Después de enfrentarse hasta con sus propios colegas por el parate obligado del espectáculo por la pandemia, Flavio Mendoza volvió recargado. Se limpió el polvo tras la caída y pensó un show que lo mantuviera en la cima del éxito y el reconocimiento del público.
Después de una excelente temporada en Carlos Paz, el bailarín, coreógrafo y director comenzó la gira nacional de “Stravaganza 10 años”, el último espectáculo que trae a la provincia el próximo 28 de mayo.
Y aunque conoce el triunfo, no abandona la humildad y el sentido de pertenencia que le dio el arte en su vida. Filoso pero con los pies en la tierra, el artista habla de todo sin tapujos, cómo logró hacer de su espectáculo una marca registrada y el cambio de vida desde la llegada de su hijo Dionisio.
“Fui uno de los artistas que durante la pandemia la luche mucho para volver, por una cuestión necesaria para los demás, no solo para mí. Y ahora estoy con esta gira, con un espectáculo que no es fácil, es muy costoso y complejo. Pero dije: “Si lo hago con todo, como siempre”. Yo creo mucho en el argentino, le tengo fe a muchas cosas, pero a los argentinos a mí me dijeron que sí. Porque lo que hago, lo hago a pulmón, me rompo la espalda y por eso me arriesgo a tanto”, afirmó en una entrevista exclusiva a Los Andes días en una visita previa a la provincia.
-Fuiste uno de los pocos que alzó la voz en el espectáculo para volver a trabajar. Después de esta situación ¿crees que cambió un poco la visión de la industria del espectáculo y su engranaje?
-Un país sin cultura no es país. Tienen que ser más empáticos los que nos gobiernan con el arte y la cultura, porque se tienen que acercar al espectáculo. Todos lo ven como frívolo, pero atrás había gente que tenía que comer; boletero, iluminadores, maquinistas. No es solo el que está arriba del escenario, porque la gente tiene la fantasía del que es artista y sale en la tele ya es millonaria. No, hay gente que es millonaria como cualquier otra profesión, como gente laburadora y que necesitan trabajar. Yo alcé la voz por acróbatas, bailarines, que no tenían para comer. A mí me daba mucha angustia, me endeudó, pero sigo haciendo cosas.
Yo no me voy a caer por esto, porque no es el mensaje que quiero dar. Tengo un nene de 4 años que lo traje a este mundo y quiero hacer cosas para enseñarle que en la vida te van a pasar esas cosas, te vas a caer, sacudir el polvo y salir adelante. No está bueno que haya pasado una pandemia, pero te hace crecer como ser humano.
-¿Crees que con tu trabajo llevaste a lo más alto la cultura del circo en el país?
-No sé, pero soy la quinta generación de circo, fue mi gran escuela. Fui nómade toda la vida y es una vida sacrificada. Hoy también tengo un circo y creo que culturalmente es algo que no podemos perder. Porque antiguamente los circos tenían animales y era la gran atracción. Y que eso haya cambiado me hizo crecer, porque para mí ver a un animal en una jaula era normal. Y tu sensibilidad cambia, porque ahora lo pienso y me parece tan doloroso.
-Tenés fe en el país, crees en la gente y el compromiso de quienes hacen su trabajo con responsabilidad, ¿Ahí está la clave para levantarnos?
-Creo que tenemos que darnos cuenta que depende de nosotros qué pasa mañana. Igualmente creo en un destino, pero sí depende de cómo uno se maneje para que las cosas salgan lo mejor posible. Pero la educación desde tu casa es importante.
-Cumpliste el deseo de ser padre e hiciste de Stravaganza una marca registrada ¿Hoy es un momento de plenitud en tu vida?
-Sí. Pero lo conseguí trabajando, necesitamos trabajar en este país. Yo no paro de trabajar, tengo años encima y es la actualidad que no paro de hacer cosas en mis espectáculos. Porque con lesiones en el cuerpo, sigo igual. Yo lo hago porque me hace vivir, me gusta trabajar. Creo que el trabajo es importante de enseñar. A mí me pone de mal humor cuando la gente me dice: “¿Cómo hago para ser famoso?”. Y en realidad es lo que querés ser. Me tocó en mi profesión que soy artista, que le puse garra a lo que hice y fue una consecuencia. Creo que necesitamos gente más trabajadora. También tenés que dejar muchas cosas de lado. En este último año tuve un replanteo con mi vida, con mi familia, porque no me hacía feliz el ser responsable de dejar a mucha gente sin trabajo. Me sentí muy ahogado. Creo que me sirvió para saber que quiero hacer.
-Más allá de la pasión y la responsabilidad, te caracteriza la obsesión por la excelencia en tu arte.
-Sí. A mí me quedó una frase que dijo mi tía cuando era chico. Mi tía estaba con su mejor traje agarrada de la retenida del circo. Y pasa una empleada del circo y le dice: “Olga por qué te pusiste ese traje tan espectacular si hay 20 personas”. Y mi tía le contestó: “Porque esas 20 personas pagan lo mismo que cuando el circo está lleno”. Y eso me marcó un respeto por el espectador. Porque yo me doy cuenta que depende de la cantidad de gente es la energía de los artistas. Y tiene que estar siempre bien, porque yo cuando demuestro lo que sé hacer lo hago en tres minutos y tiene que ser impecable.
Lo importante es no poner la basura dentro de la alfombra. Creo que no es obsesivo, sino hacer bien las cosas. Creo que la gente no tiene ganas de ser cuidadosa.
-¿Hoy ves a los artistas jóvenes con ese hambre de comerse al mundo que vos tenías en tus comienzos?
-Creo que sí. Hay gente que tiene esas ganas. Tiene mucha disciplina y hay otra que no. Yo estoy muy orgulloso cuando hay gente que comenzó conmigo y hoy trabaja en el mundo. Hoy está pasando que se están llevando muchos artistas argentinos, porque lo económico les conviene. Eso me apena porque hay gente que no quisiera irse. Muchos bailarines me dicen que a veces hacen algo que no les gusta, pero es por dinero. Y hacer un show que no te gusta no está bueno. Ya ahí lo artístico pasa a otro plano, si bien yo hice algunas cosas por dinero que no me convencían, el arte tiene otra cosa, es otro compromiso. Es una pena cuando me dicen que no se quieren ir, pero necesitan crecer en lo económico.
-En ese sentido ¿la creatividad que caracteriza al argentino puede ser la salidad?
-Creo que sí. Mirá que he recorrido el mundo y he visto los espectáculos más grandes, pero me sucede que no tienen alma. Siento que hay mucha tecnología, muchos creativos, con cientos de vestuaristas y pueden hacer algo mejor. Coincido que los argentinos tenemos mucha creatividad, pero también tenés que querer hacerlo. Hay un sacrificio, que si no lo haces, no sucede. Creo que desde la casa hay que hablar muchas cosas, para que suceda el cambio.
Dicen que la generación nueva no va a ser discriminadora, pero si vos le enseñas ese niño no va a discriminar. Creo que hay que criar con la verdad. Me sucede con mi hijo, es difícil ir en contra de un sistema que está muy construido, pero es importante que lo digamos. A mí no me criaron para deconstruirme, pero no soy un tipo que me quedé con el odio o el rencor porque me discriminaran.
Mis padres me amaron de otra forma, y yo quiero que mi hijo tenga el recuerdo de su padre con él. Disfruto muchísimo estar con él, porque no sé qué puede pasar mañana. Creo que estoy en esta tierra para hacer algo más que hacer un buen show.
-¿Qué buscaste contar en “Stravaganza 10 años”?
-Creo que el espectáculo cuenta los diez años de mi vida, las cosas buenas y malas, mi gran sueño que fue ser papá. Y si bien tiene la mejor parte de varios y cosas nuevas, conté lo que quería contar. Desde el humor contar el pasado, presente y futuro; del espectáculo, de mí y de la vida en sí. Creo que logré el mensaje que quería para el espectáculo, me parece que es un hermoso mensaje. Yo podía hacer el Stravaganza pochoclero y ya está. Pero tenía ganas de dejar algo también, y me emociona que la gente se emocione. El espectáculo pasa por luchar por los sueños y me apropié de esa frase que me dijo Dionisio, un hombre que me cuidaba de chico. “Vos podes ser lo que quieras, porque los únicos sueños que no se cumplen son aquellos que no se sueñan. Con los años me di cuenta que esa frase me cambió la vida. Y por eso le puse Dionisio a mi hijo, en homenaje a él. Una persona que nunca la volví a ver.
-¿Hay gira internacional de Stravaganza?
-Sí, estamos trabajando en eso. Es mi asignatura pendiente. No es por la plata, sino porque culturalmente quiero ver qué pasa. Si en Brasil, que tienen otra cultura e idioma gusta o funciona. Tengo muchas ganas y fe a que se va a dar.
La Ficha
STRAVAGANZA 10 AÑOS
Función: sábado 28 de mayo, a las 21.30.
Lugar: Estadio Aconcagua Arena (Parque General San Martín).
Entradas: en Ticketek.com.