Venta por catálogo, por internet, “puerta a puerta”, armado y diseño de cotillón más souvenir, delivery de comida saludable con opciones veganas y vegetarianas; entre otros, son algunos de los negocios que surgen frente a la actual recesión económica.
Según explicó Jorge Day, economista del Ieral Fundación Mediterránea, tanto Argentina como Mendoza llevan más de tres trimestres cumplidos de caída en la actividad económica. Aclaró: “Cuando las ventas y el consumo caen, no de manera transitoria, sino que estos fenómenos perduran en el tiempo como sucede ahora, es cuando técnicamente podemos aseverar que estamos en recesión”.
Uno de los indicadores que toma este especialista para evaluar la caída es el IGA, Indicador General de Actividad a nivel nacional, aportado por el estudio de Orlando Ferreres & Asociados. Este índice muestra que la actividad económica de Argentina cayó, en promedio, 0,7% en cada uno de los trimestres, 3º y 4º de 2015 y 1º de este año.
Day detalló, además, que para conocer la situación de Mendoza, la Fundación toma el indicador denominado Monitor de provincia. A pesar de que aún es provisorio para el primer trimestre de 2016, la actividad económica de Mendoza cayó en porcentajes similares a lo que refleja el IGA en cada uno de los períodos analizados. A esta situación hay que sumarle la imparable inflación, que en abril llegó al 7%, según consultoras privadas nacionales.
En este contexto, el escenario tan temido de la estanflación (inflación y recesión) está bien definido en la economía local. “Recesión más inflación es estanflación, es la misma que traíamos luego de cuatro años de cepo. Ahora se profundizó la caída de la actividad y la suba de precios”, indicó el economista Sebastián Laza.
El reflejo de estas estadísticas está dado -según expresó Day- por la caída del empleo, los aumentos de precios y pérdida del poder de compra de los mendocinos. De este modo, y con el objetivo de salir de esta situación, es que los mendocinos buscan alternativas de negocios que les brinden ingresos extras a su alicaída economía familiar.
Reconoce Day que la actividad y reactivación de la economía no es algo que se dará en el corto plazo, por lo que la búsqueda de nuevos ingresos está siendo crucial para muchas familias. Se esperanzó en que recién “a comienzos de 2017 podremos observar otro tipo de números en lo que respecta a inflación, consumo y actividad económica, la cual puede ser traccionada por las exportaciones y algo de inversión”.
Búsqueda de nuevos ingresos
La proliferación de los negocios que surgen con la recesión aprovechan también los cambios de hábitos de los consumidores, quienes deben adaptarse a las nuevas realidades económicas de su hogar.
Según explicó Day, ante la caída del poder adquisitivo, los mendocinos empiezan a relegar consumo. Sin embargo, hay algunos puntos que están dentro del rubro de ocio que no se dejan del todo. Lo que se hace es cambiar las conductas. “En lugar de ir a comer a un restaurante caro, salen a una pizzería o a un negocio de comida rápida u optan por deliverys. Esto permite seguir saliendo o juntarse con amigos y el gasto a afrontar será menor”, expresa el economista.
Frente a este cambio de conducta, según Damián Di Pace, especialista en consumo y director de la consultora Focus Market, esto genera negocios de oportunidades que ante otro entorno no nacerían, “como es el caso de los negocios del “suelto” de limpieza cuando las ventas de consumo masivo de este rubro cayeron. O el negocio de la venta por catálogo y directa, que generalmente nace a partir de la búsqueda por parte de los consumidores como un sustituto para disminuir gastos sobre el presupuesto habitual mensual”, explicó.
No obstante, Di Pace, autor del libro “Marketing extraordinario”, contó que generalmente todos estos negocios son pro cíclicos. Lo que quiere decir el también asesor de la Confederación de la Mediana Empresa (CAME) es que los negocios que nacieron en la recesión que tienen dinámica y logran readaptarse se sostienen en otro contexto económico de crecimiento. Di Pace contó que “los negocios de oportunidad que no logran en el tiempo de recesión una cierta madurez y estrategia, al cabo de un tiempo fracasan, ante la convulsionada economía”.
Un punto a favor de los negocios de la recesión -según los especialistas- es que el nivel de riesgo y de inversión con el que nacen es bajo a diferencia de otros emprendimientos que surgen con una economía más estable. Por ende, “si el negocio fracasa, la inversión perdida en la mayoría de los casos no es tan grande” en términos relativos.
Los negocios que surgen
Uno de los negocios que proliferan con la recesión es el de venta de indumentaria y accesorios a domicilio, casi siempre de la mano de mujeres. Muchas de ellas, que no pueden salir muchas horas de casa porque tienen a su cuidado a los hijos además de llevar adelante el hogar, encuentran en estos negocios una salida monetaria interesante con flexibilidad horaria.
Este es el caso de María -de 32 años, casada y madre de una nena de 12 años-, que supo sortear la crisis. Luego de ser despedida de un negocio de ropa y tener que cerrar su otro emprendimiento de indumentaria y accesorios -que estaba ubicado en el microcentro de Mendoza- tuvo que salir a buscar alternativas para generar ingresos en su hogar. Fue entonces que decidió encarar su microemprendimiento de venta de ropa femenina para niños “puerta a puerta”. En un primer momento comenzó comprando indumentaria en Buenos Aires, yendo en los micros que, a un costo de $ 1.200, salen de Mendoza a recorrer “La Salada” y otros sitios de venta de ropa al por mayor en un día. Con una pequeña inversión, la primera compra fue de $ 7.000 (con gastos incluidos) -justamente con la indemnización que le dejó la empresa que la despidió-, comenzó a venderle a sus amigas, familiares, conocidas, vecinas, mamás del colegio, etc.
Con el tiempo y siempre valijas en la mano, su abanico de clientas fue en crecimiento. Hoy ya cuenta con más de 100 clientas e invierte $ 30.000 por mes. El “éxito” recae en que María brinda posibilidad de pagos -siempre de contado- y los precios de la ropa son más económicos que los que se pueden encontrar en las tiendas del Centro mendocino. Este tipo de emprendimientos carece de empleados, negocio físico, costos de impuestos.
Ahora cuenta con otras dos revendedoras que salen con la ropa que ella ya no puede ubicar a sus clientas. Según contó, hoy este negocio le deja una entrada interesante, con la que puede vivir y darse gustos.
Otro caso es el de Antonio, quien junto a un amigo decidió empezar a vender ropa deportiva. En un primer momento, estos fanáticos del fútbol comenzaron a traer remeras de todos los equipos de Argentina y el mundo y le vendían a su círculo más íntimo y a algún que otro conocido en las canchas donde se juntaban a “pelotear”. Sin embargo, y nuevamente ante el ofrecimiento de indumentaria un 30% y hasta un 50% más barata de lo que se puede encontrar en el mercado de las casas de deporte, es que vieron la oportunidad y su negocio comenzó a ampliarse. Hoy, Antonio y su ahora socio venden no sólo camisetas sino también ropa para mujeres, indumentaria para todo tipo de deportes y zapatillas.
A diferencia del negocio de María, la venta de ropa se hace en las canchas de fútbol o los clientes van hasta su domicilio. También por internet a través de su página de Facebook, donde muestran todas las prendas y tienen, además de la posibilidad de financiamiento, la plataforma de MercadoPago, con la que pueden recibir tarjetas de crédito. Ante el crecimiento, lo que están haciendo, además, es dejar ropa en concesión.
De estos ejemplos, hay muchos en la provincia y, en cada caso, proliferaron justamente en los momentos de recesión económica, donde no había alternativas de trabajo en la calle y tuvieron que salir a buscar ingresos por otras vías. No obstante, para los consultados por Los Andes, la contra que todos remarcaron es la inestabilidad que genera, ya que no tienen ingresos mensuales seguros todos los meses.
En su gran mayoría, ninguno de estos emprendimientos cuenta con la legalidad correspondiente a los negocios que ofrecen productos similares. De este modo es que desde la FEM puntualizaron que indudablemente esto afecta al negocio formal aunque consideraron que resulta imposible controlarlo al igual que medir cuánto ha crecido.
Ventas por catálogo
Desde hace años que las ventas por catálogo han generado ingresos extra en tiempos de “vacas flacas”. El sistema es muy similar y para ingresar en este negocio la inversión es prácticamente nula ya que sólo con el catálogo se puede empezar a trabajar. Los rubros son dispares y van desde cosméticos, ollas, tapers hasta indumentaria, entre otros.
Bajo este mecanismo, las empresas proveedoras son las que se llevan la mayor ganancia, ya que tienen miles de “locales” en la calle sin ningún tipo de gasto de estructura. Dentro de este negocio hay distintos escalafones. Por un lado, están los revendedores, las cuales están agrupados por un “líder” y este, a su vez, es quien le compra al distribuidor, que en Mendoza son muy pocos. De este modo, dependiendo de en qué escalón se está, la ganancia puede oscilar entre el 5% y el 30%.
Uno de los ejemplos de esta estructura es el de Sonia quien, por diversos problemas de salud de su hija, necesitaba un trabajo con flexibilidad horaria. Así para poder tener ingresos y estar en casa cuando su hija lo requiriera se volcó a la venta por catálogo de Natura (cosmética).
Aldana -que también empezó a vender Natura a fines de 2015- explicó que decidió esto luego de que los gastos en su hogar aumentaran y ella no pudiera solventar sus estudios, que tampoco le permitían un trabajo con régimen de horarios. Como revendedora, su ganancia es del 30% de lo que vende.
Tienda de productos "sueltos"
Los negocios más conocidos son los de limpieza, los cuales afloraron en 2001 y luego de algunos meses desaparecieron. Ahora volvieron a florecer. Pero no sólo se pueden observar tiendas específicas con estos productos o venta a “domicilio”, sino también ferreterías, quioscos, almacenes, que buscan sumar productos a sus pobres ventas.
Este es el caso de Mariana, que este año agregó estos productos en la ferretería que tiene en su barrio de Godoy Cruz. Según contó “la gente se inclina a comprar suelto porque los productos de limpieza resultan ser mucho más baratos que en el supermercado”.
Por caso, en base a los precios que este negocio maneja como el jabón para la ropa tipo Ariel, está a $ 105 los 5 litros o $ 26 el litro. Mientras que en el supermercado, la marca Ariel líquida se consigue a $ 61,83 el litro, lo que deja una diferencia de precio del 60%.
Lo interesante de este negocio, además, es que cómo remarca este producto. Según contó María la “ganancia” es del 50%, por ende, “si las ventas repuntan o cada vez son más los consumidores que optan por comprar limpieza bajo esta modalidad, la ganancia puede ser interesante”, comentó.
Tiendas de "nicho"
Algunos negocios que surgen ante la búsqueda de nuevos ingresos son las tiendas de alimentos especializados, venta de dulces y postres desde el hogar, de reparación de productos, de segunda mano, cotillón, accesorios para niños, entre otros.
Muchas de estas nuevas tendencias, nacen no sólo con el objetivo de buscar una salida laboral sino también, por la necesidad de algunos emprendedores de generar su propio negocio aprovechando también los cambios de conductas dados por la recesión y las tendencias alimentarias.
Algunos de estos emprendimientos carecen de tiendas físicas y, en la mayoría de los casos, se ofrecen por Facebook o mediante el boca a boca.
Este es el caso del delivery de comida saludable como Oh! Lala. El emprendedor contó que luego de analizar las tendencias decidió apuntar a un “nicho” -justamente el del oficinista- que estaba dejando de comer en restaurantes por los aumentos de costos y empezaba a comer en sus puestos de trabajo y que, además, valora la comida saludable. En base a esto, y en lugar de encarar una estructura que implicaba costos fijos altos, como es el caso de los restaurantes, decidió salir con un delivery que ofrece viandas saludables y sabrosas.
Según detalló, hoy Oh!lala crece frente a estrategias claras de negocios y con una experiencia adquirida de haber trabajado en diversos restaurantes de Mendoza y otras partes del mundo.
Comercios online
Las ventas por internet están en pleno auge. Claro que esto no comenzó este año pero sí proliferan con la recesión. Según mencionan desde la Cámara Argentina de Comercio Electrónico (CACE), estas estructuras crecen por el bajo nivel de costos fijos y mantenimiento que requieren, sumado al interés creciente de las nuevas generaciones por adquirir todo tipo de productos por este canal no tradicional, el cual se está desplazando a muchos rubros, sobre todo el de indumentaria.
Según FEM, en abril las ventas minoristas de los comercios de Mendoza registraron una caída del 8%, en comparación con el mismo mes del 2015 (ver gráfico). En tanto, según la CACE, en 2015 el incremento de ventas por internet fue del 70,8%.
Diego Urfeig, director ejecutivo de la CA CE, dijo que la tendencia de aumentos de negocios que nacen en internet excede la coyuntura local pero estimó que ante el desempleo o bajos ingresos, sobre todo los jóvenes, buscan en internet nuevas oportunidades de negocios.