Ningún enemigo fue tan temible para Wonder Woman (o la Mujer Maravilla) como la pandemia. Tras retrasar su estreno en tres ocasiones, Gal Gadot presenta por fin “Wonder Woman 1984” y admitió que todavía no es consciente del ícono feminista en que se ha convertido este personaje para millones de personas.
“Con la perspectiva del tiempo, dentro de 30 años miraré para atrás y diré: ‘Oh, eso es lo que logré...”, dijo, no sin ironía, la bella actriz y modelo.
Habrá que esperar hasta el día de Navidad para “Wonder Woman 1984”, de nuevo con Patty Jenkins en la dirección de la secuela de “Wonder Woman” (2017).
La decisión de Warner Bros., apoyada por la actriz, fue la de estrenarla a la vez en las salas y en la plataforma HBO Max.
“Wonder Woman 1984” -ambientada en ese año, durante la Guerra Fría- hubiera sido uno de los primeros títulos de 2020. Con la pandemia fue postergando en su estreno hasta que los directivos de Warner decidieron que llegaría a cines y el streaming el 25 de diciembre, fecha que en esa década sólo se reservaba para el estreno de grandes y taquilleros títulos.
Lo que veremos es que en el camino de nuestra heroína se cruzan un villano muy “reaganiano” (Pedro Pascal), una amiga atravesada por la envidia (Kristen Wiig) y algunos recuerdos dolorosos del pasado.
Cuando le preguntaron a la impactante y bellísima Gadot cómo lidió con tantos cambios y retrasos del filme, ella se mostró paciente y comprensiva con el paradigma mundial y lo que está sucediendo en la industria cinematográfica.
“A veces en la vida hay diferentes prioridades. Creo que en el momento en el que la pandemia golpeó al mundo eso fue la cosa más importante con la que debimos lidiar. Tuvimos que retrasar y retrasar la película por eso, pero lo más importante era mantener a la gente sana y salva. Es lo que hay”.
Según trascendió, en “Wonder Woman 1984” veremos a una Diana Prince más humana y menos perfecta y las expectativas son altísimas porque la primera película es una de las mejores de superhéroes de los últimos tiempos.
“Sí, desde luego. La primera película era el nacimiento de la heroína, es decir, una Diana Prince descubriendo sus poderes y su fuerza y convirtiéndose en Wonder Woman. Entonces estaba en una perspectiva completamente diferente a la de la humanidad”, amplió la israelí de 35 años.
En cambio, en esta película se muestra “más informada, tiene experiencia y entiende las complejidades de la vida”, completa la actriz.
Pero no tiene ningún amigo porque no quiere que nadie sepa que es inmortal y que no envejece. Impoluta, aséptica como un barbijo, la Mujer Maravilla que se viene tiene una misión específica: el progreso de la humanidad con perspectiva de género.
Diana Prince ya era un personaje muy famoso antes de la primera película, pero después del éxito del filme anterior se convirtió en un ícono para el feminismo. ¿Se sentirá abrumada Gal Gadot ante semejante desafío?
“Ufff... No sé -dice ella ante la pregunta-. Quiero decir, quizá algunas veces. Pero creo que tengo un ligero atraso para darme cuenta de lo que estoy haciendo, el alcance de lo que hago, cuánta gente puede reconocerme. Simplemente no pienso nada en eso. Creo que con la perspectiva del tiempo, lo sabré, pero ahora mi cerebro no tiene la capacidad de entenderlo”.
Sobre el trabajo con la directora, dice que la relación es algo que trasciende aquello de la “luz... cámara... ¡acción!”. “Se ha convertido en una de mis mejores amigas y creo que es una de las pocas personas que puede entender y comprender por lo que paso, ya que las dos estamos juntas en esto. Con la primera película teníamos las de perder y nadie sabía realmente si podríamos conseguirlo, pero nosotras estábamos juntas creyendo en esa película. Y lo logramos juntas”.