La expectativa es grande: es la 25° entrega de este agente británico que ha marcado gran parte de la historia del cine en el siglo XX y XX. Es la última película que tendrá a Daniel Craig enfundado en los zapatos del espía pero, además, la dirige por primera vez un estadounidense: Cary Joji Fukunaga (“Maniac”, “True detective”). Con estos créditos “Sin tiempo para morir” es el tanque que a partir de mañana se podrá ver a partir de hoy en nuestras multisalas.
La 25° aventura de James Bond finalmente llegará a la pantalla un año y medio después de su fecha de estreno original (abril de 2020), y es fundamental para las esperanzas de Hollywood de atraer al público cansado de la pandemia de vuelta a los cines.
Los espectadores ciertamente no quedarán decepcionados con la quinta y última aventura de Daniel Craig como el afable pero ahora maltratado agente secreto. Con 2 horas y 43 minutos, es la cinta más larga de la serie.
Grande, impetuosa, explosiva y por ocasiones hasta tierna, asiente con cariño al pasado de la franquicia mientras avanza en cierta medida hacia una era más diversa, menos dominada por los hombres y menos eurocentrista.
Y definitivamente proporciona un respiro de la fatigada realidad. El coronavirus no preocupa al mundo de James Bond en “Sin tiempo para morir”. Sin embargo, hay muchas otras cosas, desde aterradoras armas biológicas hasta legados familiares de violencia.
Cary Joji Fukunaga, es el primer estadounidense a quien se confió esta preciada exportación británica, la película comienza con dos escenas de tono sorprendentemente diferente. La primera es una fría viñeta de terror escandinavo, bellamente filmada por el director de fotografía Linus Sandgren, que presenta temas de niños en peligro y herencias envenenadas que se propagarán a lo largo de la trama.
La segunda ofrece uno de esos breves idilios que Bond ocasionalmente permite. Bond se retira del mundo del espionaje y se relaja en el esplendor italiano con Madeleine Swann (Lea Seydoux). Pero pronto los acordes del tema musical de Billie Eilish resuenan en los créditos iniciales, y James vuelve a un terreno más familiar y peligroso.
No todo está bien en el mundo. Hay cepas en la relación de espionaje entre el Reino Unido y Estados Unidos, y una enemistad mortal entre malhechores internacionales.
El viejo némesis de Bond, Spectre, y una tripulación rival luchan por el control de Heracles, un arma biológica dirigida al ADN que podría acabar con la humanidad (un asesino potencial dentro de nosotros: tal vez el mundo real no esté tan lejos después de todo).
A partir de ahí, es un thriller prolongado pero acelerado con una trama que se retuerce como una doble hélice. Todas las películas de Bond están hechas esencialmente de los mismos ingredientes; lo que las distingue es la química de su combinación. “Sin tiempo para morir” tiene todos los elementos necesarios: lugares hermosos, de Cuba a Noruega, y un Londres bello y frío. Hay automóviles magníficos, incluyendo por supuesto un Aston Martin clásico sobrecargado. Y una tecnología genial y ligeramente ridícula: nanobots y un ojo biónico ocupan un lugar destacado.
Los guionistas Fukunaga, Neal Purvis, Robert Wade y Phoebe Waller-Bridge (algunos momentos de humor parecen llevar el sello de la creadora de “Fleabag”) modifican satisfactoriamente la receta. Los personajes femeninos están allí para patear traseros en lugar de tentar a Bond, entre ellos la imperturbable agente de la CIA Paloma (Ana de Armas), y Nomi (Lashana Lynch), una espía negra que no tiene tiempo para las trivialidades patriarcales de Bond. Malek ofrece una actuación silenciosamente amenazadora, aunque una organización benéfica británica, Changing Faces, ha reprendido a los realizadores por equiparar la desfiguración con el mal.
El adiós de Daniel Craig
Este es el acto final de Craig como Bond, un papel que ha desempeñado desde “Casino Royale’' en 2006.
Los personajes hacen frecuentes referencias a la supuesta decrepitud del agente 007, aunque parece casi indestructible en las escenas de acción entretenidamente elaboradas y a veces visualmente caóticas.
Craig le aportó al personaje una musculatura bien recibida, y también una sensibilidad que se muestra particularmente aquí. Este es un Bond que reflexiona sobre sus errores e incluso habla de sus sentimientos. Uno de los personajes más perdurables del universo cinematográfico ha evolucionado.
Desde que se conoció la noticia de que esta sería la última película de Craig, surgieron numerosos rumores sobre la identidad de su reemplazante, incluida una versión que señalaba como su sucesora a una mujer negra, Lashana Lynch, que aquí interpreta a la agente Nomi. Según el actor “¿por qué una mujer debería interpretar a James Bond cuando debería haber un papel tan bueno como James Bond, pero para una mujer?”. Desde 1962, seis hombres se pusieron en la piel de Bond: Sean Connery, George Lazenby, Roger Moore, Timothy Dalton, Pierce Brosnan y Craig, que debutó en “Casino Royale” (2006) y, a los 53 años, está dando vuelta la página.
Más películas en las multisalas locales
Amenaza bajo el agua. Es la secuela de “Black Water” y viene de Australia con la dirección de Andrew Traucki. En el reparto se cuentan Jessica McNamee, Luke Mitchell, Amali Golden. Y es el cruce de la acción y el terror con los cocodrilos como monstruos que intentarán diezmar a un grupo de amigos que exploran un extraño sistema de cuevas en el norte australiano.
El prófugo. Esta producción argentina que tiene a Érica Rivas y Daniel Hendler como protagonistas viene de medirse en el Festival de Berlín. Está escrita y dirigida por Natalia Meta, basada en la novela de C.E. Feiling. Es un thriller psicológico en el que Inés, luego de un traumático episodio que vivió durante un viaje con su pareja, empieza a confundir la frontera entre lo real y lo imaginario. Inés no puede evitar la sensación peligrosa de que hay seres que provienen de sus sueños y quieren quedarse con ella para siempre.
Los santos de la mafia. Es la precuela de la mítica serie de tv “Los soprano”, dirigida por Alan Taylor y protagonizada por Alessandro Nivola, Jon Bernthal, Vera Farmiga, John Magaro. La historia se centra en la juventud del gánster Tony Soprano. Se estrenará también en HBO Max y el guión pertenece a David Chase que fue quien escribió “Los soprano” para esa señal; e hizo historia.