La primera cosa notable es que un filme de Europa del Este consiga el éxito de visionado que “Hater” está teniendo en Netflix. Es casi seguro que los millones de personas que se han interesado por la película desconocen el riquísimo acervo cinematográfico que tiene Polonia, con directores ineludibles de la historia de la cinematografía europea.
Basta con nombrar a unos pocos: el inmenso Andrzej Wajda, “Danton” seguramente es la que más sonó por estos lados; o Krzysztof Kieslowski y su trilogía exquisita de “Bleu”, “Rouge” y “Blanc”; o “El tren” de Jerzy Kawalerowicz; o “Eroica” de Andrzej Munk; o “Walklover” de Jerzy Skolimowski. Todos maestros, que incluso inspiraron a cineastas que nos son más conocidos como por ejemplo, Martin Scorsese.
Así, el primer asunto a festejar de “Hater” es que su director Jan Komasa (uno de los realizadores más importantes de su país en estos tiempos, muy joven, y que rodó antes “Corpus Christi” que se midió en los Oscar con “Parasite”) viene a mostrarnos qué está pasando en materia de cine por aquellos lados del mundo.
Y lo que pasa es bastante interesante. Austera en su registro fotográfico, en un estilo minimalista que se codea con el nuevo cine alemán, esta película de Komasa se mete en un asunto candente, polémico y pertinente a más no poder: cómo se construyen las fake news y cómo éstas manejan tu vida, crean opinión pública y destruyen buenas intenciones.
El filme es la continuación de la primera película que vimos de Komasa, “Suicide Room” (2011) y ganó el premio a mejor película en el recién finalizado Festival de Tribeca.
El guión, escrito por Mateusz Pacewicz, sigue las cínicas manipulaciones de Tomek (Maciej Musialowski), un joven mitómano y maquiavélico que para conseguir el amor de Gabi, una chica que pertenece a un universo social en el que Tomek no tiene cabida, comienza una destructiva carrera por alcanzar el éxito a cualquier precio.
Así, se enrola en una agencia de marketing donde las tácticas de comunicación en torno a las redes sociales muestran los retorcidos, psicopáticos y amorales andariveles por los que vuelan las noticias falsas. Él, Tomek: las crea, las contradice, las manipula hasta límites desesperantes. Es un villano contemporáneo a todo dar.
Hay que decir que con buenas armas técnicas Komasa logra sostener la tensión durante todo el filme pero también que por momentos la narración pierde su fuerza en algunos preceptos morales que juegan entre los polos de la grieta de derecha a izquierda política.
Sin embargo el trabajo sutil, imperceptible, de la paleta de colores que van empalideciendo al protagonista a medida que avanza el filme y que le otorgan una índole de frialdad espeluznante lejos de ser efectista es el discurso visual que este guion requiere.
El ritmo interno de la película, la actuación de Pacewicz a la que es imposible ser indiferente, la progresiva degradación y destrucción de todo lo humano son el sostén para que “Hater” sea, hoy una de las producciones más interesantes, osadas y de peso que ofrece Netflix.
La ficha
Hater (Polonia, 2020, 135 min.). Género: Thriller. Dirección: Jan Komasa. Guion: Mateusz Pacewicz. Fotografía: Radoslaw Ladczuk. Música: Michal Jacaszek. Con: Maciej Musialowski, Vanessa Alexander, Jacek Koman. Disponible en: Netflix. Calificación: buena.