Quizás sea la primera vez, después de mucho tiempo, que Halloween nos agarra en medio de una película de terror: esta vez, no habrá fiestas de disfraces ni festejos multitudinarios en el mundo. La mayoría de nosotros nos quedaremos dentro de casa, esperando rendirle un tributo al miedo entre nuestras cuatro paredes.
Por eso las opciones serán hacer un menú especial y mirar alguna película o jugar un videojuego. Pero cuidado: nuestra casa puede ser el lugar menos seguro. A continuación tres planes posibles.
Las historias del “King”
Stephen King es el rey del terror. Afortunadamente, las adaptaciones al cine de sus voluminosas novelas son muchas, así que solo hay que hacer una hoja de ruta para maratonear las preferidas. Pero entre todas las opciones, hay algunas que recomendamos, sobre todo por los ecos actuales que han tenido películas que tienen varias décadas.
Por ejemplo: en Netflix están subidas “Cementerio maldito” (1989) y “Cementerio maldito 2” (1992). Un título bastante spoiler para una película que también se conoció con el mucho más sugestionador título “Cementerio de animales”. La original es un clásico que muchos no olvidaremos fácilmente, sobre todo por “la escena del camión”.
Es la historia del doctor Louis Creed, quien se muda con su familia a un extraño bosque por cuya ruta principal, a pocos metros de su idílica casa, circulan camiones a toda velocidad. Cuando su gato muere atropellado, descubre que cerca hay un cementerio para mascotas. El resto de la historia muchos ya la saben. Eso sí, quienes ya la hayan visto, no se pierdan la remake del año pasado, que puede alquilarse por YouTube o Google Play por $630.
Otra opción es ver de un tirón “It” (2017, en Netflix) y su secuela, “It 2” (2019, en HBO Go). Incluso, quienes recuerden la maravillosa (y en algunos puntos libre) adaptación que hizo Stanley Kubrick de “El resplandor” (1980), esta es una buena ocasión para acercarse a la secuela, “Doctor Sueño”, que estrenó el año pasado y cuenta la penosa adultez de Danny Torrance (Ewan McGregor), alcohólico y atormentado por el “shining”. Ambas están disponibles en HBO Go.
La casa no es segura
También podríamos elegir sugestionarnos por el propio contexto: ¿cuántas películas de terror tienen su fuerza en el encierro y el aislamiento? Miles. Pero hay algunas más interesantes que otras.
“Under the Shadow” (2016), en Netflix, es un peliculón. Tenemos la historia de una joven ama de casa iraní que, en medio de la guerra y los persistentes bombardeos en su ciudad, se queda confinada en su departamento. Su marido, que es doctor, tiene que estar al lado de las tropas, y sus vecinos paulatinamente van abandonando el edificio para buscar zonas más seguras. Solo ella y su pequeña hija persisten en quedarse. Pero tampoco están solas. Esta película habla de la guerra también como un terror ubicuo y psicológico, de las viejas tradiciones islámicas, de los demonios milenarios, de las maldiciones emparentadas a sociedades sufrientes.
“Viene de noche” (2017) es otra joyita de Netflix. Un filme paranoico y enfermo sobre el miedo y el encierro. En una cabaña, una familia sobrevive en un entorno apocalíptico del que no sabemos mucho, pero empieza a afectarlos física y mentalmente.
Y un plus, por si acaso: quienes tengan Amazon Prime Video podrían enfrentarse a “The Wailing”, quizás una de las mejores películas de terror del 2000 a esta parte. Ambientada en un paraje rural coreano, nos metemos en una historia de posesiones, asesinatos y fantasmas milenarios. El entorno alejado de los grandes centros urbanos aumentará la sensación de vulnerabilidad y el horror entre los protagonistas, presos de sus propias supersticiones.
¿Y el cine de terror argentino?
Ver algo cercano geográficamente, y con nuestro idioma, ya nos acerca de otra forma a cualquier filme de terror. Contrariamente a lo que se piensa, en nuestro país sí se han hecho -y se hacen- muy buenas películas de este género.
“Los olvidados” (2017), en Amazon Prime Video, recoge la mejor herencia del cine slasher: un grupo de documentalistas investiga extraños sucesos en Epecuén (Buenos Aires). Lo que seguirá, muy al estilo de “La Masacre de Texas” es un compendio de atrocidades y explotación física que traumará a más de uno.
Una desesperante epidemia de fiebre amarilla es la que ambienta la historia de “Resurrección” (2015), una película que tiene mucho suspenso y climas góticos. Tiene una inspiración real, pues transcurre a finales del siglo XIX en Buenos Aires, que fue azotada por esa enfermedad. Hasta allí va un sacerdote para asistir a las víctimas, pero luego descubrirá que, además de la epidemia, tendrá que soportar otros acontecimientos igual de aterradores. Disponible en Amazon Prime Video, Google Play y YouTube por $139,90.
Podríamos terminar con “Aterrados” (2018), película de Demián Rugna que se puede ver en Netflix. Aquí a la historia de fantasmas se suma una dirección muy imaginativa a la hora de crear imágenes de impacto: cadáveres movidos por fuerzas sobrenaturales en movimientos persistentes, niños que salen descompuestos de la tumba y un montón de recursos poderosos para asustar. En un barrio tranquilo de Buenos Aires, empiezan a aparecer sucesos extraños que motivan que varios parapsicólogos quieran ir al sitio para investigar. La historia no es precisamente original, pero esta película demuestra que en este género la manera de contar lo es todo.
