Cómo cuidar a nuestras mascotas frente a las altas temperaturas del verano

Consultamos con un especialista qué es fundamental tener en cuenta sobre los aspectos referidos a la salud de nuestros animalitos en épocas del calor extremo mendocino.

Cómo cuidar a nuestras mascotas frente a las altas temperaturas del verano
El agua es el componente fundamental para prevenir o tratar golpes de calor en los animales.

Mendoza es una provincia que se caracteriza por tener una amplitud térmica bastante pronunciada. En verano podemos exponernos a 40º de calor y en invierno rozar los grados bajo cero.

Si de por sí es complejo para el ser humano adaptarse a estos factores, para los animales resulta aún más. Sumado a ellos, cada mascota tiene sus propias características y resistencias al calor que dependerán de su raza, color y procedencia.

Consultamos con Facundo Margarit de la Clínica Veterinaria Exovet donde atienden a diferentes razas de animales, desde perros y gatos hasta iguanas y erizos. Él compartió con nosotros información sobre los cuidados, los síntomas y tratamientos frente a un golpe de calor en nuestras mascotas.

Prevención y cuidados en épocas de calor

Primero y principal, cada animal tendrá sus características e incluso dentro de la misma especie hay factores que influyen en su accionar. No será lo mismo el cuidado en un perro que en un gato o un roedor. Debemos conocer cuáles son los factores que influyen en nuestra mascota para así saber cuáles son sus necesidades.

Facundo comenzó planteando un aspecto fundamental: “Los perros a diferencia de nosotros no tienen glándulas sudoríparas, no transpiran a través de la piel sino a través del jadeo, así ellos pueden evaporar el calor del cuerpo – explica -. Esa es la principal razón por la cual los perros pueden llegar a tener golpes de calor, no pueden disipar el calor tan rápido como nosotros.”

Otra cosa que hay que tener en cuenta es que no solo la temperatura es peligrosa, arriba de los 35º o 40º, sino también la humedad. Si está muy elevada, dificulta la evaporación que el animal hace por el jadeo.

El tema de las razas es un factor muy importante. “Hay razas que están predispuestas a tener golpes de calor que son razas braquicefálicas, aquellos con nariz chata. Por ejemplo, el bóxer, el bulldog francés e inglés, y en los gatos el mas conocido es el gato persa”, explica.

Otro factor tiene que ver con el color de la piel y los problemas orgánicos que pueda tener. “El animal de piel oscura tiende a almacenar más calor y otro tema son las complicaciones cardiovasculares, arritmia, esos componentes hacen que haya animales más predispuestos a los golpes de calor.”

Eso es lo que debemos tener en cuenta en el caso de tener perros como mascotas. De por sí, los caninos son animales que uno conoce, la intuición juega mucho a favor al momento de responder frente a ellos ya que son muy expresivos a diferencia de otras especies.

Pero Facundo comentaba que en Mendoza hay una amplia variedad en cuanto a animales exóticos, aves y reptiles. En ese caso, el calor puede resultar ser un tema más complejo.

“Respecto a los animales exóticos, como los conejos que son animales oriundos de Europa y que están hechos para soportar frio, y los cobayos que son andinos por lo que pueden soportar temperaturas bajas, éstos son más propensos a los golpes de calor.”

Y al tratarse de “animales presa”, no son muy demostrativos en cuanto a enfermedades o condiciones físicas como lo es el perro, por lo que la prevención es realmente necesaria.

En el caso de los reptiles, actualmente hay muchos geckos leopardos, tortugas, serpientes en la provincia, es por ello que es ideal abordar su especie.

“Los reptiles son ectotermos por lo que no tienen golpe de calor, directamente se mueren con el exceso de calor. No tienen mecanismos para disipar el calor, no tienen síntomas. Si no se pueden refugiar del calor directamente mueren. Acá en Mendoza no hay tantos reptiles más que esos que nombré”, explica Facundo.

En cuanto a los erizos pigmeos, que son más frecuentes como mascotas en nuestra provincia, no hay de qué preocuparse. “Es un animal que es originario de África y pasa lo mismo que la iguana, soportan muy bien el calor, pero acá en Mendoza como hay temperaturas tan diversas y cambios abruptos, pueden morir. En este caso hay que tener cuidado con el frío.”

El caso de los conejos y cobayos, el espacio en el que se encuentren debe resultar fresco y cómodo para el animal. “Suele pasar que la gente los tiene en jaulas chiquitas y eso puede generar un golpe de calor o tenerlo dentro de la casa si hace mucho calor también. Si los tiene en el patio es importante el refugio del sol.”

Estos animales, al ser inexpresivos, no muestran síntomas de enfermedad, se consideran animales presa por lo que no muestran signos de enfermedad. Además, el conejo y el cobayo son animales con respiración nasal por lo que cuando tienen un golpe de calor comienzan a abrir la boca para sacar el calor por ahí y no resulta efectivo ya que no es su forma de respirar.

“Lo primero que vas a ver es inmovilidad y lo más importante es que dejan de comer, un perro no comió durante uno o dos días y ni pasa nada, pero estos animales tienen el metabolismo acelerado por lo que necesitan comer todo el tiempo, ese es el síntoma más importante.”

Lo más importante para prevenir: el agua

Y no es sorpresa. Los animales tienen entre un 60% a un 90% de agua en su cuerpo por lo que al momento de detectar un problema que tenga que ver con el calor, será nuestra mejor aliada.

Las principales medidas que debemos tomar según Facundo son:

1- Tener en cuenta las características de la raza y lo que planteamos anteriormente. Si uno va a pasear a su animal, debe hacerlo en momentos que no sean horas pico de calor, en la mañana o en la noche.

2- Tener siempre agua a disposición.

3- Parece una tontera, pero es importante, tener sombra para que el animal se refugie del calor.

4- Otro es el tema de la alimentación, cuando comen inmediatamente después de comer aumenta su metabolismo y su temperatura, por ende, si lo sacas a pasear se puede generar golpe de calor.

Respecto a los paseos y es algo que se sabe, pero vale aclararlo, en fundamental saber en qué horario y a dónde podemos ir con el animal. “Cuando uno sale a caminar con su animal vaya a donde vaya, las temperaturas elevadas les lastiman las patas, es como si nosotros anduviéramos descalzos. También depende de la superficie, no es lo mismo cómo refracta el calor.”

El verano puede resultar ser la mejor época para pasear con tu mascota, siempre manteniendo las medidas necesarias.
El verano puede resultar ser la mejor época para pasear con tu mascota, siempre manteniendo las medidas necesarias.

No será lo mismo pasear en arena que en asfalto, por lo que es primordial elegir horarios de paseo en donde las temperaturas no sean altas para evitar que sufra el calor y pueda quemarse las patas.

¿Qué hacer en caso de llegar al límite?

Cuando hablamos de síntomas hay que prestar atención y ser observadores. Dependiendo del animal, puede demostrar o no que está sufriendo un golpe de calor.

En el caso de los perros, el jadeo es excesivo, es allí cuando uno se da cuenta que algo está pasando. Otra alarma es que cuando el perro esta por sufrir un golpe de calor se postra, se queda quieto, las mucosas que son las encías y los labios se empiezan a poner de un tono más violeta. Su respiración es agitada y a medida que el cuadro aumenta, empiezan a haber fallas multiorgánicas, fallas neurológicas o internas de los órganos.

Obviamente, debemos actuar antes de que la situación llegue a los límites hidratando al animal, corriéndolo del sol o incluso dejándolo en un espacio más fresco.

Pero, en caso de que llegue al colapso, el especialista recomienda primordialmente mantener la calma. “Hay que intentar bajar la temperatura de forma gradual. El cuerpo del perro colapsa a los 42º, es importante utilizar agua templada y no helada, hasta que puedas llegar a la veterinaria. Ahí van a usar sueros y drogas para proteger los órganos y tratar el shock que esta sufriendo. Mojarlo es lo más importante, el cambio abrupto también puede generar un shock.”

Ser observador en las actitudes que toma nuestra mascota es esencia, sólo así podremos detectar si algo anda mal y saber reconocer los indicios que provoca el exceso de calor.

Y, sin dudas, siempre contar con agua fresca es la ley primera en el animal que sea, algunos no se van a revolcar en el agua, pero su falta podría ser decisiva.

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