Un adolescente se filmó violando a una joven y posteriormente distribuyó el video en su chat de amigos confesando el hecho. Para el juez de la causa no se debería juzgar al joven, que tiene 16 años, como adulto por considerar que se trató de abuso y no de violación. También mencionó que el acusado proviene de "buena familia" y con muchas posibilidades de estudiar en alguna prestigiosa universidad.
El hecho tuvo lugar en julio del año pasado, pero el caso se dio a conocer recientemente tras la polémica desición del juez norteamericano James Troiano de catalogar el hecho como abuso por no involucrar armas, más personas ni darse en una casa abandonada. Además el juez destacó que el joven tendría posibilidades de un futuro prometedor por la familia adinerada de la que proviene y las calificaciones que posee, así como por ser miembro de los Scouts, hechos que podría tomar como atenuantes de la acusación.
Esta actitud fue cuestionada por un tribunal de apelaciones, por lo que el caso podría pasar a un gran jurado en el que el acusado sería considerado como adulto por perpetrar un delito grave.
El ataque se llevó a cabo en la ciudad de Nueva Jersey tras una fiesta. Ambos jóvenes de 16 años se encontraban alcoholizados cuando la adolescente, en estado casi inconsciente, fue atacada. El agresor filmó la violación y la envió por Whatsapp a su chat de amigos confesando lo ocurrido en tono de burla.
La adolescente no tenía recuerdos del hecho, debido a su estado, pero descubrió el video meses después y su madre dio curso a la denuncia. Sin embargo, y a pesar de del video y la confesión explícita del atacante, el juez Troiano desestimó la evidencia: "Realmente no hace mucha diferencia porque el párrafo entero para mí es sólo un chico de 16 años diciendo estupideces a sus amigos".