Este sábado a primera hora continuaron los allanamientos en la casa de Nicolás Gil Pereg (36), el hombre isaraelí que por el momento está en la mira de la Justicia por la desaparición de su madre y su tía, dos mujeres de la misma nacionalidad.
Si bien no fue menor el dato que arrojó la fiscal Claudia Ríos luego de las 4 horas de rastrillajes de este viernes, de que este muchacho estaba en calidad de testigo, los pesquisas lo tienen en la principal línea investigativa por ser la última persona con las que estuvieron Pyrhia Sarusi (63), madre de Nicolás, y Lily Pereg (54), su tía. Además de esto, el hombre tiene una vida bastante particular.
Aunque los operativos efectuados en la propiedad de calle Julio. A. Roca al 6079, de Guaymallén, no arrojaron resultados positivos en cuanto al hallazgo de los cuerpos-corrió fuerte esa versión y luego fue descartada-, sí la Policía Científica se llevó varios rastros para ser analizados. Uno de ellos fueron manchas de sangre.
Estas evidencias hemáticas pueden ser de personas o animales, ya que se conoció que Gil Pereg convivia con decenas de perros y gatos en muy mal estado. Alguno de ellos estaban desnutridos y otros fueron encontrados muertos y disecados. Respecto a esto, en el lugar se hizo presente el abogado Oscar Mellado, representante de Asoreva (Asociación Reencuentro por la Vida Animal), para constituirse como querellante en la causa por maltrato animal.
Este sábado se volvió a montar un importante operativo para remover la tierra existente en la propiedad y ver si encuentra a las mujeres muertas. El terreno es muy grande y las tareas serán extensas; anoche se suspendieron por la falta de luz natural.
El de hoy es el tercer allanamiento en la vivienda de de Gil Pereg, luego de los realizados el jueves y el viernes. La primera medida había sido en el departamento que alquilaron las mujeres en el Centro, que no dejó demasiados datos de importancia ya que muchos de los efectos personales de las israelíes estaban allí, a excepción de un teléfono celular que no ha sido ubicado hasta el momento.
Mientras, el por ahora sospechoso está en calidad de testigo y se mantiene en su primer versión: que el sábado pasado estuvo con ellas en su casa de Guaymallén y que las señoras buscadas se fueron por la noche en colectivo hacia el Centro. Cuando las fue a buscar el domingo ya no las encontró. Esa fue su denuncia de paradero y que mantiene como declaración.
En condiciones de indigencia pero con extrema seguridad
Sorprenden algunas contradicciones en la vida de este hombre, residente en Mendoza desde hace unos 10 años, criado en Israel y hasta con un paso por el ejercito de ese país. Si bien se conoció que vive en una casa sumamente precaria, el terreno es muy grande y tiene fuertes medidas de seguridad, como un cierre perimetral matálico y parte con un tendido eléctrico.
Además, en el primer operativo le encontraron varias armas de fuego (registradas) y unos $3.000.000 en efectivo. También se sabe que sería quien maneja algunas de las cinco empresas que su madre tiene en la provincia, aunque su aspecto dista mucho de un típico empresario. Vecinos de ese sector de Buena Nueva cuentan que hasta hace días lucía el pelo largo y barba, y ahora se lo vio rapado y afeitado.
Los lugareños agregan que siempre fue una persona solitaria, que ni siquiera pisaba los negocios del barrio para comprar comida. Al parecer en su propiedad tenía el proyecto de hacer unas canchas de fútbol, ya que se pudo ver la instalación de las luminarias.