Los estatales paran dos días sin ilusión de un arreglo

La brecha entre lo que piden y lo que ofrece el Gobierno ya les hace pensar en un plan de lucha para después del miércoles 19 y jueves 20.

Los estatales paran dos días sin ilusión de un arreglo

Las negociaciones salariales del Gobierno con los distintos gremios estatales no sólo que no avanza, sino que ahora deberá enfrentar un nuevo paro: el miércoles y jueves de la semana que viene saldrán a la calle a reclamar por un aumento del 45 por ciento. Esta decisión surgió ayer de un nuevo plenario que realizaron en la puerta de la Legislatura, en el que participó la Salud, con ATE y Ampros, la administración central (ATE y Sitea), el sindicato Vial y Judiciales.

Si bien en la semana que resta hasta la medida de fuerza algunos gremios volverán a sentarse para discutir los aumentos, las expectativas de llegar a acuerdos son bajas y terminan por reflejar el fracaso de las negociaciones paritarias hasta ahora.

En el encuentro multigremial de ayer se decidió que el miércoles 19 harán paro con piquetes, escraches y cortes en puntos determinados, mientras que el jueves 20 se movilizarán todos a Casa de  Gobierno en una gran marcha en la que estarán los gremios estatales unificados. También se prevé para ese día un caravanazo.

El paro de 48 horas que se viene será el segundo que se realiza este mes aunque, a diferencia del anterior, cuando fue con asistencia a  los lugares de trabajo, esta vez la idea es que todos los trabajadores se encuentren en la calle.  Como antesala a los días programados, durante la reunión multisectorial de ayer se cortó la calle en la esquina de la Legislatura y se comenzó a marcar el ritmo de las jornadas complicadas que vendrán.

De esta manera, cada vez menos parece vislumbrarse el fin de un conflicto que se radicaliza entre las partes y que hasta ahora no ha logrado cerrar ni siquiera con un solo sector las discusiones por el salario. Por un lado, los gremios se han plantado en un número -45 por ciento- y dicen que no se van a bajar de ahí, mientras que el Gobierno avanza lentamente con cuartos intermedios que ponen en suspenso las paritarias y acercan cifras muy por debajo de lo pedido.

“La decisión es dar pelea. No creemos que en 48 horas esto se termine así que es muy probable y seguro que el miércoles y jueves estemos en la calle ya preparándonos para discutir cómo continuamos la lucha frente a la decisión del Gobierno de recargar el ajuste en la espalda de los trabajadores”, señaló Raquel Blas, secretaria general de ATE.

Calendario

En lo que sigue, la Salud retoma las conversaciones con el Gobierno el lunes y buscará superar el 20% de aumento en tres veces y dos adicionales no remunerativos de  $ 250 cada uno ofrecidos hasta ahora. La administración central se reunirá el mismo miércoles 19 y pedirá que se mejore la propuesta.

Por otro lado, los trabajadores de troles lograron algo que venían pidiendo desde hace tiempo: el Gobierno los citó  para el lunes también para iniciar conversaciones con el sector. Lo que piden es un aumento de 2 mil pesos hasta ver qué se logra en la negociación, aunque adelantan que con menos de $ 1.400 no cerrarán un acuerdo.

Paritarias calientes

Si hay algo común que rodea a todos los sectores es la falta de expectativa que tienen en torno a las negociaciones que vienen. Y los factores para que esta sensación se haya generalizado son varios: por un lado, el Gobierno marcó en su negociación con los docentes la amplitud que manejará en los porcentajes. “Lo que ofrezcan al SUTE es un mensaje para el resto de los sectores en relación al aumento que manejarán, que es por debajo de la inflación”, interpreta la referente de ATE.

Y es que entre lo que ofrece el Gobierno y lo que piden los gremios hay 15 puntos de diferencia, sumándole que todas las ofertas han sido escalonadas y acompañadas con cifras no remunerativas, algo rechazado de plano.

“Queremos poner el salario inicial igual a la canasta familiar, que hoy está por encima de los $ 9.100. Se trata de un porcentaje que permita recuperar lo perdido en los últimos seis meses de 2013 y en lo que llevamos en este año. Ese número, objetivamente y puesto en la mesa, da un promedio del 45% para abordar el primer semestre de este año. Ahí vendría una reapertura en junio de la negociación”, pidió Blas.

Otro factor que recalienta los ánimos son los tiempos que se manejan. Los numerosos cuartos intermedios y las postergaciones son interpretadas como “dilaciones”, situación que rechazan y denuncian en los distintos mandatos que se plasman en los plenarios.

“La inflación también la viven ellos a la hora de recaudar”, dice Blas en torno a las posibilidades financieras del Gobierno. “No nos olvidemos de que los policías llevaron adelante una jornada nacional con paro y movilizaciones, y consiguieron los $ 8.500”, acotó Soledad Sosa, referente del Partido Obrero y delegada judicial.

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