La distribución y la difusión son problemas con los que quienes gustan de la música, el cine o la literatura se ven limitados en sus apetencias. En Mendoza sucede así: muy poco de eso que es interesante, que marca vanguardia artística y que enriquece y amplía nuestra riqueza perceptiva nos llega de primera mano, a la puerta de la casa. Pero la pandemia, que no sabe de centralismos, nos ha abierto la puerta a los mendocinos para husmeemos donde antes solo podíamos con un ticket de avión -hotel incluido- o mucha indagación personal por los mares de la sobreinformación.
Es verdad que el streaming no suple la presencia, la energía de esa pared rota entre los sonidos del escenario y nuestra percepción hipnotizada por el placer con que lo derraman los artistas. Pero algo es algo. Y mañana habrá mucho más que “algo” para planear: el inicio del ciclo de Bebop Club, uno de los clásicos porteños, que trae una grilla de notables y abre con un artista formidable: el bajista, cantante y compositor uruguayo Daniel Maza.
Abrirle la puerta a Maza y su cuarteto (Leandro “Pitu” Marquesano en piano y teclados, Fabián “Sapo” Miodownik en batería y Ramiro Cubilla en guitarra, y él en bajo) es introducirse en un universo de delicias sonoras contemporáneas de bien alto vuelo. Es que él y sus músicos transitan por géneros diversos y a todos les imprimen un sello fresquito, que invita a ese fluir livianamente por las complejas revisiones y arreglos que ellos hacen sobre temas del latin jazz, boleros, bossanova y por supuesto el candombe. Después de todo, Maza viene de allí: del barrio Del Cerro en Montevideo.
También la pandemia nos ha permitido llegar a contactarnos con Daniel para que, de primera mano, nos cuente cómo afrontarán este show tan distinto a los que suelen agitar en las noches jazzeras de la capital argentina.
-¿Cómo abordarán este concierto, que es tan distinto a estar allí, con público, sintiendo esa energía?
- Seguro es muy distinto. Es algo que nunca hicimos, salvo cuando se graba un video. Pero el video es otra cosa. Esto es un concierto en vivo, en donde nos subiremos al escenario como si estuviera la gente ahí. Vamos a disfrutar, imaginando que el lugar está lleno, como hacemos siempre. Queremos que sea lo más cálido posible y estar ahí intentando sentir que alguien nos está escuchando (se sonríe). Supongo… porque es toda una cuestión nueva. Eso sí: tenemos unas ganas bárbaras de tocar porque hace mucho que no lo hacemos. Por eso creo que vamos a sentirnos muy bien: tocando. Es verdad que cuando está la gente hay otro… ¿cómo se dice en inglés?... “feedback”; pero el concierto va a estar bueno porque ensayamos, venimos estudiando y estamos con muchas ganas.
-A propósito de esta gran diferencia de hacer un streaming a un vivo, ¿han pensado un formato distinto de show?
-No estamos haciendo nada distinto porque quisimos que esto sea lo más natural posible. Siempre que tocamos con la gente hay una complicidad. La gente se ríe mucho con nosotros. Es lo que buscamos: que lo pasen bien. Es raro terminar de tocar y no escuchar el aplauso pero yo creo, imaginamos, y así lo encaramos: sintiendo que la gente va a estar aplaudiendo en la casa. El sonido está bueno, la imagen está buena. Esos aspectos técnicos que son fundamentales están asegurados. Igual, y de todas formas, ojalá pronto podamos volver a tocar con la gente junto a nosotros. No hay como el vivo.
-¿Van a presentar solo los temas más reconocidos del repertorio o habrá algún anticipo de algo nuevo?
-Sí. Vamos a presentar algunos temas nuevos. Una versión nueva que hicimos de un tema “Tutu” de Markus Miller. Hay una balada nueva, hay un arreglo nuevo de “Candombe apastorizado” que es un tema que yo ya grabé con el Trío Oriental pero le hicimos una modificación. Un tema de Jaco Pastorius que se llama “Teen town”, y algunos temas que ya venimos tocando.
-¿Están preparando algún disco nuevo en estos tiempos?
-La verdad que sí. Antes de esto teníamos varios proyectos. Uno era el de hacer un disco nuevo del Cuarteto que esta vez con guitarra en vez de con flauta; y otra diferencia es que el disco va a ser un poco más jazzero. Lo tenemos casi listo pero lo hemos preparado con más dificultad porque lo hemos ido haciendo cada uno en su casa. Cuando ensayamos lo vamos trabajando juntos; pero igual, ya está casi listo. Y el otro proyecto es uno que hace muchos años que tengo ganas de hacer: un disco de homenaje a Los Wawancó. Al estilo nuestro, ¿no? Va a ser como una cumbia-jazz. Los Wawancó son músicos que siempre he admirado muchísimo. Cuando era chico, en el barrio, no había una sola casa en la que no se escucharan mínimo dos discos de ellos. El disco del cuarteto mío ya está pronto y el de Los Wawancó estamos trabajándolo.
Es probable que mañana suenen cosas preciosas en ese escenario de Bebop, como la versión juguetona y candombera del tema de Julieta Venegas “Eres para mí” o “El tema de Amanda”, una composición increíblemente pegadiza y delicada de Maza (ambos del disco “De feria” que en Argentina edita el sello Los Años Luz).
Basta entonces con aprontar una buena mesa de vinos mendocinos, una picadita para la ocasión y hacerle play al link www.bebopclub.com.ar – mañana a las 21.30- para que nos inunde la fiesta musical de Daniel Maza Cuarteto; una sofisticada y también muy pero muy divertida.
Ciclo Bebop en Casa
Desde el 14 de agosto, viernes y sábados a las 21.30h. Entradas desde $300, a través de www.bebopclub.com.ar
Viernes 14, a las 21.30: Daniel Maza Cuarteto
Sábado 15, a las 21.30: Mariano Loiácono Quintet
Viernes 21, a las 21.30: Delfina Oliver Tokio Sessions
Sábado 22, a las 21.30: Ariel Ardit con formación de cuarteto
Viernes 28, a las 21.30: Grisel D’Angelo.
Sábado 28, a las 21.30: Hernán Jacinto Trío.
En septiembre continuará la programación vía streaming con conciertos de Mariú Fernández y Juan Cruz de Urquiza, entre otros. Los shows serán transmitidos a través de la plataforma bebopclub.boleteria.online. El público podrá acceder a los conciertos desde cualquier lugar del mundo.