La siesta en el Parque General San Martín parece suceder en cámara lenta. Una nena y su abuelo corren detrás de una pelota. Van y vienen mientras el resto de la familia mirá la acción desde lejos. De repente, la nena, de tan solo cinco años, pisa el balón y lo acaricia suavemente entre las piernas de su abuelo; la situación sucede tan deprisa que el abuelo no consigue siquiera detener la carrera de la pequeña. Tito, el papá, tirado sobre el césped, se incorpora y, mientras sonríe, comprende que una hermosa historia acaba de comenzar.
La nena, hoy toda una mujer, es Estefanía Banini, quien a sus 29 años recién cumplidos (el viernes pasado), se convirtió en capitana del Seleccionado Nacional de fútbol femenino que participó del Mundial disputado en Francia, donde pese a quedar eliminadas, dejaron una imagen de entrega y sacrificio que emocionó a todos.
Apenas pisó suelo mendocino, y tras recibir el saludo de familiares y amigos, aceptó el mano a mano con MAS Deportes. Por las dudas, este cronista cerró las piernas para evitar el talento de la "10".
-¿Cómo estás?
-¡Cansada! (risas); pero muy feliz de todo lo que vivimos. Cumplimos un sueño viviendo esta experiencia y lo que pretendíamos reflejar, creo que el país lo entendió.
-¿Cómo fue eso de usar la diez de la selección y ser además la capitana?
-Más allá de eso, lo importante es que represento a una Federación, a mi país y a mi provincia. Más allá de un número y una cinta, representar nuestra cultura es lo más lindo.
-Pocos saben que estuviste con molestias durante el Mundial...
-Tengo problemas en las rodillas y tuve que enfrentar un proceso de inyecciones para poder llegar. Estoy feliz, fue duro. Nos enfrentamos a potencias mundiales: jugamos con el tercero del ranking FIFA y el subcampeón del mundo. Estoy feliz por los resultados.
-El último partido despertó una locura que se extendió por todo el país...
-Fue la frutilla del postre. Nos habíamos enfrentado a rivales mucho más duros que este último. Nos quedamos con sabor a poco porque creíamos que lo podríamos haber ganado. Sin embargo, lo importante fue que reflejamos esa lucha y esa fuerza que tenemos las mujeres.
-¿Desde allá podían ver toda la emoción que estaban generando?
-Nos empezamos a dar cuenta cuando comenzaron a llegarnos mensajes y saludos. Eso era lo que queríamos; fue una locura linda comprobar que lo conseguimos.
-¿Faltó algo?
-Quizás pasar de ronda, pero estoy viendo lo que logramos es mucho más grande. En las próximas competencias vamos a estar a la altura.