El fin de semana que pasó nos dejó una certeza: el streaming llegó para quedarse. Ese formato que, en un primer momento de la cuarentena había servido para hacer sentir menos las soledades y acompañar las frustraciones a través de “lives” precarios a través de Facebook, YouTube o Instagram, ahora es una opción real para los artistas. Y no solo los músicos.
Que los números hablen. El viernes, sábado y domingo, Martín Bossi debutó en el formato a través de la plataforma TicketHoy, con el show “Bossi Clandestino”. ¿Creían que la falta de contacto, la falta de interacción escenario-platea, la falta de clima y la despersonalización total de un género tan del “vivo” como el humor iba a desanimar a los argentinos? Todo lo contrario. Bossi vendió para esos días un total de 25 mil tickets, lo que equivale a unos diez Teatro Colón, o a medio Estadio Único de La Plata, o incluso a una temporada de verano entera en una sala mediana de la costa.
El mismo sábado, en otro lugar del ciberespacio, empezaba su primera edición virtual el Cosquín Rock. Con un line up cuádruple y novedades para la experiencia del usuario, el coloso de los festivales musicales logró reunir a 170 mil “espectadores” entre los dos días en toda Iberoamérica, una expansión geográfica que José Palazzo -el productor- ya tenía en sus planes, aunque no de esta forma.
El viernes, por otra parte, Valeria Lynch dio el streaming de la discordia: la gente que se quiso conectar fue tanta que TicketHoy colapsó y muchos se quedaron “afuera” del show. El mismo problema lo tuvieron Bossi, el mismo viernes, y en PlateaNet Baby Etchecopar, quien acusó al kirchnerismo de hackear la ticketera. Hoy Patricia Sosa dará finalmente el suyo, y se espera que la convocatoria también sea más de la esperada.
¿Hacia dónde va el streaming?
A esta altura del aislamiento social, los shows en streaming pagos se han convertido en una opción muy real para los artistas. Si cinco meses atrás alguien dudaba de que este formato pudiera ofrecer algún atractivo real a la gente, para llevarla a pagar una entrada virtual, ahora esa duda ya no existe.
La primera en saberlo fue TicketHoy, la ticketera que hoy lidera el rubro, que empezó a desarrollar una plataforma con acceso restringido antes que nadie, cuando en España el Covid-19 ya estaba haciendo caer conciertos y encuentros empresariales. Además del soporte, supo que el desafío era lograr una buena experiencia para el usuario, por lo que también apuntó a generar un buen entorno técnico con calidad HD.
Así se hizo de su primer manojo de artistas: Willy Crook & Funky Torinos, Soledad, Pedro Aznar, Ivan Noble, Nito Mestre, Los Nocheros, El Chaqueño Palavecino, además de los ya mencionados.
El caso del Cosquín Rock fue ambicioso porque contó con su propia plataforma, al igual que ya lo hiciera a mediados de julio el festival mendocino Aurora, que tomó la delantera en esto de ofrecer, además de una transmisión de calidad, experiencias.
En el caso del Aurora Festival, hablamos de la creación de diferentes entornos virtuales para que los usuarios se conozcan entre sí, espacios de workshops y hasta de consultas de salud; el Cosquín, por su parte, ofreció cuatro escenarios, y cada uno con diferentes cámaras, para que el usuario pudiera elegir su ubicación, además de envíos a domicilio de merchandising y hasta de exclusivos “meet and greet” con algunos músicos. Claro que cada experiencia supone un “plus” en el valor del ticket de base.
Cuando el mundo vuelva a la “nueva normalidad”, el streaming será una opción más para la música, el teatro y todas las artes del vivo. Los productores coinciden en que este formato seguirá activo después de la pandemia, funcionando en paralelo a los shows en vivo.
Palazzo lo anticipó: “No reemplaza la increíble experiencia de vivir un recital o un festival en vivo, es una alternativa por ahora y luego será un complemento que va a perdurar en el tiempo”, dijo sobre las próximas ediciones del Cosquín Rock.
Diego Balan, CEO de TicketHoy, le dijo a Télam: “Aspiramos a que un evento se pueda estar dando en un teatro en particular, la gente lo va a estar viendo presencialmente pero al mismo tiempo rompemos las paredes del teatro, esa capacidad limitada, y logramos que se pueda ver en vivo en todas partes del mundo”.
Eduardo Basagna, otro productor importante del mercado latino, ya anunció shows en el Luna Park y en NicetoClub, que se monetizarán a través de MasVivo. “Más allá de que vuelva a la normalidad es como el fútbol, que la gente va a la cancha o lo ves por televisión, van a surgir estas opciones que van a permitir que un recital lo pueda ver gente en otros continentes. A partir de ahora hay que trabajar en algo mixto”, dijo.
Mientras, el mercado también va tomando forma a medida que pasa el tiempo. Esta semana, por ejemplo, algunos artistas, como Lynch y Bossi, dijeron que por esas experiencias fallidas migrarán de TicketHoy a alguna otra plataforma que les garantice mejor conexión.
Aunque ese es el gran problema que señalan las propias ticketeras: en Argentina, la velocidad de conexión está por detrás de la que tienen otros países. Ese inconveniente, que es de infraestructura, no lo pueden solucionar ellos, aunque hagan todo lo posible para transmitir en HD 1080 (lo que pide una alta conectividad de 30 Mbps).
El escenario está planteado. La otra pregunta que queda flotando es si este formato también será rentable para los artistas que no son del mainstream y no agrupan grandes audiencias: ¿el streaming será una opción a largo plazo para ellos también, o contribuirá a hacer todavía más uniforme la cultura que consumimos?