Damián Betular es el jurado más reciente en “Masterchef Celebritiy Argentina”, aunque su carrera en la gastronomía comenzó muchos años antes, alentada por la madre y la abuela, de quienes heredó el gusto por la cocina. Antes de estar en la televisión local, pasó por famosos programas como “El desafío de Buddy” de Discovery Home & Health, -como productor- y más tarde en, “Bake off Argentina, el gran pastelero” donde también ofició de jurado. Se capacitó en Londres, Nueva York, México y Japón y actualmente es el chef pastelero del Palacio Duhau Park Hyatt Hotel, en Buenos Aires. Y solo tiene 38 años.
Basta con darle una mirada a sus fotos en Instagram (la única red social que tiene) para entender que se trata de un genio, pese a que Germán Martitegui cuando se presentó a una prueba en uno de sus restaurantes. “Le quiero demostrar a Germán... Quiero que sepan que fui a una entrevista cuando estaba por abrir un restaurante hace quince años y no me tomó”, contó Damián Betular en una de los castings de “Masterchef Celebrity”, donde actualmente comparte espacio con Martitegui y Donato de Santis.
Su perfeccionamiento profesional comenzó en el Instituto Argentino de Gastronomía, donde se recibió como Profesional Gastronómico en 2002 y como Pastelero Profesional en 2003. En Nueva York hizo un perfeccionamiento en el Culinary Institute, luego viajó hacia los destinos ya mencionados, y terminó realizando prácticas profesionales de cocina alemana en Córdoba. Más tarde, continuó aprendiendo en el Hotel Patagonia Plaza en San Martín de los Andes y trabajó en el restaurante Sucre, donde armó su primera carta de postres guiado por la jefa de pastelería Pamela Villar, quien es hoy una de sus grandes amigas.
Arte en chocolate
Las creaciones de Betular son verdaderas joyas comestibles. El proceso comienza con un boceto para luego aplicar técnicas de alta pastelería seleccionando cuidadosamente ingredientes de la más alta calidad nacional y regional. Cada año, por ejemplo, elige una temática para los huevos de Pascua, que terminan siendo obras de arte.
En 2015 participó como invitado en la segunda temporada del reality show gastronómico MasterChef. En esta oportunidad se destacó por brindar una clase magistral sobre los macarons, que es una de sus especialidades más reconocidas de la pastelería francesa.
Pero esa no fue la primera vez que apareció en un medio. Antes había incursionado como columnista en La ley de Marley, programa radial conducido por Marley en FM 89.9 Radio con vos. De abril a junio de 2018, junto a Pamela Villar y Christophe Krywonis, participó como jurado del reality show de pastelería “Bake Off Argentina, el gran pastelero”, emitido por Telefe. Continuó su participación en el rol de jurado en la segunda temporada del reality, que se emitió entre marzo y junio de 2020.
No tan reservado
Damián Betular siempre se mostró tal cual es, probablemente porque nunca tuvo la necesidad de aparentar otra cosa. En este sentido, explicó en una entrevista dada al diario La Nación, que nunca le hizo falta definirse con ninguna etiqueta frente a sus padres, ya que todo fluyó de manera natural. “Mis papás me apoyan en todas mis decisiones. Yo creo que hay veces en las que hay cosas que tenés que hablar y hay otras que son obvias. En mi casa se dio todo con mucha naturalidad”, dijo, en alusión a su orientación sexual. El chef del Palacio Duhau ponderó la actitud de sus padres hacia él, y afirmó: “Se lo deseo a todos, que todos tengan padres como los míos, porque aún con sus defectos me dejaron ser y soy muy feliz”.
En cuanto a su vida personal, contó que por el momento no está en pareja y que, aunque espera encontrar a alguien con quien compartir la vida, la pasa muy bien solo porque siempre tiene actividades en su casa. Lee, mira alguna serie, dibuja o juega a la play…. “Siempre encuentro algo para entretenerme aunque tengo muy poco tiempo libre porque la realidad es que yo estoy casado con mi trabajo. Me gusta definirme así”, confesó, entre risas, durante la entrevista con la revista Para Ti.
“Mi gran amigo Humberto Tortonose suele decirme que las cosas llegan a su debido momento, es decir: cuando tienen que llegar. Y yo creo que es una gran verdad. Por eso no busco una pareja pero estoy abierto a conocer a alguien interesante en cualquier momento y lugar”, contó en la entrevista de octubre pasado.
Admirado por mujeres
El pastelero asegura que tiene pocas oportunidades de conocer a alguien, porque por el momento está muy concentrado en su trabajo. Y aunque admite recibir algunas propuestas a través de su red social, confiesa que la mayoría son mujeres que no tienen intenciones amorosas. “Te puedo asegurar que vienen más como para que vaya a cocinar. En redes tengo Instagram nada más, y el otro día vi que el 65% de mis seguidores son mujeres. Creo que la pastelería llega más a eso. Quieren que me instale a cocinar a sus casas”, dijo entre risas el pastelero, que está cerca de alcanzar el millón de seguidores en la red social.
Su amistad con Humberto Tortonese
Se conocieron hace 15 años, en un evento organizado por Dolly de Irigoyen “Fuimos a la localidad de Las Heras a trabajar para El festival de las pastas, y nos alojamos en el mismo hotel. No nos conocíamos en ese momento pero creo que fue uno de los mejores fines de semana de mi vida. ¡Pocas veces me reí tanto!”. A partir de ahí se hicieron amigos inseparables: comparten salidas, vacaciones y hasta tienen planeado abrir un local de arte y comidas -que se llamará Loro negro- en el barrio de Colegiales. “Humberto es un gran pilar en mi vida, es mi familia”, afirma Damián.
En relación a su vida privada, parejas y su soltería actual, Damián recuerda: “Mi gran amigo Humberto Tortonese suele decirme que las cosas llegan a su debido momento, es decir: cuando tienen que llegar. Y yo creo que es una gran verdad. Por eso no busco una pareja pero estoy abierto a conocer a alguien interesante en cualquier momento y lugar”, contó en la entrevista de octubre pasado.
Más que jurado, un consejero
Su rol en Masterchef Celebrity es intermedio, pero no por eso menos importante. Frente a la rigidez de Germán Martitegui y la bonhomía de Donato De Santis, Damián Betular se presenta como ese amigo que te dice lo justo, eso que quizás no querés escuchar pero que tenés que saber.
Probablemente esto también se debe a que en más de una oportunidad contó que varios de los platos que probaba desde su rol de jurado en el ciclo de Telefé le recordaban a sabores de su infancia y a las cosas que con tanto amor preparaban su mamá, sus abuelas y tías para la familia.
Aunque es riguroso y detallista a la hora de hacer las devoluciones a los participantes, siempre antepone la empatía e intenta darles algunos consejos para que puedan seguir adelante con la cocina y brindar un mejor plato. Fue él quien le sugirió a Iliana Calabró que no hiciera pato si no sabía y le indicó a Sol Perez cómo hacer para que el crumble de manzanas no quedara húmedo en la masa.
El peso de la fama
La verdad es que la fama no le pesa en absoluto. Lo que sí le complica el peso es la profesión elegida, porque estar todo el día probando delicias y dedicándole horas y días a la comida termina marcando huella en la silueta. Y el caso de Damián no es una excepción. En varias oportunidades comentó acerca de cómo tuvo que empezar a cuidarse: “Siempre me gustó comer y nunca me interesó demasiado hacer actividad física, con lo cual, los kilos venían. Hoy la pandemia me ayudó a organizarme porque no comía bien”.
En este sentido, no escapa a la regla general “Después de un día de mucho trabajo, podía pasar por un local de comidas rápidas e irme comiendo una hamburguesa en el auto. Tenía mucho desorden porque no he parado nunca de hacer cosas, mi almuerzo podían ser dos alfajores. Eso sucedió hasta no hace tanto tiempo atrás”, confiesa en una entrevista. Y concluye: “Estoy feliz de haber podido solucionar eso. Me hizo bien no solo en lo físico sino también mentalmente”.