No solo a los amantes del deporte podría interesar “Rey Richard: una familia ganadora”, que estrena hoy en los cines argentinos: su historia describe el ascenso de las tenistas Serena y Venus Williams desde la óptica de su padre Rey, quien hizo todo para que ambas fueran estrellas en la cancha. Pero además, como era de suponer, el filme adquirió una carga motivacional importante.
Dirigida por Reinaldo Marcus Green, la película tuvo que encontrar un poderoso protagónico, lo que llevó a la producción a dar con Will Smith, un eterno carismático. No son pocos los que aseguran que su visceral interpretación de Rey podría valerle, como mínimo, una nominación a Mejor Actor en los Oscar 2022: un premio que ya le esquivó en dos oportunidades, en 2001 con “Ali” (le ganó Denzel Washington) y luego en 2007 con “En busca de la felicidad” (aquella vez lo ganó Forest Whitaker).
“Impulsado por una visión clara de su futuro y utilizando métodos poco convencionales -promete la reseña-, Richard tiene un plan que llevará a Venus y Serena Williams de las calles de Compton, California al escenario mundial como iconos legendarios. La película profundamente conmovedora muestra el poder de la familia, la perseverancia y la fe inquebrantable como un medio para lograr lo imposible e impactar al mundo”.
Tanto Venus (Saniyya Sidney) como Serena (Demi Singleton) empezaron a crear sus mitos en los ‘90, cuando sobresalían en los certámenes por su tenacidad y disciplina mental. Casi al unísono se convirtieron en un fenómeno mediático que tuvo, con los años, varios documentales para explicar la razón de esos espíritus poderosos. Rey había estado detrás, forjándolos.
Las escenas más tensas de la película, como era de prever, se desarrollan en la cancha de tenis, y el despliegue de cámaras, más los movimientos sutilmente coreografiados de las actrices, emocionarán no solo a los fanáticos del tenis.
Pero es el entrenamiento que les dictó su padre Rey lo que posibilitó la fortaleza de ambas. Ese es el núcleo de “Rey Richard”: cómo para perseguir los sueños hay que trabajar duro, prepararse mucho y eventualmente optar por nobles sacrificios.
Todo ello con el cariño y empoderamiento que inspira el protagonista, quien en la vida real cumplirá próximamente 80 años. Ese fue, para Will Smith, quizás el reto más importante a la hora de dibujar este papel. Le dijo a Jimmy Fallon en una entrevista: “Da miedo cuando interpretas a una persona que sigue con vida y sabes que van a verlo. Fue hermoso”.
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