El estilo Dirty Chic es una tendencia muy en alza en esto días, se basa principalmente en mezclar espacios antiguos, e incluso con un aire ajado, con objetos totalmente nuevos. Estas mezclas no son quizá para todos los gustos, pero no pasan desapercibidas. Su objetivo es provocar sensaciones, crear espacios que despierten recuerdos y nos lleven al pasado.
Lo mejor de este estilo es que está abierto a todas las posibilidades desde darle pequeños toques decorativos con objetos antiguos hasta usar las paredes de ladrillo como terminación.
Sin duda es un estilo muy joven que da mucho de sí. Dicen que es conocido también por sacar “lo mejor de lo peor”. Un mix que no es de todos los gustos, pues su peculiaridad no pasa desapercibida.
Como su propio nombre indica, hay que imitar ambientes sucios o decadentes, con aire abandonado, con elementos elegantes y chic. Un arte decorativo complejo que hay que diseñar con riguroso cuidado, pues excederse con el dirty puede ser desastroso.
Paredes descorchadas y muebles envejecidos y oxidados se fundirán creando una atmósfera vivida y señorial en tu casa. Este intencionado desgaste que desprende autenticidad en cada detalle se llama también Old Shaby o estilo desvencijado.
Las materias primas que protagonizarán tu casa serán ante todo sostenibles, porque la idea es reinventar, o reciclar, materiales básicos como palets o ladrillos bajo una apariencia casual y restaurada que integre elementos modernos dentro del patrón clásico.
Muebles en estado natural mostrarán el paso de los años dejando ver las vetas de la madera, en ocasiones raída. El hierro oxidado dejará de ser un problema para ser fundamental y lejano a lo descuidado que puede aparentar. Las paredes serán fundamentales, pues el hormigón estriado, las paredes desconchadas o los papeles pintados descoloridos serán los que marquen la diferencia cuando introduzcas un sofá moderno o una cama actual.
La luz a tu casa Dirty Chic la introducirán los tonos claros en los espejos y textiles, así como en las paredes. Cuidadosamente se pueden dejar a la vista las vigas de madera o el ladrillo rojizo para integrarlo con otros elementos decorativos más actuales pero con la misma línea retro. Un cuadro con el marco picado, o un espejo de aire actual con un mueble de mimbre, mezclarán el pasado y el presente en una sintonía perfecta. El diseño es lo principal, porque serán los muebles como una butaca o una mesa de centro introducirán lo contemporáneo en tu hogar. Restaurar sin remodelar será la mejor manera de lograr este estilo, los rastros y anticuarios serán tus mejores aliados para crear coherencia frente a las tiendas de decoración habituales que también tendrán su papel coprotagonsita.
Podés integrar cualquier elemento que te inspire al pasado y que quieras que te acompañe en tu vida diaria, aunque no es bueno sobrecargar, hay bastante libertad decorativa. No solo el living o el dormitorio seguirán el estilo desvencijado, el resto de habitaciones también se integrarán. Las cocinas logran acabados realmente interesantes cuando fusionan lo nuevo con lo viejo. Es algo más costoso encontrar los materiales pero el resultado te encantará. Reutilizar hornos de fábricas antiguas pueden servirte como mueble, mientras que radiadores inservibles también tendrán un espacio reservado.
En el baño, debés desplazar la idea de sucio de tu mente, porque más bien querés crear un escenario desgastado y antiguo que transmita calma y armonía. No parecerá que te han dejado el baño a medio construir, porque es muy fácil jugar con las cortinas y los muebles junto con una bañadera de época.