Hace apenas unos días el centro de atención del universo documental en Netflix fue Guillermo Vilas y ese producto con muy poco atractivo formal y mucho material de denuncia, para entablar una guerra con la organización del tenis internacional, a fin de que reconozcan a Vilas como número 1 en una etapa de su carrera.
A partir de ahora, el foco del marketing y la difusión sobre esta forma de narración fílmica será “Carmel, ¿Quién mató a María Marta?”, dirigido por Alejandro Hartmann. Y, hay que decirlo: toda prensa, todo marketing, es largamente merecido porque este documental es un producto no sólo de alto impacto sino con muchas y muy buenas ideas narrativas.
“Carmel...”, está concebido como una miniserie de cuatro capítulos que intenta mostrar a la audiencia qué pasó con el emblemático caso del asesinato de María Marta García Belsunce.
Hartmann y su equipo no sólo tienen material de archivo inédito y muy atractivo, sino que se toman el trabajo de entrevistar a todos los protagonistas de este crimen, seguir las piezas del rompecabezas una a una y jugar, además, a poner las voces de escritores argentinos expertos en el policial, como Claudia Piñeiro y Guillermo Martínez.
Esta última idea no es descabellada sino, al contrario, muy pertinente. Es que la docuserie está enfocada como la narración de thriller: sostiene el suspenso durante los cuatro capítulos con un pulso sólido, abre múltiples interrogantes que quedan flotando, genera intriga y pone a consideración de las audiencias una serie de intertextualidades que exceden al caso específico: el poder de construcción de la realidad que tienen los medios, el poder de los ricos para imponer sus reglas, la justicia falible en tanto humana, la potencia de lo afectivo al momento de juzgar hechos que piden objetividad.
“Carmel...” es la historia de un crimen pero también un mapa de sentido sobre nuestra sociedad y sus desigualdades.
Toda la familia de María Marta, implicada en el hecho, tiene voz en esta trama; también del fiscal que llevó el caso inicial, Molina Pico; y los que lo sucedieron. Pero la inteligencia del director y los guionistas (Sofía Isabel Mora, Lucas Bucci, Tomás Sposato y el propio Hartmann) es la de no permitir que ninguna de estas voces se alce por sobre la otra.
La mirada, la cámara que narra, nos muestra con una aparente distancia todas las líneas de investigación que derivaron del caso. Y esto le da a esos testimonios un peso relativo que no permite conclusiones.
Entre tanto, la cámara también va mostrándonos de un modo inteligente y sutil, pequeños signos visuales y sonoros que nos permiten sobrevolar con nuestra lectura por encima de las certezas de todos los protagonistas. Así, la docuserie se vuelve más que un caso documentado; y se permite la reflexión sobre qué tanta justicia hubo aquí y cuánta en nuestra vida cotidiana.
Una idea de Piñeiro respecto del caso es la que sirve de interesante disparador: este crimen tiene los condimentos de un buen policial a puertas cerradas. Fue en un country, donde todos los protagonistas estaban en el lugar. Alguno de ellos debe haber sido el asesino.
Sobre esa hipótesis se monta toda la trama y nos mantiene expectantes hasta el final. María Marta García Belsunce el 27 de octubre de 2002 apareció muerta en el baño de su casa, en un country de Pilar. Lo que parecía un accidente doméstico un mes después se develó como asesinato. Una víctima de alta sociedad en un barrio cerrado, teorías conspirativas sobre la influencia de un cártel narco, familiares y vecinos sospechados que “ensucian” la escena del crimen, una investigación judicial con sus errores y hasta una médium transitan por los capítulos de esta docuserie de Netflix.
¿Por qué este caso generó y genera tanta fascinación? Ésta es la pregunta que encuentra respuesta en la serie, producida por la experta Vanessa Ragone (ganadora del Oscar por “El secreto de sus ojos”).
Los recursos gráficos, las líneas de tiempo narrativo, los climas y atmósferas que se generan con el montaje por la disposición de los materiales y documentos hacen de “Carmel...” un producto entretenido, que alimenta la intriga hasta el último segundo.
La ficha
“Carmel, ¿quién mató a María Marta”. Género: Documental. Dirección: Alejandro Hartmann. Producción: Vanesa Ragone. Disponible en: Netflix. Nuestra calificación: Muy buena