Entre los sueños de quienes amamos los espectáculos de toda índole, nos quedó siempre hueco el lugar del radioteatro, forma de novelar historias sin soporte visual, que genera un estallido imaginario ante los recursos sonoros como únicos protagonistas del relato.
El radioteatro cayó en desuso apenas inaugurada la majestuosidad de la televisión, que arrasó con imágenes lo que la radio generaba con sonidos.
Sin embargo, un grupo de soñadores y nostálgicos se puso como objetivo reflotar el formato, para reproducirlo en las radios del país, a través del Foro Argentino de Radios Comunitarias. Así nació el radioteatro “La Compañía”, es el primer proyecto a partir de la unión de las Cooperativas El descubridor y Radio Gráfica.
Arturo Bonin encabeza este elenco, que comenzó sus grabaciones a finales de 2019 con la esperanza de poder concretar la idea durante 2020. Pese a las dificultades de la pandemia, se las ingeniaron mediante ensayos por Zoom y grabaciones en celular para recrear la historia de un fletero devenido en director de teatro, cuya itinerancia deja al descubierto situaciones complicadas en distintos puntos del país.
En Mendoza, la obra se pudo escuchar durante sus emisiones en 2020 y lo va de este año (hoy es el último capítulo de la segunda temporada) en las radios comunitarias La Mosquitera FM 88.1, Radio Cuyum FM 89.3, Radio Tierra Campesina, FM 89.1, Radio Sin Dueño FM 97.1, La Leñera FM 97.9, y Radio La Pujante, FM 93.3, aunque para los que viven en la zona del Gran Mendoza también pueden oírla en Spotify.
En diálogo con Los Andes, Arturo Bonin cuenta los pormenores de embarcarse en un proyecto que comenzó sin respaldo económico y atravesando el confinamiento para convertirse en una obra que ya promete una tercera temporada. Toda una aventura que vale la pena compartir en el éter.
¿Cómo fue tu vínculo con el radioteatro?
Soy oyente de radio desde la panza de mi vieja, y soy un chico grande. Fue una compañía importante en mi infancia y adolescencia y mi primera juventud. Uno tiene con eso un agradecimiento profundo: el radioteatro provoca un maravilloso ejercicio de la imaginación.
En este caso se trata del radioteatro “La compañía”, que cuenta con textos de Raquel Albéniz, Brenda Howlin, Cecilia Legarralde y Selva Palomino y la coordinación Patricia Zangaro (y el asesoramiento Maristela Svampa), y un elenco conformado Manuel Callau, Anahí Gadda, Nacho Iambrich, Alejo Ortíz, Ingrid Pelicori y Julieta Vallina. La Compañía nace a partir de la unión de las cooperativas El Descubridor y Radio Gráfica, y quiere a través del arte difundir y tratar los temas que ocupan y preocupan a las comunidades en las que se desarrollan. Y el producto de este trabajo está siendo emitido por el Foro argentino de Radios Comunitarias (Farco), que agrupa a cientos de radios comunitarias de todo el país.
¿Cuántos capítulos tiene la temporada uno?
En la primera temporada grabamos un piloto muy tímidamente, que luego fue el capítulo uno. Eso fue a finales de 2019, con la idea de -si prosperaba- empezar a hacer radioteatro a principios del 2020.Pero vino la temporada de verano en Mar del Plata y después nos agarró la pandemia y eso quedó suspendido. No sabíamos realmente si se iba a poder continuar con las grabaciones.
Hasta que nos llamaron e hicimos los primeros seis capítulos. Como esto funcionó muy bien, luego terminamos los otros seis, así que en total tiene 12 capítulos la primera temporada y otros 12 la segunda, que termina hoy.
¿Sale grabado?
Sí pero además trabajamos grabando cada uno en su celular. La verdad que el trabajo de edición es fantástico, yo le digo “el mago” a Julián Pelliza, que es el operador de Radio Gráfica que realiza la edición de sonido
del radioteatro. Todo lo hicimos a partir de unos ensayos por zoom, y luego enviábamos nuestra parte grabada en el celular.
¿Cuándo se emitió por primera vez?
El debut fue el 7 de septiembre del 2020, que salió en 350 radios asociadas en Farco (Foro Argentino de Radios Comunitarias) y se puede decir que somos un proyecto realmente federal. Trabajamos con los actores de las distintas provincias. Poder interactuar con actores de otras regiones, tratando de entender las formas expresivas que tienen y de incorporarlas, es un aprendizaje constante.
Esto es gracias a el planteo de la obra: Es un fletero llamado Ernesto, que tiene una camionetita y hace fletes en el interior, recorre todo el país llevando y trayendo cosas, desde mensajes hasta productos, tratando de sobrevivir. Pero tiene como metido adentro la cosa del teatro: siempre lo moviliza, participa en grupos de teatro, trasladando, coordinando, dirigiendo, actuando, y en un momento de su vida se produce esta ruptura. Y dice: “Bueno, me tengo que dedicar a lo mío porque estoy en una edad en la que no voy a tener otra chance”. Y a partir del conocimiento que tiene de todo el país, organiza una suerte de circuito y decide lanzarse con una obra, un clásico de la Modernidad, como La muerte de un viajante, y con esa obra comienza a viajar por todo el país. Entonces al llegar a cada pueblo, a cada ciudad, se va enterando de lo qu
e acontece y eso también es parte de la obra de radioteatro, la realidad local de los lugares que visita el protagonista de nuestra historia.
Y eso sobre la historia de la compañía teatral de Ernesto que ustedes federalizan la obra
Claro, en el primer capítulo hay reclamos en Chivilcoy, y mientras tratamos de adaptar la obra de Miller, vemos un poco el conflicto de los tamberos. Entonces mi personaje, a través de las radios comunitarias, se conecta con alguien que está en Río Negro, y ahí aparece el tema del fracking; y después llaman desde Mendoza, vemos el problema del agua. Cada lugar tiene una historia y una realidad que le sucede y que es parte de la obra.
Saliendo de este trabajo, ¿hiciste algo de streaming por la pandemia?
Yo particularmente no, hubo muchas presentaciones por streaming el año pasado, con un formato muy particular que no es teatro, ni novela, ni cine pero que es una forma de conectar con el público y contar algo. Entiendo que es rebusque para subsistir y está bien. Pero son alternativas que aparecen ahora que tal vez con el tiempo se transforma en algo nuevo, un híbrido nuevo. Cuando apareció la televisión después terminó teniendo características propias. Pero la presencia del público es fundamental para el teatro. Una historia para contar, alguien que la cuente y alguien que tenga ganas de escucharla. Y que sea en vivo y en directo, en el cuerpo a cuerpo, no solamente entre los actores para que se dé esa cosa mágica indescriptible. En este sentido creo que el streaming es algo muy bueno, pero que todavía se está conformando, aún no tiene un código propio.
¿También hiciste una obra con Federico Marrale?
Sí, justamente una obra que terminamos haciendo por streaming porque en realidad es para un teatro pequeño, es una historia de un padre y un hijo, son los únicos dos actores en escena. El padre en un momento de una celebración familiar decide irese y se esconde en unl ugar oscuro. Allí lo va a busar el hijo y comienza el desarrollo del tema que, como todos, tiene cosas guardadas que nunca habló con ese hijo con el que además tiene una buena relación. Pero es una obra íntima, para un teatro de no más de 100 personas. Pero imaginate que con protocolo, en ese teatro terminaban entrando 28 asistentes. Así no hay obra que se pueda mantener, así que la hicimos por streaming. Se llama Cosas que supimos siempre, la escribió y dirige Ignacio Apolo.
Volviendo al radioteatro, ¿se puede escuchar por streaming?
Sí, también está en las plataformas de música. Si bien la obra sale originalmente en las radios comunitarias del país, la idea es llegar a todos los públicos.
Ficha técnica
Autoras: Raquel Albéniz, Brenda Howlin, Cecilia Legarralde y Selva Palomino
Coordinación autoral: Patricia Zangaro
Con asesoramiento socio-ambiental de Maristella Svampa
Elenco: Arturo Bonín, Manuel Callau, Anahí Gadda, Nacho Iambrich, Alejo Ortiz, Ingrid Pelicori, Julieta Vallina
Relatos: Ana Carella
Técnica: Julián Pelliza, Dante Dellacasa
Coordinación: Lucas Molinari, Mario Sadras
Prensa & Difusión: Checha Amorosi, Erika Eliana Cabezas, Nello De Piero Teti.
Diseño Gráfico: Pablo Carballo, Alejo Ortiz
Producción Ejecutiva: Lorenzo Juster
Asist. Dirección: Nacho Iambrich
Idea y Producción General: Manuel Callau, Mario Sadras
Dirección: Carlos Demartino