Alemania anunció ayer 6.000 millones de euros para hacer frente al masivo flujo de inmigrantes, mientras Francia y Gran Bretaña se comprometieron a recibir a miles de refugiados, un signo de que Europa se moviliza para resolver la crisis migratoria.
Ayer, unas 15.000 personas lograron llegar a la isla griega de Lesbos, convertida en puerta de entrada para los refugiados que huyen de la guerra en Siria.
“Lo que vivimos ahora es algo que nos seguirá ocupando los próximos años, nos cambiará, y queremos que el cambio sea positivo y pensamos que podemos lograrlo”, declaró la canciller alemana Angela Merkel.
Lesbos "a punto de explotar"
El sistema de cuotas que mañana propondrá la Comisión Europea (ver nota principal) no satisface a todos los países europeos, en particular en el este. Es el caso de Viktor Orban, el primer ministro de Hungría, quien ayer consideró prematuro debatir sobre el sistema de cuotas mientras el flujo de inmigrantes no esté controlado.
Por su parte, el primer ministro británico David Cameron destacó la “extraordinaria compasión” en su país, que aceptó recibir en cinco años a más de 20.000 personas.
Mientras tanto, las islas griegas del Mar Egeo oriental siguen recibiendo a miles de inmigrantes procedentes de las cercanas costas turcas. Es el caso de Lesbos, que según el ministro griego de política migratoria, Iannis Mouzalas, está “a punto de explotar” por la presencia de “entre 15.000 y 17.000 refugiados”, el equivalente de una quinta parte de su población total.
La agencia de la ONU para los refugiados (Acnur) cifra en 366.402 las personas que han llegado a Europa por el Mediterráneo en 2015, de las cuales 2.800 murieron en la travesía. Del total de personas que han cruzado el mar, un 51% procede de Siria.
En Sicilia, la marina italiana desembarcó ayer los cuerpos de 60 inmigrantes que murieron en abril en el naufragio de una embarcación en la que perecieron 800 personas. El presidente italiano prometió rescatar a los cuerpos del barco siniestrado del que hasta ahora se han podido recuperar 118 cadáveres.
En Alemania, la canciller Merkel aludió ayer a un fin de semana “emocionante e impactante”, en el que llegaron a Alemania más de 20.000 refugiados procedentes mayoritariamente de Siria. Ater, otros 3.000 refugiados llegaron al país.
La canciller expresó su alegría de que Alemania se haya convertido en un país que la gente asocia a la esperanza. “Es algo muy valioso si miramos nuestra historia”, afirmó.
Centenares de voluntarios se congregaron el fin de semana en las estaciones de tren alemanas para entregar a los refugiados agua o comida, con pancartas en las que se podía leer “Refugees welcome!” (“Refugiados bienvenidos”).
En Madrid, la nueva alcaldesa de izquierda, Manuela Carmena, desplegó en la sede del ayuntamiento, en la Plaza Cibeles, una pancarta de 8 metros con el mismo mensaje y además se comprometió a destinar 10 millones de euros para acoger a refugiados a partir de 2016.