Fanático del cine, Joaquín Peirone mantuvo durante años la rutina de acudir todos los domingos a Cinemark Mendoza, en Palmares Open Mall, a disfrutar de los distintos estrenos.
Tan grande es su pasión, que hasta logró que Agustina, su novia -a quien el cine le importaba poco y nada- también se volviera casi una adicta.
Pero llegó la cuarentena y el hábito quedó suspendido durante exactamente un año.
Es que las salas fueron las últimas en lograr obtener las autorizaciones para comenzar a funcionar y, por consiguiente, resultaron las franjas más afectadas por el confinamiento desde lo cultural.
“Lo extrañé horrores, creo que fue lo que más sufrí del aislamiento”, se sinceró ayer Joaquín, con su tarjeta Cine Fan Plus en mano y listo para ver “Mientras estés conmigo”. Con esa tarjeta, que le ofrece numerosos descuentos, además va sumando puntos y a veces ingresa gratis.
Le llegó la notificación y fue una alegría. “Vinimos volando”, contó.
Como Joaquín y Agustina, muchos amantes de la pantalla grande se acercaron a las distintas salas: no fue masivo –en definitiva, se sabía—pero los gerenciadores se mostraron confiados en que el público se irá acercando de a poco y perdiendo el temor a los contagios en una pandemia que parece no tener fin.
“El movimiento es el esperado, iremos mejorando”, dijo Matías, que expende pochoclos (pororó) y estuvo un año lejos de un trabajo que, según dijo, le encanta.
Para Germán Calcagno, gerente de Cinepolis en la zona de Cuyo, la vuelta a la normalidad será lenta y se dará a medida que los estrenos acompañen. “Estamos confiados en recuperar una razonable demanda hacia fin de año”, expresó, para señalar: “Entendemos que los clientes tengan dudas en cuanto a la seguridad y salubridad, pero también les decimos que, aplicando estrictamente el protocolo, es imposible contagiarse en un cine”.
Enumeró los estrenos que darán que hablar y convocarán público de todas las edades: Minions 2; Rápido y Furioso 9; Hotel Transilvania 4 y Spiderman.
Quienes ayer volvieron a la “magia”, seguramente contemplaron un escenario muy diferente al que existía antes del 15 de marzo de 2020.
Ahora solo puede ocuparse la mitad de la sala; el lugar se sanitiza entre función y función; el uso del barbijo es obligatorio y las burbujas permiten hasta seis personas, las cuales deben estar distanciadas dos metros una de la otra.
Además, se aplica un sistema de refrigeración que cambia el aire de la sala en forma permanente. Se promueve, además, la boletería digital.
Pese al calor que reinó en la víspera, muchos se animaron, aunque sea, a observar el panorama.
Fue el caso de Lorena, que llevó a sus dos hijos de tres y siete años al Mendoza Plaza Shopping. “El mayor me pidió ir al cine toda la cuarentena. Vinimos a ver qué onda, pero seguro vamos a entrar”, dijo la mamá.
Al mismo complejo de Guaymallén fueron Ángel Paolucci y Selena Zunino, de Rodeo del Medio, a ver Monster Hunter. Con una sonrisa de oreja a oreja y un balde de pochoclos recién elaborados, dijeron que esperaban este momento. “Estamos re-chochos –dijeron--. El cine es nuestro programa favorito”.
“Un día muy valioso”
“Luego de haber transitado un año sin actividad, esto que vivimos hoy es muy valioso y nos llena de expectativas”, se sinceró Carlos Albarracín, gerente de La Barraca Mall, donde funciona Cinemacenter.
Dijo estar “expectante” con la posibilidad de reunir suficiente público, aunque fue consciente de que para completar la capacidad permitida –del 50 por ciento—seguramente pasará un tiempo.
“Por eso aprovechamos a decirle a la gente que se acerque; que el protocolo es estricto y que si existe un lugar con escaso riesgo de contagio, es el cine”, sostuvo.
“Estamos tranquilos, pero seguros y con confianza. Agradecemos a la empresa que siguió cumpliendo con el personal pese a los 12 meses de mantener cerradas las puertas”, advirtió. Y finalizó: “Creo que la película “Tenet”, de Christopher Nolan, la va a ´romper’, al igual que Trolls 2, que estaba prevista estrenarse en abril del año pasado”.
Mientras vendía pochoclos, Gisela opinó que el calor de ayer pudo haber jugado en contra a la hora de que el público visitara los cines. “Por eso, insisto, la afluencia también depende del clima: vamos a estar mucho mejor en poco tiempo”, concluyó.