Construir otras miradas y paradigmas son largos procesos, que requieren de un compromiso y movimientos. En este sentido la lucha feminista propone una composición nueva no solo del tejido social, sino de las creencias culturales y artísticas.
Al pedido del cupo femenino en la escena musical, las artistas encuentran en la unión un espacio para la creación horizontal del discurso y la posibilidad de salir de esa escena marginal. En la actualidad, cientos de bandas y grupos crecen con fuerza en la música y dejando atrás el viejo prejuicio.
En los ’80 fueron las “Viuda e Hijas del Roque enroll” las que abrieron una puerta y encendieron la llama de los posible. Hoy, las mujeres músicas no lo dudan y encuentran en el trabajo colectivo entre pares una forma de alzar su voz. El Festival Tuve que Gritar nace de esa necesidad y conciencia y reúne en el escenario a distintos grupos capitaneados en su totalidad por mujeres, para visibilizar su mensaje y música.
La primera edición del encuentro programado para hoy a partir de las 17, en el Teatrillo Externo del Centro de Congresos y Exposiciones de San Martín contará con la participación de MARTA, Las Sobrinas de la Tía, Trama, Wachas Negras y las agrupaciones de percusión Cucaracha y Batalá Mendoza. Además habrá una feria de artistas visuales y artesanos, con un patio de comidas para acompañar la jornada.
“El festival surge es una unión entre productoras, entre La Camiona y Somos Fuega. Llevamos un tiempo trabajando en la escena de mujeres de Mendoza y nos conocemos todas, entonces la idea no es competir sino potenciarnos. Y más en este momento”, cuenta Catalina Zaneff productora del festival e integrante de la banda de cumbia y salsa Las Sobrinas de la Tía.
El valor artístico más allá del género
Sin radicalizar la propuesta, la premisa fundamental es darle espacio a distintas expresiones musicales creadas por mujeres, que desde la autogestión construyen un camino necesario y revitalizante en la escena mendocina.
“El desconocimiento es un gran factor, pero el conocimiento se construye. Todos los que trabajamos en producción salimos a buscar diferentes propuestas. Incluso yo no tenía noción de todas las músicas de Mendoza que hoy tocan, sean solistas, sesionistas, instrumentistas, bandas. Nuestra intención es visibilizar el trabajo. En cambio, hay productores que quizá no lo ven o no tienen esa intención, además que todo proceso está atravesado por las creencias e imposiciones sociales”.
Primero fue el rock, después el folclore; en la actualidad no hay distinción de géneros musicales para las mujeres que se agrupan para dar un mensaje y proponer un estilo. Cualquier instrumento es ejecutado por músicas, que encuentran un espacio de profesionalismo y crecimiento junto a sus pares.
El festival tendrá música para todos los gustos, del punk con la banda Marta, pasando por el baile y la cumbia con Las Sobrinas de la Tía. El sonido fusión de Trama, el trío vocal Wachas Negras y la potencia del candombe y los tambores de Cucaracha y Batalá Mendoza. Parte del panorama musical, donde las mujeres buscan escribir su propia historia y alzar su voz.
-El trabajo entre mujeres, ¿es más fácil en el proceso creativo?
-Sin dudas, es muy diferente. No toqué en una banda con hombres, pero si he visto los procesos creativos o en bandas mixtas, donde todo se mide por quien sabe más o es el mejor. Y entre mujeres hay una horizontalidad que es innata, de aprender juntas. Y tiene que ver con que hay grupos con un nivel muy bueno en lo artístico, pero en la realidad, hay compañeras muy profesionales que no tienen el espacio para aprender y crecer. Porque históricamente así sucede, para la profesionalización de mujeres en un ámbito donde los hombres son mayoría. El hecho de no estar cómodo en el aprendizaje te permite juntarte, y eso se da con total naturalidad que influye en el proceso creativo.
-¿Sigue existiendo la discriminación entre bandas solo de mujeres y hombres?
-No hay una violencia y discriminación extrema porque el contexto no lo permite, no es posible que un sonidista te trate mal. Pero las violencias son más sutiles, tienen que ver con la técnica, el sonido, donde la mayoría de los técnicos son varones. La violencia está, pero de otra manera, por ejemplo que no te suben el retorno de una guitarra cuando se lo pedís. Y es tan importante para la mujer música como para el hombre esos aspectos artísticos arriba del escenario. Se toman decisiones por arriba del artista, pero tiene que ver con los roles profesionales.
La Ficha
FESTIVAL TUVE QUE GRITAR
Día y hora: hoy, a las 17. Lugar: Teatrillo Externo del Centro de Congresos y Exposiciones de San Martín (inmediaciones del Parque Agnesi, San Martín). Entradas: $200 (anticipada) y $250 el día del evento. En www.entradaweb.com. Capacidad limitada.