Inspiradora, oscura por momentos e interesante durante toda su duración, “Hambre de poder” es una película sobre un hecho que pocos conocemos y que ha estado frente a nosotros prácticamente durante toda nuestra vida: ¿cómo llegó McDonald’s a ser ese imperio de comida rápida?
Lejos de darle un estilo documental y aburrido, el director encontró la forma de contar la historia desde una mirada que aporta mucho más de lo que se ve. ¿La clave del éxito? La persistencia.
Basada en la historia real de cómo la cadena de comida rápida más exitosa de la historia llegó a convertirse en el ícono de la tentación y la inmediatez, nos sitúa en la década de los ’50 donde vemos a un Ray Kroc, un vendedor de máquinas de malteadas en Prince Castle, que se interesa en esta cadena tan innovadora y diferente.
Luego de algunas ventas desmotivadoras, llegará a la primera central de McDonald’s, donde conocerá a los hermanos fundadores de la cadena y los primeros pasos de lo que en el futuro será un ícono del capitalismo.
Veremos cómo Kroc se empieza a obsesionar con el trabajo que Maurice y Dick McDonald’s crearon. Insiste en franquicias y expansión de una idea tan innovadora que lo fascina.
Fue él quien desarrolló un sistema de franquicias, especulación inmobiliaria y la optimización del negocio con distintos sistemas como por ejemplo la venta de helados característica de la cadena. Esto lo llevo a cada paso a apropiarse más y más de la idea de los hermanos McDonald’s.
Esta película tiene muchas aristas a analizar. Por un lado, y con un tono muy colorido, refleja los primeros pasos de la tan reconocida marca. Por otro, muestra la cara oscura que hay detrás de los negocios: la codicia, la falta de escrúpulos y la obsesión por el poder.
Los característicos Arcos Dorados, los envoltorios descartables, la rapidez de sus entregas, relación precio-calidad y todas aquellas características que uno aprecia cuando asiste a un local de éstos están plasmadas en esta historia.
Las actuaciones son ideales. Keaton se lleva todos los premios siendo un hombre que, a medida que avanza la trama, toma decisiones egoístas sin pensar en el daño que causa. Aquí se muestran débiles a los “buenos” y, si bien por momentos no coincidimos moralmente con el protagonista, él entiende que el sueño americano no se detiene a esperar y busca a toda costa explotar un negocio que al día de hoy está en la cima.
La cinta tiene un abordaje interesante: no tiene tono documental en ningún momento, sino más bien cuenta una historia real con un aire ficticio que se permite licencias para entretener al espectador. Sin dudas, vale la pena para sentarse, verla y, si quisieran, también reflexionar.
La ficha
“Hambre de poder” (Título original: “The Founder”). 2016. Estados Unidos. 160′. Dirigido por John Lee Hancock. Elenco: Michael Keaton, Laura Dem, Nick Offerman, John Carroll Lynch, Patrick Wilson. Disponible en Netflix. Nuestra opinión: Muy buena.