Varias personas perdieron la vida en un doble atentado que sacudióhoy el corazón turístico de Estambul, indicó el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan. Hay al rededor de 70 heridos, según las primeras informaciones.
"Desgraciadamente, tenemos mártires y heridos", anunció Erdogan en un comunicado, sin aportar cifras. "Hemos asistido, esta noche en Estambul, a la manifestación más horrorosa del terrorismo", dijo el mandatario, refiriéndose a los dos ataques en las inmediaciones de un estadio y en un parque cercano.
Un coche bomba apuntó contra un autobús de la policía cerca del estadio del equipo de fútbol del Besiktas, tras un partido contra el Bursaspro, precisó el ministro de Interior, Süleyman Soylu.
Una segunda explosión, "que parece ser obra de un kamikaze", sacudió el parque vecino de Maçka, indicó Soylu, que denunció un "plan absolutamente abominable".
Según un balance inicial del ministro, unos 20 policías resultaron heridos y fueron trasladados a hospitales cercanos.
El ataque doble sacudió un turístico barrio de Estambul, situado entre la emblemática plaza Taksim y el antiguo palacio imperial de Dolmabahçe, en la orilla europea de la megalópolis turca.
Tras la explosión, las autoridades cortaron rápidamente todos los accesos al barrio del estado, en los alrededores del cual decenas de policías, con metralleta en bandolera o pistolas, impedían el paso, mientras que un helicóptero sobrevolaba el área.
Decenas de ambulancias llegaron al lugar mientras que otras se alejaban con heridos a bordo, constató un periodista de la sobre el terreno.
Un agente de seguridad desplegado en un edificio cercano al estadio contó haber oído "dos explosiones en un intervalo de menos de un minuto", seguidas de "disparos".
Oleada de atentados
Un testigo de la explosión que pidió el anonimato dijo haber visto "trozos de cuerpos volando".
Otro periodista vio un autobús municipal, utilizado para transportar policías, cuyos cristales habían saltado en pedazos.
"Terroristas (...) atacaron a nuestras fuerzas de seguridad heroicas, que garantizaban la seguridad de nuestros seguidores y de los seguidores del equipo visitante Brusaspor (...) Nos levantaremos contra estos cobardes", reaccionó el club de Besiktas en un comunicado.
Las autoridades prohibieron la difusión de imágenes relacionadas con el ataque, una medida que adoptan tras cada atentado.
Según la agencia de prensa gubernamental, Anadolu, la fiscalía antiterrorista de Estambul abrió una investigación de la explosión.
Turquía ha sido objeto de numerosos ataques vinculados con la rebelión separatista del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) o atribuidos al grupo yihadista Estado Islámico (EI), principalmente en Estambul y Ankara.
El PKK y una organización disidente conocida por el nombre de TAK suelen atacar vehículos de la policía.
Dos anteriores atentados contra autobuses de policía dejaron decenas de muertos este año en Ankara.
Cuatro turistas murieron y 36 personas resultaron heridas cerca de la plaza Taksim, en la célebre avenida Istiklal, en un atentado suicida ocurrido en marzo y reivindicado por el grupo EI.
Las autoridades también afirmaron que los yihadistas fueron los responsables de un atentado que dejó 47 muertos el pasado junio en el aeropuerto Atatürk de Estambul.
Miembro de la coalición internacional que combate al grupo EI en Siria e Irak, Turquía inició en agosto una ofensiva en el norte de Siria para empujar a los yihadistas hacia el sur.
Ante el riesgo de atentados en Estambul, Estados Unidos ordenó la evacuación, en octubre, de las familias de los empleados de su consulado en esa ciudad.
La embajada de Estados Unidos en Ankara condenó en Twitter un "ataque cobarde" y aseguró que estaba "al lado del pueblo turco contra el terrorismo".
Por su parte, el presidente del Parlamento europeo, Martin Schulz, expresó su "solidaridad con los ciudadanos turcos, con las familias de las víctimas del ataque de Estambul".