Charlie Watts es, quizás, el integrante más tranquilo de los Rolling Stones. Es el dueño de la batería y el único miembro original junto a Mick Jagger y Keith Richards de la banda que genera todo tipo de sensaciones en cualquier rincón del mundo.
Este miércoles 2 de junio cumple 80 años, de los cuales 58 los ha vivido en el grupo londinense que lo convirtió en una estrella mundial, a pesar de que su pasión musical y su filosofía artística se asocian al jazz.
Charlie es el encargado de marcar el ritmo de la legendaria banda y este miércoles ha recibido todo tipo de mensajes y saludos en las redes, puros halagos por su gran carrera y por su vitalidad. Entre ellos, apareció el del líder de los Rolling.
Mick Jagger se volcó a Instagram y compartió un especial video que recopila distintos momentos del baterista sobre escenarios y estudios de grabación. Y escribió: “Feliz cumple, Charlie. Con cariño, Mick”.
Una de las anécdotas que suena sin parar es de mediados de los ’80, cuando Mick llamó a la habitación de Watts, en plena madrugada, mientras él dormía. El cantante le gritó: “¿Dónde está mi baterista?” y le pidió que fuera hasta su cuarto.
Dicen que el artista se tomó el pedido con total tranquilidad y que se dio su tiempo para ponerse su mejor traje, y al entrar a la habitación de su compañero, quien estaba en plena fiesta, le dio un golpe y exclamó, enojado: “Nunca más vuelvas a llamarme tu baterista, en todo caso vos sos mi maldito cantante”. Claro, ese episodio es negado a la prensa.
La vida personal de Watts estuvo marcada por la fidelidad a su esposa, con quien comparte la vida desde los primeros años de los 60, y por el gusto por la quietud hogareña. Él cayó en una fuerte adicción a la heroína y el alcohol a finales de los 70 y gran parte de los 80, pero en su caso fue más producto de demonios internos personales que un condimento a un alocado andar.