Tras su participación y reciente partida del reality más importante de la tv argentina, Andrea Rincón ha sido blanco de elogios en los medios por ser una de las artistas más bellas y populares de la televisión actual. Con 36 años, Andrea continúa escalando en su carrera y sumando cada vez más logros personales.
La vimos por primera vez en Gran Hermano y hoy se convierte en una de las participantes más revolucionarias de MasterChef. ¿Qué hay detrás de la actriz que vimos progresar durante estos últimos meses?
Sus primeros pasos en la televisión
A los 22 años se presentó al casting de Gran Hermano, el programa más popular en la primera década de los 2000, y quedo seleccionada junto a otras actrices hoy conocidas de la tevé como Floppy Tesouro y Cinthia Fernández.
Tras haber estado en el programa y abrirse una puerta para ir más allá, comenzó a producirse cambios físicos como operaciones estéticas en el rostro y el cuerpo. Sus primeros trabajos fueron de modelaje y revistas como vedette.
“Tengo cuatro cirugías de nariz. Me levanté los pechos porque desde los 14 años tenía tetas así gigantes y un novio goloso. Se me cuelgan un poco y les digo ‘pará, pará que ya bastante tengo con la gravedad’. Y después cola, me puse prótesis”, contó en una entrevista con Teleshow.
Luego de ser elegida como la mujer del verano por el diario cordobés La Voz, comenzaron sus pasos en la televisión. El programa de Marcelo Tinelli la acunó y acompañó en sus primeros programas donde participó del Bailando en varias ediciones.
Además, también hubo tiempo para el amor. Durante sus años en la televisión, mantuvo relación con Ale Sergi de Miranda! y con el Mono de Kapanga, aunque actualmente se encuentra soltera.
Su llegada a las novelas y realities
En 2013 debutó por primera vez en una novela televisiva. Solamente vos fue el primer gran paso que dejaría de lado a la Andrea que conocíamos para comenzar a formar a la mujer que hoy vemos en el reality de cocina.
En 2016 participó junto a Nancy Dupláa y Pablo Echarri en la telenovela de Telefe “La Leona”. Transitando su salida por las adicciones y tratando de mantener la cabeza en frío, fue que surgió este proyecto que en propias palabras, fue una especie de salvavidas.
“Con Nancy y Pablo me pasó, me dieron la oportunidad en un momento muy importante donde me sentí valorada y muy cuidada. Sentí ese amor, alguien que te da una caricia y crees que en este mundo, si bien hay un lado hostil, hay un lado muy bueno y que desde ese lado nos podemos parar”, expresó en el programa de Gastón Pauls, Seres Libres (Crónica TV).
Fue ese mismo año que ganó su primer Martin Fierro a actriz revelación. Un año más tarde, fue protagonista de la serie Un gallo para Esculapio (Telefe), junto a Peter Lanzani. También se sumó a “Cien días para enamorarse” (Telefe) y “Argentina, tierra de amor y venganza” (El Trece).
Finalmente este año se sumó a la segunda temporada de MasterChef Celebrities Argentina (Telefe), en donde ha sido la última participante eliminada, además de trabajar en radio y el teatro.
Una infancia y adolescencia difícil
Sus primeros pasos en la vida ya comenzaron difíciles. Fuertes frustraciones que llevaron a una niña a flagelarse y que la llevarían más adelante a caer en una fuerte adicción al alcohol y las drogas. “Me lastimaba desde los cuatro años, me encerraba en el baño y me cortaba los brazos”, contó en Seres Libres.
En su adolescencia comenzó con el consumo de alcohol a muy temprana edad, ya a los 15 años su problema con las drogas comenzaba y la llevó dos años después a abandonar su hogar.
“Viví en la calle y revolví tachos de basura para comer. Pasé hambre y me bañaba en una estación de servicio para ir a la escuela”, ha contado en diversas entrevistas. A esa edad se involucró en una pelea callejera por la cual tiene una fractura en su cráneo.
Su lucha contra las adicciones
Es un tema que recurrentemente surge en entrevistas o charlas. Abiertamente, Rincón ha contado su adicción al alcohol y la cocaína, una adicción que casi le cuesta la vida más de una vez.
“Mi fin y mi cometido era morirme, si yo me suicidaba tenía que ser de una manera que no parezca porque ya había tenido un intento de suicidio pero no podía hacerle eso a los que quería. Me costaba vivir en un mundo tan hostil.”
En 2013 se desarrolló la etapa más oscura que la actriz tuvo que atravesar, cuando decidió internarse en la clínica Avril. Lo hizo público a través de sus redes sociales y fue el gran paso de su vida y su carrera.
Fue luego de su recuperación que se lució como actriz en diferentes producciones, llevándola de lo más bajo a la cima. Finalmente, logró dejar atrás este oscuro pasado y hoy puede compartirlo como mensaje de superación.
“Si hay algo que aprendí es que no tengo que aparentar más nada. Eso es la libertad, ser quienes somos. Ser 100% lo que soy, ahí está ser un Ser Libre.”