Fue un festejo y por partida doble. Es que luego de un año pandémico en que no se pudo realizar el ya mítico encuentro al que arriban las puestas en escena de todas las provincias del país, la Fiesta Nacional del Teatro tuvo sede, días de presentaciones y cierre en La Pampa.
Miles de personas disfrutaron de las propuestas teatrales que, a lo largo de toda la semana, se concentraron en Santa Rosa. Fue reencuentro, y una logística -debido a protocolos, transportes y demás- muy distintas a las acostumbradas para poder realizar el reencuentro luego de la suspensión de la fiesta, el año pasado, debido a la pandemia.
Con el cierre ayer Santa Rosa se vio así inundada de teatro, desde el 23 de octubre, con artistas de todos los rincones del país.
Con más de 130 funciones de 32 elencos y 140 obras, además de múltiples actividades especiales, esta vez, las funciones tuvieron una cuota extra de emoción, después del parate obligado. “Esta fiesta no va a ser una edición más, va a significar el reencuentro y la supervivencia”, anunció antes del comienzo el mendocino Gustavo Uano, director del Instituto Nacional del Teatro INT).
Esta panorámica que ofrece la Fiesta Nacional del Teatro respecto al estado y la diversidad de la producción teatral argentina estuvo presente con puestas de distintas índoles. “Estábamos esperando con ansias esta fiesta, para despejar la mufa. Compartimos ese gran deseo con los elencos participantes, el de compartir el espacio de celebración”, contó Uano.
Grandes personalidades se dieron cita, además de las puesta en escena, para brindar charlas magistrales y compartir con el público sus ricas experiencias. Es el caso de titanes de la escena argentina como el dramaturgo y director Mauricio Kartun, el actor y director Pompeyo Audivert y los actores María Onetto y Luis Machín, entre más. Kartún, además de su presencia, llevó su obra “Terrenal”, en tanto que Audivert hizo lo propio con “Habitación Macbeth”, una versión propia del clásico de William Shakespeare.
Los irreverentes (Misiones), Batir de alas (Chaco), El hombre cóndor. Espíritu viviente del aire (Jujuy), Yo soy como la perdiz (Chubut), El banquete de los sobrevivientes (Catamarca), Ella (Santiago del Estero) y Delirio (Río Negro). Se midieron con las puestas de Mendoza: “Telémaco SubEuropa”, de Marco Antonio de la Parra, con dirección de Laura Volpe y Paula San Martín; y “Un hueco”, de Juan Pablo Gómez y dirección de Agustín Daguerre. El elenco La Banda Espuma (títeres), hizo varias funciones como grupo invitado.
Asi, entre barbijos y abrazos, volvió el encuentro más federal del teatro argentino.