En medio de la montaña y sin conexión a internet, hoy esta situación se vería atroz y muchos no estarían dispuestos a someterse a tal cambio de normalidad. Pero a esto es lo que apunta “Señales de Humo”, el film documental de Luis Sampieri que estrena hoy en Cine.ar. La vida sin tecnología sigue siendo vida, sólo que no nos detenemos a pensar en la cantidad de herramientas que existen fuera de lo cotidiano.
“Dispensamos demasiada energía y expectativas en esa palabra llamada conectividad. Creemos que al tener teléfonos celulares estamos conectados y en gran medida no es así. Ahora estamos más desconectados que antes de la realidad que nos rodea y más dependientes del aparato todo el día. De alguna manera la película muestra esa dicotomía”, explica Luis, el impulsor de esta historia basada en una vivencia personal.
Hace siete años, en el pueblito de Amaicha de Valle de Tucumán, Luis vivió esta experiencia que se narra en la historia: su internet no funcionaba por cuestiones climáticas y tuvo que esperar al arriero para llevar una antena nueva y poder instalarla.
“Yo pregunté quién era el arriero. ‘Mario Reyes’ me dijeron. Me quedé sorprendido, era el mismo Mario Reyes que yo había conocido hace treinta años siendo estudiante cuando nos llevó a mí y a un grupo de amigos a tomar unas imágenes en la alta montaña. Era el mismo protagonista, pero habían pasado los años”, contaba el director.
“Cuando lo conocí, apenas existían celulares, e internet era una palabra casi desconocida. El personaje era el mismo, la realidad había cambiado notablemente, fue ahí que decidí plasmar una historia que incorpore a Mario y así mostrar la dependencia de la tecnología en los tiempos que corren, aun para una realidad tan alejada e inhóspita como la que muestra ‘Señales de Humo'”.
La imagen de Mario, el arriero que años atrás había guiado a un grupo de jóvenes estudiantes por las montañas, instalando una antena para lograr proveer internet a la comunidad fue uno de los elementos impulsores de este proyecto.
“Volver al lugar después de treinta años y ver cómo había cambiado notablemente una realidad, sobre todo por la influencia de la tecnología que afecta fundamentalmente a la comunicación entre los seres humanos”, expresó Luis. “Ver la situación de Mario contando los cardones a mano en el siglo en que vivimos me pareció un acto poético y de rebeldía ante la invasión permanente de una cultura basada en tuiteros e influencers de la estupidez humana”.
Un mensaje crítico a la tecnología
Se podría decir que el mensaje principal que trata de transmitir este film es la dependencia del ser humano por la tecnología, y que sin quererlo ni buscarlo, se vio reflejado en esta época de aislamiento donde todo gira en torno a la conectividad a través de un aparato.
“Es curioso, la tecnología necesita del animal para subsistir. En cierta medida también fue uno de los detonantes de la película, ya que una vez vi una mula que llevaba en su lomo la antena parabólica para una escuela en la alta montaña. Me parecía sugerente la imagen y la incorporé en el film”, expresa Sampieri.
“Es una contradicción permanente porque para nuestra sociedad, en gran medida, su principal sostén para el desarrollo parece que fuera la tecnología dejando de lados muchos otros aspectos que podríamos llamar arcaicos”.
La realidad es que a donde sea que vayamos, la tecnología nos persigue. Sus ventajas son infinitas, pero también así sus componentes negativos alcanzan una gran parte. El exceso de aparatos tecnológicos lleva consigo un olvido de lo que fue el mundo en otro momento.
“Si bien la tecnología está en cualquier rincón del mundo, hay lugares como los que muestra la película en donde lo ancestral marca el día a día de las personas que viven en esos sitios. Somos una sociedad que ha puesto demasiado énfasis en lo tecnológico dejando de lado muchas cosas, entre ellas la observación de las distintas realidades que nos rodean”.
Este documental representa la crítica que hace el director a la tecnología y su excesivo uso, dejando atrás las tradiciones que por años acompañaron al ser humano y su desarrollo en la vida en comunidad.
“Las sociedades han creado una dependencia extrema de la tecnología simplemente porque es un negocio, a través de ellas nos pueden vender y así con la palabra conectividad desaparecen muchos rituales. En cierta medida la tecnología ha ido diluyendo muchos rituales y es lo que pasa en esa pequeña comunidad indígena que ve cómo se van perdiendo antiguas formas de comunicación entre ellos”.
Su trayectoria en el cine
Con su cuarto largometraje y el reconocimiento en el campo del cine, Luis Sampieri llega nuevamente a las pantallas argentinas con este documental que trae al presente un relato en un espacio y tiempo mítico, donde dialogan lo arcaico y lo moderno, el pasado y el futuro.
Después de Cabecita rubia (2001); FIN (2010) y La hija (2015), esta vez el desafío se centra en contar con la cámara una historia que mezcla lo tecnológico y lo analógico, demostrando que uno no existe sin el otro.
Fue un desafío y una nueva experiencia que anteriormente no había tenido la posibilidad de vivir. Filmar en la alta montaña y estar condicionados a cambios permanentes a las condiciones meteorológicas fueron los componentes que dieron la adrenalina a este filme. “Fue acoplarse a la naturaleza y estar atentos a situaciones que inesperadas, como la niebla o los rayos que son verdaderos cuando arriban al refugio de altura. Fue realmente excitante filmar bajo esas condiciones, y lo volvería a repetir”.
Señales de humo podrá verse online en todo el país de manera gratuita desde el viernes 17 hasta el jueves 23 de julio en la plataforma Cine.ar, y desde el viernes 31 quedará en la plataforma en alquiler pagando $30. Tendrá su estreno en Cine.ar TV hoy a las 20, y repite el sábado 18 a la misma hora.