Con la llegada de la primavera, las personas empiezan a sentir más deseos de salir y socializar, luego de un largo invierno que nos mantuvo en casa obligados. Durante esta temporada de invierno, muchos aprovecharon el tiempo y el dinero que no usaron para salir, en tratamientos estéticos que habitualmente se realizan en la piel en esta etapa del año.
Sin embargo hay otro tipo de tratamientos que no son estacionales y que se pueden realizar de manera más progresiva, logrando efectos positivos si se mantienen con constancia.
Uno de estos -que en realidad no se reduce a una sola técnica, sino que son un conjunto de procedimientos estéticos- es la Armonización Facial, que tiene múltiples beneficios y que puede usarse tanto en pieles maduras, para mejorar su textura y apariencia, como en pieles más jóvenes (alrededor de 25 años) tanto en hombres como en mujeres, para prevenir futuras lesiones, surcos o arrugas.
“Cuando se combinan las técnicas, mejoran la simetría del rostro y transforman algunas características dando un rostro más armónico en sus proporciones. Además si se realiza en pacientes a partir de los 40 años ayudar a desacelerar el envejecimiento de la piel, caracterizado por la pérdida de elasticidad, volumen y grasa”, explica la doctora Claudia Cabeller (Mat.6145), especializada en medicina estética.
La idea de estos tratamientos es que la persona se vea mejor, pero de una forma integral, sin que quede en evidencia que realizó algún tipo de tratamiento. “No es que le cambia la cara por completo sino que se van retocando partes y se realiza en pequeñas zonas que pueden mejorar las proporciones del rostro”.
Así como otras áreas de la medicina, la estética ha ido cambiando técnicas y productos para lograr mejores resultados, reversibles y sin consecuencias a largo plazo.
Aún muchas personas se resisten a realizar cualquier tipo de intervención en sus rostros porque los tratamientos de décadas pasadas dejaron ejemplos poco felices, con caras que perdieron toda expresión y , en los peores casos, ni siquiera se parecían a la persona. En aquella época las intervenciones eran quirúrgicas, con productos no reabsorbibles y con “consecuencias” definitivas e irreversibles.
Hoy en día los profesionales de la estética se han volcado al trabajo con ácido hialurónico, una sustancia que se encuentra de forma natural en numerosos tejidos y órganos del cuerpo humano, por lo que no tendría efectos adversos; y toxina botulínica reabsorbible para realizar retoques imperceptibles, pero que pueden mejorar la apariencia y la autoestima de la persona que tiene -o siente que tiene- algún defecto en el rostro.
Esta técnica está basada en un código desarrollado por los especialistas, en el que se estandariza la técnica (es decir, en qué partes de la cara se coloca el producto, de acuerdo a la musculatura facial) pero respetando la forma de la cara y los rasgos de cada persona.
“Si vemos una mujer africana, una europea y una oriental, pueden ser muy hermosas las tres siendo absolutamente diferentes en sus rasgos. El parámetro de belleza es una cara armónica en el que las proporciones del rostro se respetan. Está estudiado que si se dan en determinadas proporciones , el rostro será atractivo, aunque las mujeres sean muy diferentes”, explica Cabeller.
Cómo tratar las arrugas de la frente
Es una de las zonas que primero acusa el paso del tiempo, al igual que las arrugas gestuales alrededor de los ojos producidas por la risa (pata de gallo).
Esta parte del rostro tiene arrugas que se notan aún cuando la persona no hace ningún gesto y según explica la médica, hay dos tipos de tratamientos: “Unos son de relleno que, se hacen en las caras que empiezan a envejecer, porque la piel se cae por capas los huesos se reabsorben y se achica. El músculo se descuelga y se cae y el tejido adiposo que en la adolescencia nos da la cara redonda y rozagante, se consume entonces la piel no tiene dónde sostenerse. La idea es que se puede dar volumen al rostros donde lo ha perdido”.
El segundo tipo de tratamiento consta de una combinación de botox y ácido hialurónico: “Una frente ya puede estar tan marcada que ha hecho surcos”. En este caso, se procede a la colocación del botox para alisar las arrugas más superficiales y rellenar aquellas que son más profundas con relleno hialurónico.
“En cada mujer hay pequeños detalles se pueden retocar para lograr la máxima expresión de su belleza. Cada mujer tiene un máximo potencial de belleza que se puede perfeccionar pero sin que queden todas las caras iguales”, aclara la médica.
En cuanto a las cejas, otra zona que delata el paso del tiempo cuando los párpados comienzan a caer, pueden tratarse de manera que corrijan el aspecto de vejez, o en personas que tienen un rostro con cejas caídas de nacimiento: “las cejas se pueden levantar con botox que al relajar el músculo deje de tirar y levante la ceja, abriendo la mirada. También se usa para las patas de gallo”, explica la doctora y agrega: “pero hay que evaluarlo muy bien porque hay gente a la que le quedan muy bien ciertas arrugas, porque son parte de su expresión y las hace más bonitas. Si se lo sacás se va a notar, por eso hay que ser muy cuidadosos si el gesto es muy de la persona”.
La piel requiere un terapia previa
Estos tratamientos pueden ir acompañados de otro tipo de terapias para la piel, que se realizan de manera previa a cualquier intervención médica y que preparan la dermis para la mejor absorción de lo que se coloque con posterioridad.
Este tipo de tratamientos pueden realizarse en un salón de estética y no requieren la intervención de un médico especializado, pero sí personas certificadas en cosmiatría y cosmetología.
Grisel Villegas, de Estética Integral Mendoza, explica que la honestidad con la clienta o cliente es fundamental, aún contra los propios intereses, ya que muchas veces la persona llega al salón con ideas que no son apropiadas para su tipo de rostro: “En la estética les aconsejamos y les decimos si lo que se quiere hacer va a quedar bien en su tipo de rostro. Me pasó con una clienta que vino a hacerse un BB Glow y tenía una piel impecable, no le hacía falta, y no se lo hice”.
Según explicó la cosmiatra, lo recomendable es hacer tratamientos faciales previo a un relleno con hialurónico o botox: “Yo recomiendo un BB Glow o un tratamiento de fototerapia con LED para unificar el tono y mejorar el aspecto de la piel, ya que mejor en un 80% el acné y la piel rosácea”.
En pieles con menos complicaciones, pero que lucen opacas o marchitas, existe un tipo de terapia bastante innovadora y que consiste en levantar células muertas con un bisturí. “El dermaplaning es ideal porque retira todas las células muertas y vellosidad. Se trabaja con un bisturí especial, en la forma correcta y con una técnica correcta, es decir que no es que alguien puede llegar a su casa y hacérselo porque termina todo cortado”, asegura Grisel.
Otras técnicas vinculadas a la pigmentación de la piel y que están muy en auge en estos tiempos son el microblading y la micropigmentación.
En este caso, Lorena Allende, micropigmentadora explica que se pueden combinar todas las técnicas, que no tienen interacción unas con otras y que, en todo caso, son complementarias para lograr un rostro armónico y rejuvenecido: “en el labio se trabaja el arco de cupido, sobre todo cuando han perdido la forma, previo a la colocación de hialurónico, para que quede una boca perfecta”.
El trabajo de cejas, tiene una técnica llamada microblading que consiste en el relleno de la zona, en caso de cejas ralas, o la creación de cejas en personas que las perdieron por completo: “El trabajo en cejas es al revés. Si la persona tiene cejas ralas y caídas, es preferible que primero se coloquen el botox, para levantarlas, así luego el dibujo que se hace para rellenar con micropigmentación se realiza sobre las medidas de la ceja como quedará finalmente”.
Los labios son los protagonistas de la temporada
En Europa, y cada vez más en nuestro país, el grosor de los labios se ha ido incrementando con las nuevas tendencias.
Sin embargo, las técnicas de tiempos pasados dejaban labios gordos y caídos, dando mayor sensación de vejez al rostro y por ese motivo, muchas mujeres (y esposos) son reticentes a realizarse esta práctica. “Se puede hacer una hidratación porque con la edad las mujeres vamos consumiendo nuestro propio colágeno y ácido hialurónico y puede tener buena forma pero estar muy seco”, explica la doctora Cabeller, y agrega “Los ácidos hialurónicos tienen distintas densidades algunas muy suaves que sólo hidratan y no dan volumen otras que son en gel y dan un poco de volumen y otras que son más densos para mujeres que quieren o necesitan engrosar mucho los labios porque tienen una boca muy muy delgada”.
En todos los casos, la idea es que el rostro quede armonioso, dependiendo del tipo de rostro y también de la edad de la persona. “En el caso de imperfecciones por accidentes, labio leporino o asimetrías, se puede intentar una mejora hay que ver porque hay cicatrices que son muy retráctiles y tiran mucho y uno puede corregir en volumen. Pero como siempre, hay que analizar el caso de cada paciente”, concluye.