Los personajes de Disney nos traen vida. Puede ser uno de los protagonistas o algunos de los personajes secundarios, pero aunque sea grande o chico el televidente, cada uno elige con el corazón a su preferido de las historias que ofrece el maravilloso mundo creado por Walt Disney. Muchos hoy estarán de luto, porque ha fallecido Samuel E. Wrigth, quien daba voz y personalidad a Sebastián, el querido cangrejo de La Sirenita.
“Under the Sea”, o “Bajo del mar” en español, es una de las más famosas canciones de la franquicia. Son pocas las que tienen ese nivel de reconocimiento por todo el mundo, a pesar de que para los fanáticos, las letras de todos los singles son aficción.
El actor de doblaje falleció a los 74 años el lunes por la noche, luego de luchar durante un tiempo contra un invasivo cáncer de próstata. “Era la luz más brillante”, dijo su hija Dee, quien confirmó la noticia a los medios estadounidenses.
Su carrera y su pasión por el legado
Wright nació el 20 de noviembre de 1946 en Carolina del Sur. Antes de convertirse en la carismática voz del cangrejo de una de los clásicos favoritos de Disney, su carrera iba de la comedia musical al teatro de Broadway. Debutó en 1971 en Jesucristo Superstar y encarnó a Mufasa en el show de El Rey León, a partir de 1997, una obra que aun se hace.
Su primera nominación al Tony fue en 1984, por su papel en The Tap Dance Kid, como el padre severo del protagonista; luego recibió otra por El Rey León, en 1998. Pero en 1989 le llegó el papel que significaría cumplir su mayor sueño: un legado.
Además de ser un papel muy querido por el público, le permitió interpretar el tema “Under the Sea”, que ganó el Oscar a la mejor canción original y “Kiss the Girl”, que también fue nominada.
“Quizás no todos los actores dirían esto, pero si no quisieran ser inmortales, no estarían actuando. Por eso, quiero dejar mi pequeña huella en el mundo”, se le escuchaba decir a Samuel en 1991, cuando su carrera estaba en la cima y fue entrevistado por Los Angeles Time.
A su carrera se incluye un disco de reggae que luego de Sebastián grabó con Walt Disney Records, además de participar en la secuela de la película.
“La peor pesadilla de un actor es escuchar, dentro de 10 años, ‘¿Sam Wright? ¿Quién era Sam Wright?’. Si tienes ese tipo de actitud, tiendes a asumir cada rol y convertirlo en el mejor que hayas desempeñado. No sabés por qué te juzgará la gente. No importa si es un dibujito, Dizzy Gillespie u Othello, voy a actuar con el mismo fervor, por si alguien está mirando”, dijo sobre la pasión por su carrera y el legado que quería dejar en el mundo.