En un día “normal”, cerca de 40.000 personas pasan por la Terminal de ómnibus de Mendoza (el equivalente a un estadio Malvinas Argentinas repleto). Pero en vacaciones, fines de semana largo y fechas especiales como Semana Santa y Carnaval; la estadística supera los 75.000 transeúntes.
Y este punto neurálgico ubicado en el límite entre Ciudad y Guaymallén -aunque con vinculación directa hacia toda la provincia- se convierte en algo estratégico, no solamente desde la perspectiva del turismo; sino también para el flujo diario de actividades.
La terminal de micros Estación Mendoza, aquella por la que además transitan más de 1.100 unidades diarias, ya luce renovada y en el lugar se están ejecutando las últimas obras para que este viernes quede inaugurada la primera etapa (el ala norte, y donde está la entrada principal).
En total se han invertido 300 millones de pesos en esta primera parte; y entre los grandes cambios se destaca el aprovechamiento pleno de la planta alta -que estaba inhabilitada desde fines de los ‘90-, además de la incorporación de tecnología, de la eficiencia energética y de la instalación de un gran centro de monitoreo.
Junto al mencionado sector -que prácticamente luce nuevo y que tendrá 70 locales (entre comercios de todo tipo y boletería)- se han reconstruido las esquinas que vinculan este cuerpo con el ala este y con la oeste. Además, comenzaron trabajos en el sector sur. Allí, en la galería lindante con el Acceso Este se instalarán otros comercios y una reconocida multinacional de comida rápida.
La empresa contratista principal de la obra fue Ceosa, mientras que el proyecto estuvo a cargo de la misma firma que ha trabajado en la mayoría de los shopping de América del Sur.
“No hemos pensado en una simple terminal para construir la nueva, sino que hemos ido más allá. Es un edificio súper moderno y súper eficiente, con las prestaciones de un aeropuerto: es cerrado, climatizado y con los estándares del primer mundo”, indicó el gerente general de la terminal Estación Mendoza, Matías Díaz Telli.
La estación de combustible instalada en el centro del predio -exclusiva para los colectivos- también fue levantada y en el lugar se instalará una renovada bomba.
Todo listo
En lo que respecta a las obras de la terminal propiamente dichas, el avance supera ampliamente el 90%. Por estos días, los trabajadores se encuentran terminando los canteros y pintando los espacios de la playa de estacionamiento lindante a calle Reconquista -continuación de Alem y de Bandera de los Andes-. Toda la luminaria ya ha sido cambiada a led -incluso en el amplio frente de vidrios espejados se han colocado tiras con esta iluminación para hacer más vistoso incluso el frente por la noche- y ya está automatizada la totalidad del sistema.
“Se han colocado 2 ascensores y 2 escaleras mecánicas, además de las manuales que ya estaban; todo en el ala norte. La puerta será automática también, y hay alarma contra incendio. Todo el edificio está pensado apuntando a la eficiencia energética; con paneles de frío latino en los techos y con doble vidrio de 20 milímetros que permitan aprovechar las características para aclimatar”. continuó Díaz Telli. Además, habrá conectividad Wi Fi.
Cómo sigue
Luego de que el 28 quede inaugurada el ala norte, la empresa deberá definir el cronograma para continuar con las etapas 2 y 3. La segunda será el ala este y el factor clave allí será la vinculación con calle Alberdi y las paradas de colectivos. Algo similar ocurrirá con el ala oeste -tercera etapa- y los colectivos que paran en Costanera. Con la implementación del Mendotran, únicamente el grupo 200 mantiene su trayecto por el interior de la terminal. El sector lindante a calle Alberdi mantendrá el área de encomiendas y todo parece indicar que será de más sencilla ejecución. No obstante, aún no hay plazos ni cifra de inversión estimadas.
Los 4 baños fueron refaccionados en 2013, por lo que no se prevé una refacción tan importante en comparación con el resto de las obras. Y, al igual que ocurría en los '90, se ha previsto un sector de juegos y esparcimiento en la planta alta, a la altura del ala oeste (donde funcionó el mercado de productores).