Era el año 2002. El país estaba sumido en una fuerte crisis económica y un homicidio conmocionó a la Argentina. Un domingo por la tarde, el Country Carmel tiñó sus caminos de rojo tras la muerte de la socióloga María Marta García Belsunce.
Su caso ha traído dudas y más incógnitas a lo largo de los años. De hablar de un accidente doméstico, el caso pasó a caratularse como homicidio. Los argentinos vivieron años de incertidumbre frente a quién fue el responsable de este hecho, algo que hasta hoy, continúa sembrando ciertas preguntas que no obtendrán respuestas.
Tras el éxito documental que Netflix estrenó el año pasado, donde se reflejó todo lo que fue la investigación del caso del cual se declaró responsable al viudo de María Marta, Carlos Carrascosa. Desde la comunicación de los medios hasta las filmaciones del juicio oral al que fue sometido el viudo, el caso estuvo en boca y ojos del mundo.
Warner Media Latinoamérica, en conjunto con Pol-ka, comenzó a filmar esta semana una nueva miniserie basada en uno de los casos más emblemáticos de la historia argentina. La producción será transmitida por la plataforma de HBO Max, la cual llega a Argentina el próximo 27 de junio.
“El caso de María Marta García Belsunce sigue despertando interés en la opinión pública después de dos décadas”, comentó Tomás Yankelevich de Warner Media Latinoamérica. “En estos hechos reales encontramos la base para construir una historia de ficción que merece ser llevada a la pantalla por su relevancia e impacto para la audiencia.”
Luego de varias audiciones que se realizaron de manera virtual, finalmente se dio a conocer el elenco que conformará a las figuras principales. Encabezado por Jorge Marrale como Carlos Carrascosa y Laura Novoa, quien hará de María Marta, se suman Mike Amigorena, Carlos Belloso, Muriel Santa Ana, Guillermo Arengo, Nicolás Francella, Valeria Lois, Ana Celentano, Esteban Bigliardi y María Leal.
Aún no existen muchos detalles que expresen lo que veremos en esta serie, aunque a poco de cumplirse 19 años desde que el homicidio de María Marta fue cometido, su caso continúa impune y sigue sembrando incertidumbre en los argentinos y el mundo, quienes ven reflejadas las fallas de la justicia en un caso puntual.
De un accidente doméstico a un homicidio
En el 2020, Netflix despertó el interés nuevamente por el caso Belsunce. “Carmel: Quién mató a María Marta” revivió el caso en una miniserie documental de cuatro capítulos que recorrió cada uno de los espacios que el caso había dejado desde el hecho en 2002 hasta la actualidad.
Socióloga y vicepresidenta de Missing Children Argentina, María Marta García Belsunce era una de las figuras de la clase alta argentina más destacadas a comienzos de siglo. Fue su muerte la que despertó el interés del mundo por conocer qué hubo detrás de uno de los casos más incógnitos de nuestro país.
Un domingo de octubre, María Marta junto a su marido Carlos, su media hermana y su cuñado se encontraban viendo un partido de Boca-River en casa de su hermana en el Country Carmel.
Pasadas las seis de la tarde y ya terminado el partido, María Marta se dirigió a su casa vecina en bicicleta, mientras su marido declara que permaneció en la vivienda viendo un partido de Independiente con su cuñado.
María Marta se encontraría con su masajista, Beatriz Michelini. Los hechos se desvirtuaron, la masajista llamaba para pedir el permiso de ingreso al country, aunque nadie contestó desde adentro.
Llega su esposo y permite que ingrese la mujer. Alrededor de las siete de la tarde, cuando entra a su casa, encuentra el baño todo lleno de vapor, mientras que entre el bidet y el inodoro había sangre.
La imagen de María Marta acostada boca abajo en la bañera con agua y sangre fue el primer impacto. Se había desvanecido pero su marido asegura que aún respiraba.
Según uno de los relatos, su masajista intentó reanimarla mientras su marido llamó a su cuñado para que venga a socorrerlos. Llegaron su hermana y su cuñado a la casa en plan de reanimar a María Marta.
En pánico, su hermana corrió por el barrio buscando la ayuda de un médico, aunque no encontró socorro. Llega la primera ambulancia, la cabeza de María Marta continuaba sangrando.
El documental da detalles. Tres descargas de electroestimulación, masajes cardiacos, reanimación y cuatro ampollas de adrenalina se pusieron a disposición para salvarla, pero no sucedió. No pueden tocar el cuerpo, no pueden moverlo. “La familia dice que hubo traumatismos”, anuncia la central a la obra social.
“El country representa el cuarto cerrado. Si alguien muere en un cuarto cerrado, alguno de los que estamos adentro tuvo que ser el asesino”, dice frente a la cámara una de las vecinas y amigas de María Marta.
Ese 27 de octubre de 2002, pasadas las 19 horas, muere María Marta García Belsunce en el country Carmel.
A partir de allí, comenzaron los problemas. Manipulación, encubrimiento y falacias fueron algunos de los temas de los que se habló en el juicio.
El acta de defunción era falsa, decía que María Marta había muerto por un paro cardiorrespiratorio en Capital. Cuando se comienza la investigación, descubren que el cuerpo había sido examinado por dos médicos quienes dijeron que su muerte fue a causa de un golpe en la ducha. Se habla de una muerte dudosa y violenta. La familia había mentido.
Con Diego Molina Pico como el fiscal de la causa, luego de un mes del entierro, las investigaciones comenzarían. Ya pasado el funeral, se ordenó una autopsia para volver a examinar el cuerpo y entender qué era lo que había sucedido.
En la autopsia se descubrió que el cuerpo tenía cinco plomos de bala en el cráneo. “Dijeron que murió en un accidente doméstico, pero la mataron a tiros”, titulaban los diarios.
Comenzaron a aparecer detalles que habían deformado la investigación, sus familiares habían modificado la escena del crimen limpiando los restos de sangre y tirando a la basura elementos que podían resultar claves. La escena había sido totalmente adulterada.
El caso llevó años para resolverse, comenzaron a sacarse conclusiones respecto a las posibles razones por las cuáles alguien quisiera asesinar a María Marta. Se habló de narcotráfico, cártel de Juárez y mil suposiciones más relacionadas a los negocios que tenía Carrascosa.
La justicia condenó, finalmente, a Carrascosa, a pesar de no haber hallado un móvil para el crimen: cadena perpetua por homicidio agravado por el vínculo. El hombre estuvo solo siete años preso, porque en 2016 la Corte Suprema lo declaró inocente y ordenó su liberación.
Liberado Carrascosa, la investigación se concentró en un vecino de Carmel, Nicolás Pachelo, y dos custodios del barrio, tres viejos protagonistas de la historia que estuvieron en la mira desde el primer día. El trío está preso, a la espera del juicio oral que debía desarrollarse durante el 2020, aunque finalmente se pospuso por la pandemia.