En 2016, Gustavo Cordera lanzó una repudiable frase durante una entrevista realizada por estudiantes de periodismo de Tea. “Es una aberración de la ley que si una pendeja de 16 años con la concha caliente quiera coger con vos, vos no te las puedas coger. Hay mujeres que necesitan ser violadas para tener sexo porque son histéricas y sienten culpa por no poder tener sexo libremente”, soltó el músico y, desde entonces, el ex líder de la Bersuit Vergarabat enfrentaba un juicio por “incitación a la violencia”.
Al hacerse públicas las declaraciones, intervino el Inadi y procesaron al cantante. En abril de 2019, el juicio en su contra fue suspendido cuando aceptaron su propuesta de realizar una probation: dos shows gratuitos, asistir a un taller de género y realizar un video de retractación y disculpas públicas para difusión en redes sociales y medios de comunicación.
Él asistió al taller, los recitales fueron suspendidos por la pandemia y su video presentado el 13 de agosto fue rechazado porque no veían arrepentimiento. Hasta el 20 de este mes, que Gustavo volvió a enviar una filmación que también publicó en su cuenta de Facebook.
“Las mujeres son un grupo en situación de desigualdad estructural. Sobre ellas recaen muchos estereotipos y prejuicios. Los discursos que le restan importancia a experiencias traumáticas como es la violencia sexual y el abuso de niñas y adolescentes refuerzan y profundizan esos estereotipos y prejuicios”, dice el denunciado.
Y explicaba: “Me parece atinado marcar la diferencia entre justificar y explicar. En nada se justifica la ofensa cometida pero se explica en mi pertenencia a una generación que ha empezado a educarse, a correr el velo que le impedía ver. No solamente este artista, el que necesitaba esa enseñanza que le permita ver aquellas cosas que constituyen una forma de violencia que se desliza en el comentario al pasar pero que resulta altamente peligrosa. Esa ausencia de enseñanzas se extiende a otros rincones del arte y en buena hora ya empieza a verse una nueva forma de decir, de crear, de mostrar y de tratar la cuestión de género”.
Para finalizar, Cordera compartió: “Soy de los que ha tomado conciencia de la necesidad de cambiar la forma de decir para marcar claramente que también se ha cambiado la forma de pensar y sobre todo valorar ciertas expresiones dañosas, ofensivas y peligrosas. Y que esta evolución en mi caso es, justamente, un dato de crecimiento que agradezco y en virtud del que me comprometo a marcar el camino que otros necesitan ver. Por todo esto pido disculpas a quien ofendí y lastimé. Sobre todo a las adolescentes que han sufrido violencia sexual tanto en el ámbito del rock como en otros ámbitos también. Me arrepiento de mis dichos y me retracto y me comprometo a reflexionar en torno a estos hechos para no repetirlos y para contribuir a lograr una sociedad más igualitaria”.