Con un amplio derrotero en su camino, Fabián Vena se ha puesto en la piel de unos cuantos villanos en la pantalla y otro puñado de éxitos en la cartelera. Pero desde hace cuatro años y con toda su experiencia decidió poner a prueba el oficio, debutando en la dirección e interpretando su primer unipersonal.
De una manera fortuita, como la mayoría de los textos que llega a su vida, se decidió a leer “Conferencia sobre la lluvia”, la obra del autor mexicano Juan Villoro que traza la historia de un bibliotecario que intenta dar una conferencia, divaga ágilmente entre el humor y los libros que marcaron su vida.
En el tránsito, Vena interpreta a este personaje que navega entre sus amores y sus autores favoritos, en un viaje fluido y profundo por las palabras, que nos expone parte de la naturaleza del amor y nos provoca una inevitable identificación, unido a la literatura.
La obra lleva cuatro años en cartel y ganó dos premios ACE a Mejor Actuación en Unipersonal y Mejor Escenografía, y un premio Estrella de Mar a Mejor Unipersonal.
En pleno rodaje de la serie “Madame Requin”, que protagoniza junto a Flavia Palmiero y Luciano Cáceres, el actor dejará el set de grabación para presentarse esta noche, en el Teatro Mendoza con la premiada pieza.
-En el tránsito que llevas con la obra ¿Descubriste algo particular entre el texto y la experiencia con el público?
-La versión que estrené hace cuatro años es la misma versión que hago hoy. Es un texto tan impecable, preciso, tan profundamente descriptivo de lo que quiere decir el autor, que no ha tenido prácticamente ninguna modificación. La experiencia con el público es extraordinaria, porque en apariencia un espectáculo que habla de libros, de grandes autores, trata de comprender y describir el efecto del enamoramiento. Uno podría suponer que se puede volver barroco, crítico e inaccesible, y sucede todo lo contrario. En todo caso lo que hay es una precisión en las palabras, una búsqueda estética de la belleza de cómo se puede reformular nuestro idioma castellano, de una manera preciosista.
En estos cuatro años recuerdo dos funciones como mágicas. Una fue el Congreso de la Lengua en Córdoba, donde la platea estaba plagada de figuras de la literatura y la disfrutaron muchísimo. Y sucede que a través de las risas la gente la está disfrutando. Y también me pasó de hacerla en un ciclo por la Provincia de Buenos Aires, en una localidad donde no había teatro y pensé que el espectáculo no captaría la atención, y la recuerdo como una de las más hermosas funciones. Porque no solo lo disfrutaron, sino que el humor sutil que tiene el texto era festejado por el público. Creo que es un texto que llega plenamente al espectador, con un concepto que el autor ya emite dentro del texto que la gente pueda sentir en vez de pensar. Y es lo que logra de principio a fin, y es lo que me pasó cuando lo leí.
-La obra une la literatura y el amor ¿Qué libros marcaron tu camino?
-Muchísimos. Creo que la literatura ha sido para mí la fuente absoluta de hacer crecer la imaginación, de desarrollar mi imaginación. El material con el que trabajamos los actores, que es la imaginación, me lo ha dado la literatura. Empecé a leer desde muy chico y llegan los libros a mí de manera fortuita. A partir de ahí todo el recorrido que también es interesante porque puede hacer el que le tocó o el que quiere, o el que puede investigar, el que con suerte tuvo a mano y me encontré con diferentes autores que investigué. A partir de la adolescencia la literatura inglesa, la rusa, Cortázar.
Después pasó a ser más teatral, sobre todo en los últimos tiempos, pero el contacto con la lectura es fundamental y está muy bien que se promueva de chico, donde cada uno puede hacer su propio recorrido y sobre todo generar un crecimiento en la imaginación.
-En cuanto al amor, son tiempos donde los vínculos y las formas cambian, desapareció un poco el amor romántico ¿Crees que tanto el teatro como la literatura son un camino ineludible para acercarse al amor y la pasión?
-Sí, el teatro, la literatura. No sé si es el único camino, pero convoca. Creo que en el amor romántico cada uno está en libertad de sentir como quiere, como puede, como desea. Yo creo que el amor nos mueve a los seres humanos. No solo el amor de pareja, sino el amor que podés sentir por una persona o por los hijos, o por movilizarse, por hacer las cosas que uno le gusta. El amor por hacer las cosas que nos hacen bien. El amor es movilizador y fundamental. Sin amor son muy pocas las cosas que se pueden hacer, y lógico que el teatro y la literatura recorren ese camino con un fin desde el principio, y es la idea de conmover. Porque más allá de lo que pueda suceder a través de un espectáculo o un libro, si uno no conmueve con el arte, se pierde varias capas de profundidad y comprendernos como seres humanos. Y de alguna manera sentirse libres y con un sentido que nos da el viaje, que es la vida. Con amor, todo.
-¿Por qué crees que esta obra no pierde vigencia?
-No pierden vigencia cuando están construidas con una estructura sólida como es esta obra, que se mueve de principio a fin con una convención muy contundente. De por sí es raro hablar durante una hora cuando lo escuchan, y en esa convención de emitir y el escuchar, tiene que tener una estructura que la contenga muy sólida. En ese sentido, una obra como esta la tiene. También hay algo de lo original, porque cuanto más original es una actuación, un texto, más perdura. Porque se ha podido acercar a ese artista a lugares que no suelen ser fáciles. Y cuando sale queda. Y esta obra va a perdurar mucho, porque toca temas que son difíciles de ver en términos teatrales. El mundo de la literatura, el mundo del lector, poco se habla y que esto se haga a través del teatro es fascinante. Y ni hablar del recorrido de entender lo que es el amor, el enamoramiento. Y ya lo plantea la obra, que el amor a uno lo sorprende, no sale a buscarlo, a uno lo encuentran, como una tormenta. En la cita de Cortázar habla de eso; uno no puede prever mojarse a la salida de un concierto.
De eso se trata, que aparece una lluvia y uno queda empapado por completo. Son temas universales, con una estructura dramática muy fuerte, con un recorrido muy personal y también tiene un atractivo muy grande, porque habla de la vida de un tipo dedicado a un oficio. Es lindo tratar de entender la vida desde un bibliotecario, el que conoce el mundo a través de los textos de los poetas, de los autores y eso es interesante, verlo en el prisma de alguien apasionado por lo que hace.
-¿En que te marco a vos como director y actor este trabajo?
-Muchísimo. En principio como actor asumir el riesgo de estar arriba del escenario más de una hora, lo que muchos sostienen como tener tanta memoria, para nosotros el aprendizaje de la letra no es ni siquiera una virtud, sino es la gimnasia que tenemos que tener siempre a disponibilidad. El tema es cómo decirlo, y como actor como sostenerlo en acciones, que sea atractivo y que el público no se disperse, que quede pegada al espectáculo.
Me marcó mucho porque fue mi primer trabajo como director. Yo sabía que a la hora de meterme en el mundo de la docencia, en la puerta de al lado estaba la del director y me gustaba mucho esa idea. Por eso rompí los prejuicios que tenía en cuanto al unipersonal, porque me conmocionó, me siento identificado de punta a punta en el texto. Y al ser mi primera propuesta dije: “Que mejor que dirigirse a si mismo”.
Un director es muy abarcador en su trabajo, en la puesta en escena, en lo que hace el actor, estar atento durante todo el espectáculo y la mirada del director en términos de una mirada de espectador. Y me ha dado la confianza necesaria, para luego seguir en otras propuestas. Y el director viene a compartir el proceso creativo con el actor, me conozco tanto como actor que también sé esa fórmula. Y cuando se comparte ese proceso, el resultado es único.
La Ficha
CONFERENCIA SOBRE LA LLUVIA
Actúan: Fabián Vena.
Dirección: Fabián Vena y José Luis Arias.
Autor: Juan Villoro.
Día y hora: hoy, a las 21.
Lugar: Teatro Mendoza (San Juan 2417, Ciudad).
Entradas: Entradaweb.com.ar