Si el presidente Donald Trump habla en serio sobre endurecer las leyes de armas a raíz de dos tiroteos que dejaron decenas de muertos el fin de semana, debería exigir que el líder de la mayoría del Senado, el republicano Mitch McConnell, someta a votación un proyecto de ley aprobado por la Cámara de Representantes que vuelve más estrictas las verificaciones de antecedentes, dijeron ayer demócratas del Congreso.
El líder del Senado, el demócrata Chuck Schumer, dijo en Twitter que McConnell está bloqueando reformas sobre el tema de las armas que más del 90% de los estadounidenses apoyan.
El líder republicano debería "presentar ante el Senado una sesión de emergencia para tomar medidas inmediatas" sobre el proyecto de ley aprobado por la Cámara de Representantes, que requeriría verificaciones de antecedentes federales para toda venta y transferencia de armas de fuego, incluidas las vendidas por internet o en ferias. Otro proyecto de ley permite una revisión ampliada de 10 días para la compra de armas.
La cámara baja aprobó los proyectos de ley en febrero, pero no fueron considerados en el Senado, donde los republicanos son mayoría.
El proyecto aprobado en febrero, que logró entonces 240 votos a favor y 190 en contra, amplía el requisito de comprobación federal de antecedentes penales a las ventas entre particulares, incluidas las transacciones en ferias de armamento, a través de internet o por anuncios clasificados.
Bajo la ley actual, solo los vendedores de armas con licencia están obligados a llevar a cabo verificaciones de antecedentes a sus clientes.
Un estudio del centro Pew que data de 2017 señala que el número de armas en EE.UU. se sitúa entre 270 y 310 millones, lo que lo convierte en el país con más armas de fuego per cápita.
En un mensaje desde la Casa Blanca, Trump condenó los tiroteos del fin de semana en Texas y Ohio declarando que se trató de "ataques nefastos" y "crímenes contra toda la humanidad". "Nuestra nación debe condenar el racismo, la intolerancia, el supremacismo blanco", dijo, y añadió que dio directivas al FBI para que use todos sus recursos para combatir "los crímenes de odio y el terrorismo interno".
Hizo un llamado a que ambos partidos cooperen para responder a la epidemia de violencia armada, aunque dio pocos detalles del plan de acción diciendo que "son la enfermedad mental y el odio los que aprietan el gatillo, no el revólver".
Dos personas más fallecieron ayer en un hospital de Texas, lo que eleva a 31 el número de víctimas en dos tiroteos ocurridos el fin de semana en Estados Unidos.