“Siervo” es el nombre del disco que Palo Pandolfo grabó antes de morir y que se lanzó el viernes en todas las plataformas digitales. Ofrece una posibilidad de encontrar al cantautor en toda su plenitud a partir de 11 canciones que reflejan la pasión desbordada, la ternura y el dolor de un hombre que dejó una huella imborrable en la música argentina.
Figuras como Fito Páez, Santiago Motorizado, Hilda Lizarazu, Sofía Viola y Mora Navarro, participaron de este álbum electroacústico y psicodélico que de algún modo corona un largo camino transitado desde la sinceridad y el talento; siempre con la canción como punto de partida.
“Mi arma es la canción. Mi guerra pasa por saber que si yo tengo que trabajar en una fiambrería no dejaré de hacer temas. La canción es mi arma más natural con la cual pretendo y creo que puedo dar una pequeña luz al oyente”, expresaba Pandolfo a Télam en septiembre del 2002, una idea que plasmó a lo largo de toda su carrera y que también está presente en “Siervo”.
Se trata de un disco en el que Palo venía trabajando desde hacía varios meses, antes de su inesperada partida el 22 de julio de este año, tras desvanecerse mientras caminaba por una calle del barrio porteño de Caballito.
Sus compañeros de equipo terminaron de redondear las canciones, realizando los últimos retoques, y tomando como guía un cuaderno donde el cantor llevaba anotado todos sus deseos para este trabajo, que llegó como una suerte de regalo para sus seguidores y abre una puerta a quienes aún no llegaron a escucharlo.
El álbum se lanza a dos años de “El vuelo del Dragón”, un trabajo descomunal que condensa 30 años de trayectoria; una suerte de autobiografía musical a la que el artista definió en su momento como “un testimonio violento y visceral” de sus canciones al frente de Don Cornelio y la Zona en los ‘80, Los Visitantes en los ‘90 y de su etapa solista desde 2001, acompañado por bandas como La Fuerza Suave, El Ritual y La Hermandad.
Nacido el 22 de noviembre de 1964 en el barrio de Flores, Roberto “Palo” Pandolfo fue uno de los primeros músicos argentinos en realizar un show pago por streaming en el contexto de la dura pandemia por coronavirus que tanto afectó al sector: el 8 de abril de 2020 se presentó desde el living de su casa y en ese momento empezó a mostrar lo que venía, un formato electroacústico y psicodélico -tocó solo con su guitarra, algunos instrumentos de percusión y una loopera-, rasgos que definen el sonido y el espíritu de “Siervo”.
Para el creador de hits como “Ella vendrá”, “Tazas de té chino”, “El rosario en el muro”, “Espirales”, “Luna de fuego”, “Cabeza de platino”, el título del disco, “Siervo” con “s”, está ligado al sentido de estar para el otro, de sumar gente para un proyecto mucho más amplio, y también venía de la idea reencarnación en el otro.
La grabación se hizo en la casa de la familia Vitale, ubicada en el barrio de San Telmo, con Juan Belvis (hijo de Liliana Vitale) como productor artístico y principal impulsor de este proyecto; y además lo acompañaron Juan Giménez Kuj en bajo y Lulo Vitale en batería y cello.
“No tengo casa, no tengo celos, toda mí en una flor, curo mi cara con un pañuelo, guardo el aliento del corazón”, dice uno de los versos más memorables de este disco.