“Este gol seguro que se festejó más que el del ascenso porque sirvió para salvarnos y seguir en la categoría. Fue un desahogo”. Así se presentó Sergio Oga, quien le dio el gol del triunfo al Lobo y que le sirve para asegurar la permanencia en un 95% porque todavía falta la resolución del partido entre Los Andes y Brown de Madryn.
Este cordobés de 34 años llegó a Gimnasia para transformarse en ídolo y va camino a eso. Es que con la 10 en la espalda logró dos ascensos y una casi segura permanencia.
Fue un jugador al que fueron a buscar porque sabían que era un “número puesto” y que no le iba a pesar la camiseta y por eso también jugó este partido ante Villa Dálmine.
“Fue un año duro para nosotros y terminarlo así fue como un ascenso”, señaló Oga cuando hizo referencia al partido.
Uno de los héroes de la tarde se dio un baño de humildad: “Esto no es mío, ni de Mati (Alasia), ni del técnico, ni de nadie... es de Gimnasia. La gente apoyó, nosotros hicimos el esfuerzo y por eso nos salvamos. Sabíamos que iba a ser un año complicado, pero no pensamos que íbamos a llegar así en la última fecha”.
Desde que llegó Omar Labruna, Oga perdió la titularidad pero lejos de bajar los brazos, siguió trabajando por una oportunidad: “Yo quería jugar, pero el profe (Labruna) llegó y no me vio bien desde lo físico. Seguí trabajando y me dieron la oportunidad en el último partido y gracias a Dios pude convertir”.
La tensión que se vivía fuera de la cancha, llegó adentro y la ansiedad por saber los otros resultados se apoderó de los jugadores: “A cada rato nos acercábamos al banco y preguntábamos como iban los demás partidos y cuando la gente gritó el gol de Los Andes se me vino un cosquilleo por todo el cuerpo”.
Sobre el final, Oga terminó jugando de “9”, mientras que Farías terminó jugando de “6”. Una muestra que todos corrían en post del resultados: “En el final corríamos con el alma. El “Tecla” (Farías) terminó jugando de central porque nos tiraban muchos pelotazos. Todos hicimos el esfuerzo y por eso la felicidad”.
Hace unos días, el presidente Fernando Porretta aseguró que si Gimnasia se salvaba iba a dejar la presidencia, pero Oga quiere convencerlo que siga: “Seguramente que en los próximos días vamos a hablar con Fernando (Porretta) para decirle que tiene que seguir con nosotros, no se puede bajar de esto, tenemos que ir por más junto con él”, cerró.
Aquella feliz tarde cordobesa
Hace casi un año Gimnasia sacaba boleto para jugar la Primera B Nacional gracias a una genialidad de Sergio Oga, nada más y nada menos que ante un Talleres que había metido una multitud.
Los cordobeses lo conocían y le decían “Mandrake” y él se encargó de ratificar el apodo ya que se sacó de encima al arquero de Talleres con un sombrero y definió de cachetada cuando lo apretaban dos defensores.
Fue un 7 de diciembre del 2014 y ayer un 15 de noviembre sacó otro conejo de la galera para darle el triunfo al Lobo y, seguramente, dejarlo un año más en la categoría.
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