A César Banana Pueyrredón en estos tiempos lo inspira la esperanza, el amor y la solidaridad. Inspiraciones que son bandera desde sus comienzos como compositor y que hoy se vuelven más fuertes.
Recientemente lanzó “Don’t cry… no llores”, una canción dedicada a sus nietos Aurora y el pequeño Xavi. Justamente el niño nació en agosto del año pasado en Estados Unidos y aún no puede conocerlo en persona.
“Esta canción se las hice a mis nietos. Cuando nació Xavi, mi segundo nieto le compuse una canción a los dos y es una reflexión sobre el mundo que le estamos dejando a esta generación de niños. Y me gustó hacer una reflexión sobre eso y es lo que me inspiró, el nacimiento de mi nieto que fue en agosto. Y todavía no lo conozco en persona”, cuenta César Banana Pueyrredón sobre la última composición que lanzó y que será parte de su nuevo concierto en streaming Más Romántico que Nunca, el próximo sábado 26 de junio.
-En la actualidad las emociones están a flor de piel, entre tantas pérdidas pero también alegrías.
-Sí, lo emocional juega un papel muy fuerte en mi vida desde que empecé a componer. Y hay que tener una visión esperanzadora de todo, porque me ofrecieron hacer canciones de la pandemia o la cuarentena. Y yo no quiero hablar de eso, sino de la emoción, del amor, de pararnos frente a la vida y los problemas de otra manera. Esa es mi actitud. Y en la canción lo reflejo. Porque lo único que no se puede morir en este tiempo es la esperanza.
Pueyrredón es uno de los compositores melódicos más importantes de la música nacional. Autor e intérprete de grandes melodías como “Conociéndote”, “No quiero ser tu amigo” o “Toda una noche contigo”, el músico el año pasado se sumó a la modalidad online como la única posibilidad de seguir arriba del escenario y fue una grata experiencia.
“Tuve muy buena experiencia, hice tres streaming públicos y un streaming privado. Es una experiencia interesante y rara, es como un show en televisión que no hay público y supones que la gente te mira del otro lado de las cámaras. Hay como una complicidad. Y en ese sentido fue muy bueno. Y este show va a ser con toda la banda y eso me genera otra expectativa. Es como un show de televisión hecho en un estudio, con buen sonido, iluminación. Y tocar con toda la banda me da otra energía”.
-Te has adaptado sin problema a las nuevas tecnologías y formas de conectar con el público.
-Tampoco hay muchas posibilidades (ríe). Incluso hice muchos shows por Zoom, para cumpleaños o aniversarios. Pero el Zoom no es lo mismo, no tiene la frecuencia necesaria que la música necesita. Tuve la experiencia de hacer un show privado online para Estados Unidos. Una argentina quería un concierto para proyectarlo en la fiesta y salió muy bien, pero lo hicimos con otra calidad.
El año pasado fue bueno porque me comprometí con el tema de las redes, las plataformas y la gente nos apoyó y nos hizo un aguante bárbaro. Y aumentaron los seguidores de una forma inesperada, estoy muy contento en ese sentido en un año muy crítico.
-Desde los ’70 compones canciones que se transformaron en hit. En todo este largo camino ¿Te ofrecieron componer una canción que nunca te imaginaste?
-No. Lo que sucede es que tengo consolidado un estilo y cuando me buscan para componer una canción, lo hacen por el estilo. Por ejemplo, no puedo decir el nombre, pero estoy componiendo una canción para una cantante argentina top latinoamericana. Y entonces pensé: “¿Por qué me buscan a mí si sus producciones tienen otro estilo?”. Y en realidad lo hacen porque buscan una balada de raíz nacional y eso me gustó. No me llaman para componer un trap, sino para compartir ese proyecto puntual con mi estilo. No me llaman para hacer algo raro que no va conmigo.
-De todas esas propuestas, ¿cuál te sorprendió?
-Por ahí los cantantes y músicos que no tienen que ver con mi estilo me llaman para cantar. Alguna vez me llamó Raúl Porchetto o Marciano Cantero, porque encajo en ese tipo de canción con mi voz. Si he recibido propuestas de afuera o argentinos que viven en el exterior, que no son tan conocidos. Obvio que si Céline Dion me llama para hacer una canción, me tomo el primer avión y me voy a donde esté.
-Quizá llegue la oportunidad.
-Sería genial (ríe). Ella sería ideal porque aparte ya cantó en castellano. Y en el fondo soñé en su momento con Winnie Houston pero ya no está. Y Céline está en un momento vocal genial, con un artista así me muero. Estar tocando el piano en el escenario y Céline cantando al lado sería ideal.
-¿Qué canción preferís de todas las que compusiste?
-Es difícil, pero tengo un podio de mis canciones. Con “Conociéndote”, “Cuando amas a alguien” y “Aún es tiempo de soñar”. Porque son diferentes estilos de composición. “Conociéndote” es un estilo más espontáneo y “Cuando amas a Alguien” es una canción que le hice a mi esposa Cecilia y habla de lo inmediato y cotidiano, pero de una manera más profunda. Y “Aún es tiempo de soñar” es una canción súper elaborada, tardé tres meses en hacer la letra, investigué sobre cuentos de hadas, imágenes de esas historias, metáforas y trabajo de buscar el sonido de las palabras. Hay un trabajo elaborado que hace un contraste con el resto. No es una canción romántica pero dice mucho de mí como compositor. Hay canciones que me han abierto las puertas como “Felicidad no tienes dueño” o “Tarde o temprano”, que son canciones no de amor romántico, sino más integral.
-Hay canciones y baladas que surgieron con la banda Banana en los ’70, ¿hubo reticencia de los pares a ese tipo de música en plena ebullición del rock nacional?
-Tuvimos un poco de resistencia en la prensa del rock, pero no los músicos. Y creo que con el tiempo los músicos del rock se dieron cuenta que baladas como “Toda una noche contigo” o “Ella está con lágrimas en los ojos” son melódicas pero no melosas al estilo centroamericano, de lo que se escucha en Latinoamérica. Mis baladas tienen un espíritu urbano y rockero, y en el fondo lo fueron aceptando bien. Si a esas canciones le pones la letra en inglés parece una balada británica. Tal vez si lo cantaba Manzanero podía ser un bolero. Pero “Toda una noche contigo” por el momento que salió le sumó mucho al movimiento del rock, porque le dio una balada acorde. La balada pop le dio eso al rock y esto lo comprobé después de muchos años de cantar. Y cuando fui a grabar en el ’93 en Estados Unidos me di cuenta, que los latinos que vivían en Miami amaban la forma que tenemos de componer baladas. Me decían: “Ustedes los argentinos hacen otro tipo de baladas, las cantan como si fuera rock”. Y me lo dijeron productores y músicos importantes.
-Hoy los propios boleros los tildan de machistas y en tu caso las baladas no tienen esa mirada.
-Sí, tiene que ver con que la mujer en mis canciones está en un pedestal y tengo que conquistarla y seducirla con esa canción. Es más, las canciones que podrían haber sido machistas como “Negra no te vayas de mi lado” la letra misma dice: “Porque sin vos no valgo ni un centavo”. Pero no lo hice por postura de convencimiento hacia algo, es natural, me pasó siempre de tener una postura de querer seducir a la mujer y tratarla como si estuviera en un pedestal.
-¿Escuchas algo de la música actual?
-Hay de todo. Yo soy uno de los que vota en los Premios Gardel y ahí escucho de todo, me viene bien estar empapado de lo nuevo. La verdad que acepto todo, lo único que no me gusta es el reggaetón vulgar y más que soy un tipo que viene de una generación de compartir canciones con Spinetta, Nebbia, Miguel Cantilo. Creo que a mi generación del rock y la que vino después no le cabe este reggaetón vulgar. En nuestro país se escucha mucho, pero también hay algo en el estilo cuando se habla en un español que no es nuestro, como “Nos vimos en un party”. Pero hay artistas jóvenes muy buenos. Y cuando el reggaetón lo hace Fonsi o Carlos Vives es otra cosa, porque lo hacen con otra producción.
La Ficha
CÉSAR BANANA PUEYRREDÓN “MÁS ROMÁNTICO QUE NUNCA!”
Día y hora: sábado 26 de junio, a las 22.
Entradas: $1000. En www.plateanet.com