Este accesorio se adapta a cualquier estilo de vida urbano y suma el toque justo de actitud a los looks de entretiempo.
La gorra se consolida como uno de los accesorios favoritos de la temporada.
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Aunque los días fríos invitan a cubrirse más, el estilo no queda relegado. Este otoño-invierno 2025, la gorra se consolida como uno de los accesorios favoritos de la temporada, especialmente durante los meses de otoño, cuando el entretiempo permite jugar con capas y texturas sin perder comodidad ni actitud.
Según el Statista Global Consumer Survey, el 47% de las personas entre 18 y 34 años integran gorras en sus outfits diarios, y su uso crece notablemente durante el otoño. Entre los varones jóvenes, el 65% las considera un elemento esencial de su estilo, mientras que en mujeres del mismo rango etario la cifra alcanza el 60%. Las cifras no mienten: la gorra es mucho más que un accesorio.
“Hoy la gorra no es solo un accesorio, es una forma de expresión. La gente la elige para comunicar quién es y cómo se siente”, explica Agustín Carnevale, e-commerce Manager para New Era Argentina y Uruguay. Esta afirmación cobra sentido si se observa la diversidad de estilos, formas y materiales con los que se presenta este ítem.
De visera plana o curva, en colores sobrios, materiales cálidos como paño, pana o gabardina, y con diseños que van desde lo minimalista hasta lo nostálgico, la gorra se adapta a cualquier estilo de vida urbano y suma el toque justo de actitud a los looks de entretiempo.
En el mercado local, el auge de la moda urbana se ve reflejado en el comportamiento de consumo: cada vez más personas priorizan prendas y accesorios que combinan comodidad con estética. Incluso, las gorras, en particular, muestran una evolución sostenida en ventas durante los meses de otoño, con una fuerte presencia en plataformas de e-commerce y tiendas multimarca.
La gorra trasciende su rol funcional para convertirse en un recurso visual poderoso dentro de los códigos de la moda actual. Su capacidad de adaptarse a diferentes generaciones, estilos y narrativas personales la posiciona como un accesorio atemporal que se renueva cada temporada sin perder vigencia.