Por Lic. Eduardo Sosa. Consultor en Eco-eficiencia
En la edición 164 te comentamos algunas opciones para climatizar tu hogar. Y, si bien existe un gran abanico de posibilidades, en esta ocasión vamos a destacar dos sistemas que aportan grandes soluciones.
Estufas de biomasa
Las estufas a leña -o pellets de alto rendimiento- han llegado al mercado hace algunos años, incorporando una mayor eficiencia de combustión frente a las tradicionales salamandras y hogares con chimenea, gracias a una doble cámara de combustión y a un mayor aprovechamiento del calor residual.
Generan menos monóxido de carbono, no producen olores y se presentan en varios modelos que incluyen estufas empotradas en la pared, lo que mejora la circulación de las personas y le aporta un toque estético único. Tienen un alto poder calorífico y, además consumen energía renovable.
Generan menos monóxido de carbono, no producen olores y se presentan en varios modelos.
Este tipo de estufa sirve para calentar ambientes específicos. No es muy eficiente para climatizar toda una vivienda, sobre todo si posee muchos compartimentos. Otras desventajas son la provisión de leña, ya que requiere un espacio cubierto para depositarla en caso de climas húmedos, inviernos lluviosos o con nieve. Asimismo, debe limpiarse con frecuencia retirando las cenizas. Muchos modelos vienen con la posibilidad de agregar tuberías para trasladar el calor a otras partes de la vivienda; la desventaja es que estos caños pueden provocar quemaduras al tocarlos y deben ser instalados lejos del alcance de niños o personas con impedimentos físicos.
Calefacción por radiadores
Este sistema se está imponiendo como uno de los más eficientes en función de los costos. Si queremos un calor uniforme y no podemos invertir en un piso radiante, o si no queremos realizar una obra enorme que implica sacar los pisos de la casa, la calefacción con radiadores es la mejor solución.
Funcionan con una pequeña caldera eléctrica -o a gas- que suministra agua caliente al sistema de cañerías. Estas pueden alcanzar una parte o la totalidad de la vivienda. Trabajan liberando, en forma constante, su energía calórica al ambiente.
La ventaja evidente es la mejor distribución del calor en toda la vivienda y no reseca el ambiente. Es un sistema muy eficiente, aún en climas muy fríos.
Como funcionan con agua calentada, si incorporamos un termotanque solar, la caldera recibirá agua caliente una buena parte de la temporada de frío y provocará un significativo ahorro en combustible.
También podemos encontrar radiadores eléctricos que no requieren obra de instalación de cañerías sino, un simple enchufe. La ventaja evidente es la mejor distribución del calor en toda la vivienda y no reseca el ambiente. Es un sistema muy eficiente, aún en climas muy fríos. Una cuestión a considerar es el mantenimiento calificado que requiere una vez al año y los costos de instalación.
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