha emocionado a tantos durante tantos años”, agregó el comunicado.
Paul Sorvino, de gangster a policía
Si pensamos en películas de gangsters, inmediatamente la memoria nos remite a la cara de Paul Sorvino, conocido por su papel en Buenos muchachos (Goodfellas), o al del sargento de la policía de Nueva York Phil Cerretta en ”Law & Order” (”La ley y el orden”).
En sus más de 50 años de trayectoria, Sorvino fue un pilar en el cine y la televisión. Interpretó a un comunista ítalo-estadounidense en ”Reds” de Warren Beatty, a Henry Kissinger en ”Nixon” de Oliver Stone y al jefe de la mafia Eddie Valentine en ”The Rocketeer” (”Rocketeer: El hombre cohete”). A menudo decía que, si bien era conocido por interpretar a gánsteres, sus verdaderas pasiones eran la poesía, la pintura y la ópera.
Sorvino nació en Brooklyn en 1939 y debutó en Broadway en 1964 en ”Bajour” y seis años después incursionó en el cine, en ”Where’s Poppa?” (”Yo quiero a mamá, pero...”) de Carl Reiner.
Con sus 1,93 metros de estatura Sorvino tenía una presencia que impactaba sin importar el medio en el que trabajara. En la década de 1970, actuó junto a Al Pacino en ”The Panic in Needle Park” (”Pánico en Needle Park”) y con James Caan en ”The Gambler” (”El jugador”), y volvió a hacer equipo con Reiner en ”Oh, God!” (”íDios mío!”), además de formar parte del elenco de la comedia de asaltabancos ”The Brink’s Job” (”El mayor robo del siglo”) de William Friedkin.
Fue especialmente prolífico en la década de 1990, que comenzó interpretando a Lips en ”Dick Tracy” de Beatty y Paul Cicero en ”Goodfellas” de Martin Scorsese, en la que su personaje estaba basado en el mafioso de la vida real Paul Vario, y en 31 episodios de ”Law & Order” de Dick Wolf. A esto siguieron papeles en ”The Rocketeer”, ”The Firm” (”Sin salida”), ”Nixon” (que le valió una nominación al Premio SAG del Sindicato de Actores de la Pantalla) y ”Romeo + Juliet” (”Romeo y Julieta”) de Baz Luhrmann como el padre de Julieta, Fulgencio Capuleto.
Sorvino tuvo tres hijos de su primer matrimonio, incluyendo a la actriz ganadora del Premio de la Academia Mira Sorvino. Era un padre orgulloso de su hija y gritó de alegría cuando ganó el Oscar a mejor actriz de reparto por ”Mighty Aphrodite” (”Poderosa afrodita”) en 1996.
También era encargado de un santuario de caballos en Pensilvania y tenía una marca de salsa para pastas basada en la receta de su madre. Esculpió una estatua de bronce del difunto dramaturgo Jason Miller que se encuentra en Scranton, Pensilvania.
Al igual que con la mayoría de los actores que participaron en ”Goodfellas”, la imagen de matón lo seguiría por el resto de su vida y tenía sentimientos encontrados al respecto.
”La mayoría de la gente piensa que soy un gánster o un policía o algo”, dijo Sorvino. ”La realidad es que soy un escultor, un pintor, un autor popular, muchas, muchas cosas _ un poeta, un cantante de ópera, pero nada de gánster... Sería bueno que mi legado fuera algo más que un tipo rudo”.
Sorvino se despidió de la vida ayer, con 83 años.