Prácticamente controlada en una parte de Asia y aún en avance en Europa, la pandemia del coronavirus golpea con fuerza a Estados Unidos y amenaza la economía mundial, una afrenta que los líderes de las grandes potencias tratan de combatir con inyecciones de dinero astronómicas.
A los programas de rescate lanzados por varios países se suma desde el jueves el anunciado por los líderes del G20, reunidos por videoconferencia bajo la presidencia de Arabia Saudita. Las potencias prometieron inyectar cinco billones de dólares para dar oxigena a la ahogada economía global.
El nuevo coronavirus, del que se han infectado medio millón de personas y que ha matado a más de 23.000 desde su aparición a finales de diciembre en China, ha detenido la actividad en muchos sectores económicos y ha obligado al confinamiento de 3.000 millones de seres humanos.
Aunque el epicentro de la covid-19 sigue siendo Europa con casi 275.000 casos, según un recuento realizado con datos oficiales por la AFP a las 19 GMT, el aumento exponencial de contagiados que sufre Estados Unidos hace prever que superará al Viejo Continente.
Con 83.000 contagiados, Estados Unidos se convirtió el jueves en el país con más casos, por delante de los 81.000 de China, cuna de la epidemia, y los 80.000 de Italia.
Respecto a las muertes, Italia es la primera (más de 8.000 muertos), por delante de España (más de 4.000) y China (3.287 muertos). Estados Unidos, con 1.201 muertes rr la noche, estaba en sexta posición detrás de Irán y Francia.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, anunció la noche del jueves después de una conversación con su par estadounidense, Donald Trump, que ambos preparan una "iniciativa importante" para enfrentar la pandemia.
"Muy buena discusión con @realDonaldTrump. Ante la crisis de COVID-19, junto con otros países, estamos preparando para los próximos días una nueva iniciativa importante", tuiteó el presidente francés después de hablar con su homólogo estadounidense, sin dar detalles.
La Casa Blanca no se ha referido hasta el momento sobre este proyecto, pero remarcaron la visión compartida que los dos dirigente tienen sobre "la importancia de una cooperación estrecha a través del G7, del G20 y el P5", en referencia a los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU.
Un trabajo conjunto "para ayudar a las organizaciones multilaterales, incluida la Organización Mundial de la Salud, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, a acabar rápidamente con la pandemia y a minimizan su impacto económico".
El jueves se celebraron dos cumbre internacionales para aunar esfuerzos contra la propagación del coronavirus. Una del G20 y otra de los 27 países de la UE, en la que acordaron examinar en un plazo de dos semanas medidas más fuertes para paliar la recesión económica prevista.
Si bien estas reuniones trataron la vertiente económica de la crisis del coronavirus, las medidas para detener su avance continuaron reforzándose, con la ampliación de confinamientos, toques de queda y otras iniciativas, como la liberación de presos para evitar la propagación en las cárceles.
Chile fue el último país de Latinoamérica donde comenzó a regir la cuarentena obligatoria. 1,3 millones de habitantes de la capital están llamados a permanecer en sus casas, un medida que ya se aplica en la mayoría de países de la región.
El presidente de Brasil, la pandemia ya ha dejado 77 muertos y 2.915 contagiados, volvió a minimizar los efectos del coronavirus el jueves al afirmar que los brasileños tienen tal nivel de resistencia que no se infectan "ni saltando en aguas cloacales".
Sudáfrica entró en viernes el viernes por la mañana en confinamiento, y lo hará por tres semanas. El país más industrializado de África es, de lejos, el más afectado por la covid-19, con 927 casos pero sin muertos.
Es para "prevenir una catástrofe humana de enormes proporciones", dijo el presidente Cyril Ramaphosa.
Para piloto de línea aérea Ditebogo Koenaite, "las clases medias y altas respetarán el confinamiento". "Pero no creo que los más modestos puedan respetar el distanciamiento social. Es más difícil en los distritos pobres porque comparten los baños", señaló.
En toda África, el virus continuó propagándose a un ritmo alarmante el viernes con más de 2.700 casos y al menos 73 muertes.
En Italia asoma una halo esperanza ante una relativa desaceleración en los nuevos casos diarios (un 8% más, igual que en los dos días anteriores).
Pero el alcalde de Brescia, un pueblo del norte golpeado duramente por la pandemia, cree que "los contagios son mucho más numerosos de lo que se dice". "El número de muertes también es mayor porque hay muchas personas enfermas en su hogar y no sabemos cómo están", dijo Emilio Del Bono.
Mientras que en el sur, donde el sistema hospitalario es más precario que en el norte, se prevé una "explosión".
La crisis de la covid-19 "explotará dramáticamente" en Campania, que "vivirá en los próximos diez días un verdadero infierno", advierte Vincenzo De Luca, gobernador de esta región donde se encuentra Nápoles.
La epidemia se agravó en Francia, donde en 24 horas se registraron en los hospitales 365 muertos.