Los combativos gremios de trabajadores estatales ATE y Ampros prometieron endurecer las medidas de fuerza, con paros de 48 y 72 horas en las siguientes semanas, si no reciben la convocatoria del Gobierno a una nueva paritaria, con una propuesta cercana al 50% de incremento salarial.
Esa fue la afirmación de los gremialistas al finalizar la movilización que llevaron adelante ayer, en el marco de un paro general coincidente con una medida similar de la CTA y la CGT moyanista a nivel nacional (y sin planificarlo, con los docentes del SUTE). Según sus propios análisis fue del 97% la adhesión en el sector Salud y también fue de alta en el resto de la administración pública. El Gobierno desmintió esos datos y dijo que fueron mucho más bajos.
La protesta, que reunió a unas tres mil personas en la explanada de la Casa de Gobierno (llegó a ocupar tres cuadras de manifestantes durante la marcha), se centró en los incrementos salariales aunque con fuertes contenidos políticos, con demandas como la eliminación del Impuesto a las Ganancias de los salarios y la mejora en las asignaciones familiares, entre otras.
Al igual que lo ocurrido un día antes con la manifestación de los docentes (que continuarán hoy su paro), pocas fueron las voces del Gobierno que se escucharon. Entre ellas estuvo la del coordinador paritario Mauricio Guzmán, quien manifestó que en la administración central "la actividad fue normal". Y también habló el ministro de Salud, Carlos Díaz Russo, que pidió comprensión a los trabajadores (ver aparte).
Por debajo del 50%, nada
Aquel primer reclamo salarial que lanzó la Asociación Trabajadores del Estado a principios de año, de una suba del 50%, no ha variado en nada. "Cualquier propuesta por debajo de ese porcentaje implica un recorte salarial y no estamos dispuestos ni siquiera a considerarla en la mesa de negociación", indicó la titular de ATE, Raquel Blas.
En un mismo sentido, Roberto Macho, secretario gremial, tras explicar que el pedido específico es "50% de aumento para el básico de revista, retroactivo al 1 de enero", añadió que siguen esperando el llamado del Gobierno, pero que si eso no se da entre hoy y principios de la semana que viene, "no se descarta un paro de 48 horas para los próximos días y de 72 horas para la otra semana".
En coincidencia, Isabel del Pópolo, titular de los profesionales de la salud, denunció "aprietes" en algunos hospitales y repudió la actitud "unilateral" del Gobierno de levantarse de la mesa paritaria "sin decir cuándo será el nuevo encuentro". La última oferta oficial fue un incremento del 23,60% en tres etapas, que anualizado no llega a un 15% según los gremios.
Por eso, la médica convocó para hoy a todos los trabajadores para definir la continuidad del plan de lucha, anunciando además que a las 12 habrá una reunión interhospitalaria para analizar la posibilidad del nuevo paro que "podría ser de dos días".
Un discurso político
La principal oradora del encuentro fue Raquel Blas, quien basó los reclamos salariales en los desaciertos políticos del Ejecutivo.
"Antes los funcionarios no se aumentaban los sueldos hasta que terminara la paritaria y lo hacían en igual relación que los trabajadores, pero ahora lo hicieron antes y en más del 50%", denunció la gremialista. Luego, en su discurso, cuestionó el comportamiento del gobernador Francisco Pérez con la Nación. "Se arrodilla ante la Presidenta", dijo y enfatizó que el Gobierno nacional "sólo reparte 20% de la riqueza a las provincias".
Además, Blas le criticó al mandatario lo hecho con la minera Vale. "Les dijimos que no negociaran con las megamineras porque después se irían y dejarían pasivos ambientales y sociales", dijo y cuestionó: "Ahí está, corriendo, tarde, detrás de Vale".
Finalmente también encaró contra el coordinador paritario Guzmán, de quien dijo que es un "representante del lafallismo", y recordó que el ex gobernador Arturo Lafalla "fue sinónimo de entrega", citando la salida de la Caja de Jubilaciones.