Con un calendario que avanza hacia el receso de verano, los gremios de los trabajadores estatales (ATE), de la salud (Ampros) y judiciales, se manifestaron en una jornada de paro y asambleas que coincidió con medidas similares en el resto del país.
El punto de encuentro de los manifestantes tuvo su carga simbólica en función del mismo reclamo: la entrada a la Legislatura se convirtió en el escenario para que los representantes gremiales dieran un encendido discurso que tuvo como eje la discusión del Presupuesto 2014, que se aprestaba a debatir la Cámara de Diputados. Así, el pedido de aumentos salariales y reapertura de paritarias para estos días se dirigió a los legisladores, aunque cada organización sindical agregó lo propio a su protesta.
Además pidieron un bono de fin de año y llevar el mínimo a 8.500 pesos, valor de la canasta familiar, pero también cifra reconocida a la Policía la semana pasada, hecho que se recordó y sirvió como antecedente en los pronunciamientos de ayer. Según adelantaron, todos los sectores manifestados seguirán en asamblea permanente durante estos días y prevén una nueva movilización para el 20.
Así se abrió sobre final de año una pelea gremial con el Gobierno la cual, de no resolverse, según advirtió Raquel Blas, secretaria general de ATE, va a convertirse en "una guerra" para 2014. La gremialista fundamentó: "Queremos que se reabran las paritarias esta semana porque si no, nos implica ya trasladarnos a marzo y comenzar el año con dos meses de atraso salarial".
La gremialista, acostumbrada a la polémica por los adjetivos que usa en sus discursos, calificó al gobernador Pérez de "payaso" y se quejó de que montó "un circo al haber pedido la renuncia de todo su gabinete y elevar luego la categoría de secretarías a ministerios".
Para los sindicalistas, el presupuesto que se está discutiendo prevé importantes recortes salariales. En este sentido, Carlos Ordóñez, secretario general del sindicato de Judiciales, opinó que "la discusión no contiene una pauta adecuada de aumento de salario, ya que ese incremento debe estar relacionado con inflación de 2013 y con la extrapolada hacia diciembre de 2014".
Si bien la manifestación fue tranquila y no ocasionó ningún problema en un tránsito más complicado por las fiestas de fin de año, el tono con el que se habló durante la manifestación tuvo casi la misma temperatura de una mañana calurosa. Los manifestantes comenzaron a reunirse a partir de las 9.30 con banderas y carteles, y crearon un momento de clímax cerca del mediodía con la llegada de 400 judiciales y un acto en donde los referentes hablaron con un tono elevado.
Pero lejos de este punto céntrico el malestar se extendió, ya no entre los manifestantes convocados sino en la gente que iba a los hospitales y se enteraba de que no iba a ser atendida. En el caso del Notti y el Central, los pasillos atípicamente vacíos daban cuenta del acatamiento cercano al 100 por ciento de los médicos, tal como dijeron desde Ampros. Según la asociación, sólo se atendieron los servicios esenciales de domingos y feriados.
