Su gesto elocuente y el llanto incontenible anticiparon el triste desenlace. Unos días después, la resonancia magnética arrojaba la confirmación del diagnóstico: rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha. Era un volver a empezar, un renacer marcado por la calidez del hogar, la familia, los compañeros y los amigos que marcaron el proceso de recuperación.
Afortunadamente, seis exactos meses después de aquella negra noche de octubre en el Sur bonaerense, Esteban Burgos está de regreso, dándole a la pelotita y mostrando su mejor sonrisa (con esa mezcla de tonadita salteña y cordobesa) para explicar cómo se siente.
-Esteban, se nota que la lesión ya quedó atrás...
-Sí, estoy muy contento por volver, ya que en un abrir y cerrar de ojos pasaron seis meses y ahora los más importante es que debo mentalizarme en jugar y ya no en alentar tanto como hincha como lo hice durante todo este tiempo viendo al equipo de afuera. Quiero ponerme a disposición del técnico lo antes posible. La rehabilitación ya me tenía harto (risas). Ahora viene la parte linda, la de agarrar la pelota, entrenar normal con los compañeros, pulir los detalles de coordinación, velocidad y agarrar minutos con el fútbol reducido para recuperar el tiempo y la distancia.
-Siempre fuiste muy autocrítico cuando jugabas. ¿Qué análisis hacés del actual momento de Godoy Cruz?
-Es como dijo el otro día el técnico: hay que corregir detalles y entrar bien despiertos. Es un torneo largo y hay que tratar de no perder. Como te decía, lo más importante es tratar de empatar afuera y hacernos fuertes de local para volver a ser un equipo respetado. Si bien no hay grandes figuras, tenemos que ser un equipo que sea un dolor de cabeza para los rivales, como lo es Belgrano, un equipo del interior que es firme y muy complicado de enfrentar.
-El equipo se reforzó de mitad de cancha hacia atrás, pero sigue siendo uno de los más goleados...
-A veces creo que los goles que nos están haciendo son raros. El año pasado no estábamos bien atrás, pero ahora me gusta mucho la defensa, hay buenos jugadores, están firmes. Sólo hay que pulir esos detalles que terminan de volcar la balanza en contra nuestro.
-¿Y eso es algo que se debe a la juventud del equipo, a que es nuevo o porque falta trabajo?
-Creería que es porque el equipo es joven. Pero el otro día lo hablábamos con los muchachos. Si bien somos un equipo joven, en dinámica y corriendo no nos debería ganar nadie. Ya pasaron ocho fechas y nos tenemos que ir asentando y encontrando la identidad.
-El año pasado sufrieron muchos goles en contra, pero también convirtieron mucho en el arco rival, algo que este año no sucede tan a menudo. ¿Por qué?
-No sé, son distintas maneras de jugar. A veces se genera, a veces no. Veníamos de tener pocas chances, pero el otro día contra Independiente en un tiempo se generaron como siete. A veces es por cómo entramos nosotros, del grado de intensidad que ponemos. Me parece que el equipo juega mejor contra los rivales de mayor jerarquía.
Estamos bien, ahora tenemos una prueba contra Vélez y habrá que sacar la cabecita rápido para no empezar a hundirnos abajo.
-Oldrá es ídolo del club y tiene espaldas para bancar la crisis, pero él dijo que si a Godoy Cruz le iba mal daría un paso al costado. ¿Cómo lo ves?
-Lo bueno del Gato es que es muy frontal, las cosas que no le gustan te las dice en la cara y eso es muy bueno. Ahora, si lo veo con fuerzas o no... yo lo vi bien. No lo conozco mucho, y quizá es algo que puedan expresar mejor los chicos del club que lo conocen hace muchos años. Sin embargo, lo veo bien, con ganas de trabajar y revertir esto.
Un póquer de cambios y 4-4-2 a la vista
La ausencia de victorias es un tema que empieza a preocupar en la Bodega. Godoy Cruz sacó uno de los últimos doce puntos en juego y el correr de las fechas levanta el mal humor de los hinchas, que ven a un equipo sin fútbol ni marca. Por eso se vienen varios cambios para enfrentar el próximo sábado a Vélez en el Malvinas Argentinas.
Para empezar, Oldrá le confirmó a sus jugadores que dejará atrás el 5-3-2 para apostar a un 4-4-2 un tanto más ofensivo, con volantes ofensivos por los costados.
Sin Galeano y García, suspendidos, la idea del Gato es armar una línea de cuatro en el fondo, incluir a Jerez Silva como volante central junto a Zuqui y Ángel González (debutaría oficialmente) y Kevin Mercado por los costados. ¿En el ataque? Vuelve el goleador Leandro Fernández junto a Ayoví.