¿Por qué funcionó “Bridgerton” al momento de su estreno? Por el mismo motivo que esta segunda temporada será un suceso: la producción creada por Shonda Rhimes para Netflix es un viaje hacia los cuentos de hadas, los culebrones amorosos de otra época, con una producción inusual desde la perspectiva de diseño de arte: ultrapop.
Esta combinación de aires de novela decimonónica en su planteo narrativo con una estética completamente artificiosa vuelven muy atractivo a este producto. De ahí su éxito que, seguramente se reeditará en esta segunda temporada que Netflix pone a disposición de sus audiencias a partir de este viernes.
Vamos a especificar: “Bridgerton” no es una especie de “Downton Abbey” (la película está en Netflix, también es de Julian Fellowes, y es un fiasco que no le llega ni a los talones a la serie), ni “The gilded age” (HBO Max), ni de “Emma” (HBO Max), ni de la extraordinaria “Alias Grace” (Netflix). Es una producción que hace referencia a este subgénero que llamamos “de época” pero no se ciñe rigurosamente a sus patrones ni postulados.
Lo más impactante es la índole multiracial de sus personajes: asiáticos, afroamericanos, hindúes, europeos y latinos se pasean por los jardines de los palacios y son duques, vizcondes o incluso reyes en un collage humano impensable en este tipo de producciones.
Esto involucra también a las parejas que, por cierto, retozan en sus camas imperiales en primeros planos de cuerpos desnudos con esa erotización de aires porno-soft que ha sabido entregarnos la industria audiovisual contemporánea a raudales.
También el universo visual y sonoro que propone esta serie es insólito y se sale de la norma de los envíos de época.
Es que la banda sonora creada por Kris Bowers tiene violines y rasgos sinfónicos, sí; pero con melodías que provienen del universo del pop más mainstream de la actual industria musical.
El vestuario, prodigio exquisito si los hay, viene de la mente creativa de la diseñadora neoyorquina Ellen Mirojnick que ha pensado vestidos de baile, joyas extravagantes y tocados de plumas que recuerdan al siglo XIX pero son tan livianos, etéreos y funcionales como los que hoy vestimos en el siglo XX.
El mismo asunto le toca a la escenografía y la paleta de colores de “Bridgerton” que nada tiene que ver con ese pulso más oscuro y lánguido que remite al romanticismo más puro del XIX sino que nos acerca a las series televisivas estadounidenses repletas de rosa chicle y amarillo patito. Un festín visual vibrante y estrafalario.
Toda esta argamasa de puesta en escena es la que recubre a una fantasía donde, como en “Emma” (pero con otra finalidad mucho menos interesante pero más masiva), el tema central es el amor romántico. Las idas y vueltas entre damisela y caballero hasta poder concretar su pasión.
Sí hay algo de acidez respecto a esta idea de la mujer-objeto en este guion de Chris Van Dusen (creador también de la serie); basado en la novela de Julia Quinn. Pero no nos engañemos. “Bridgerton” tiene otros fines: que la consumamos de un atracón porque es así de divertida, sexy y liviana.
Todos estos condimientos son los que nutren a los ocho nuevos capítulos que estrena Netflix este viernes.
En esta segunda temporada ya no será la hija ejemplar de los Bridgerton la que tenga que lograr su ansiado matrimonio con un duque sino su hermano: Lord Anthony Bridgerton.
Él es el mayor y por tanto el encargado de dejar a toda su familia posicionada en un buen sitial de la sociedad de apariencias. Con ese norte emprende la búsqueda de una esposa que se haga cargo de la mansión y sus integrantes.
Cuando parece que jamás dará con la debutante indicada para cumplir con sus exigentes estándares, Anthony conoce a las hermanas Sharma: Kate (Simone Ashley, “Sex education”) y Edwina (Charithra Chandran que debuta en la tv con esta serie). Los enredos amorosos las tendrán a las dos como centro de una telenovela llena de sedas y bailes.
Se repite la fórmula que en la temporada anterior. Pero poco importa porque “Bridgerton” está diseñada para verla, como la temporada anterior, en clave de maratón. Un lindo escapismo superficial y entretenido, en el que evadirnos de los mundos en guerra, plagados de virus, hambre y un planeta exhausto. planetas exhaustos.
La ficha
Bridgerton 2. (EE.UU., 2022, serie de tv). Género: Drama romántico de época. Dirección: Chris Van Dusen (Creador), Tricia Brock, Alex Pillai, Tom Verica. Guion: Chris Van Duse. Música: Kris Bowers. Fotografía: Jeff Jur. Con: Jonathan Bailey, Simone Ashley, Phoebe Dynevor, Nicola Coughlan, Claudia Jessie, Charithra Chandran. Disponible en: Netflix (a partir del viernes 25). Nuestra calificación: Buena.