La película iraní “Bajo la sombra”, una vieja del catálogo de Netflix, se sigue destacando entre el cine de terror de esa plataforma.
Llamada muy imprudentemente “la Babadook Iraní” (probablemente porque también la protagoniza una madre y un hijo pequeño), este filme es una condensación acertada de una política represiva, una sociedad devastada por la guerra y la amenaza de un djinn (un genio de la tradición árabe).
Nos cuenta la historia de una joven madre que vive junto a su pequeña hija en la Irán de los ‘80. El padre, médico, se tuvo que ir a servir a la guerra. Y los vecinos del complejo de departamentos, asustados por los constantes bombardeos en la ciudad de Teherán, empiezan a abandonar el edificio, lo que termina dejándolas solas en un lugar que, veremos, terminará poseído por una extraña presencia mitológica.
El mayor acierto de Babak Anvari, el director, es crear una atmósfera agobiante desde la unión entre dos terrores: uno muy real, como la amenaza de las bombas y el clima opresivo de las sirenas que suenan en esas circunstancias, y uno sobrenatural, con un fantasma que quiere apropiarse del alma de la niña.
Aunque los efectos especiales no dejen con la boca abierta a nadie, el fuerte está en el ritmo de este suspenso, en el agobio emocional que produce y en lo bien que está cohesionado todo. Es una película profunda pero para nada pretenciosa, y en justamente por eso llega más al espectador.
La ficha
“Bajo la sombra” (“Under the Shadow”. Irán. 2016. Dirige Babak Anvari. Actúan Narges Rashidi, Avin Manshadi, Bobby Naderi, Ray Haratian, Arash Marandi, Bijan Daneshmand, Nabil Koni. Disponible en Netflix. Nuestra opinión: Muy buena.
